...
—No por supuesto que no, me imagine que eran tus amigos —mentí, si estaba celoso pero no se lo iba a decir.
Al rato me levante para ir por un vaso de agua, y cuando regreso me encuentro con Charlotte dormida, se me dibujo una sonrisa en mi rostro en cuanto la vi así, la cargue en mis brazos y la lleve a mi habitación, no con esas intenciones, quería tenerla todo el tiempo que pudiera a mi lado, quería estar cerca de ella el mayor tiempo posible antes de que se fuera.
La acosté con mucho cuidado en mi cama, me quede viendo lo hermosa que se veía durmiendo, yo tenía una sonrisa en mi rostro.
—Realmente me tienes embobado Charlotte —murmure en voz baja mientras ella lógicamente no me escuchaba.
Me desperté primero que ella, quería sorprenderla llevándole el desayuno a la cama.
Narra Charlotte.
Me despierto en la habitación de Matthew, me sorprendo.
—De seguro me quede dormida anoche y Matthew me trajo... me quede pensando en porque Matthew no me había acostado en mi habitación, bueno tampoco es que me disgusta el saber que he dormido con él —pienso con una sonrisa en mi rostro.
Me acurruque en la cama abrazando la almohada con la que había dormido Matthew, su aroma estaba impregnado en su almohada. Estaba realmente feliz, no cabía de la felicidad que sentía en ese momento.
Me quede pensando...
—Yo no le quería decir todas esas cosas anoche a Matthew, pero estaba molesta por cómo me había tratado esos días... yo no le había hecho nada, solo quería estar pendiente de él, y me trato de la peor manera... bueno al menos reconoció que estuvo mal las cosas que me dijo —suspire embobada.
—Él es tan... tan tierno —pensé para mi misma.
Acepto que me encanto verlo como se puso anoche, su rostro me decía que estaba preocupado cuando me vio subirme al carro... no le creí que sea solo por que mi tía se lo pidió, yo se que lo hace porque en el fondo si le importo y mucho... y... porque le gusto —pensé con una sonrisa en mi rostro.
— Ademas se le notaba que estaba celoso.
—Yo no entiendo porque no me dice de una vez por todas que es lo que no me puede decir...
En eso escucho el teléfono de Matthew sonar, que justo estaba en la mesita al lado de la cama, me asome sin querer, el teléfono mostraba las notificaciones del mensaje que le había llegado, para mi mala suerte el mensaje era de Victoria...
Intente no darle importancia, además él me había dicho que él no quería tener nada con ella. Sin embargo mi curiosidad pudo más y... agarre el teléfono, creo que fue mala idea haberlo agarrado, abrí el mensaje...
Victoria: Amor porque no dejas a un lado tu orgullo y
recordamos viejos tiempo.
¿Porque no recordamos lo que hicimos ese día en tu casa?
El mensaje venía acompañado con una foto de ella muy...
—Qué mujer más descarada y mujerzuela —murmure en voz baja soltando un suspiro pesado.
Me levante de la cama y me fui a mi habitación para lavarme la cara, cepillarme los dientes y bañarme.
Al rato baje molesta intentando disimular mi rabia con el teléfono de Matthew en mis manos.
—Buenos días hermosa... ¿cómo dormiste? —escucho decir a Matthew alegremente.
No le devolví los buenos días y solo le dije con ironía: —Menos mal que le habías dejado todo claro a la... respire profundo y termine diciendo —a la Victoria esa —dije dándole el teléfono y volteando de inmediato.
El tomo su teléfono que por cierto habrá visto el mensaje de inmediato, porque en ese mismo momento escucho sus pasos que venían atrás de mí.
—Yo no sé nada de Victoria desde ese día, no la he vuelto a ver te lo juro —escucho su voz atrás de mí.
Me pare en seco y le dije: —Tranquilo, no tienes que explicarme nada... a fin de cuentas no somos nada ¿cierto? Tú haces lo que quieras con tu vida —dije sarcásticamente, pero por dentro estaba que explotaba de los celos.
No sé porque reaccione así, estaba celosa, estos son celos... siento celos porque me estoy... no, no, no yo no puedo estar enamorada de Matthew —pienso mientras salgo corriendo a mi habitación.
Narra Matthew.
Y tan bien que iban las cosas con Charlotte, justo tenía que aparecer Victoria —murmure en voz baja enojado mientras subia las escaleras rápidamente para hablar con Charlotte.
—¡Charlotte! —digo tocando su puerta.
—¿Qué quieres Matthew? —la escucho decirme molesta.
—Necesito hablar contigo —digo con voz suave tratando de arreglar las cosas.
—No quiero hablar ahora, mejor vete —la escucho decir con su voz entrecortada.
—No me iré sin hablar contigo —digo con firmeza.
En eso ella me abre la puerta, noto que ha llorado, tiene sus hermosos ojos cristalizados.
—Victoria me la vas a pagar —pienso mientras la veo con dulzura a sus ojos...
Si de algo estaba seguro, era que no podía ver sufrir a Charlotte y menos verla llorar, y lo peor no era eso, lo peor es que era yo el causante de sus lágrimas.
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Vacaciones de verano
RomanceCharlotte era una chica rebelde, arrogante y mentirosa en algunas ocasiones. Una chica acostumbrada a estar rodeada de lujos, tener todo a sus pies. Un día se escapó de su casa logrando que su padre se molestara. Su padre la castigo, pero no quitánd...