Vacaciones de verano

Capítulo 10

Narra Matthew

Deje a Charlotte en su habitación, estuve a punto de besarla, pero me detuve porque no sabía cuál iba a ser su reacción. Esto de tenerla tan cerca me está matando, de verdad me gusta, ya no tengo dudas de eso.  Y hoy al verla así, tenía ganas de besarla, protegerla y abrazarla. Además con la aparición de Ethan y verlos juntos realmente me molesto.

Acepto que estoy celoso, pero no sé qué pensara Charlotte de todo esto, además ella es menor que yo... no sé cómo lo tomara mi madrina si llegara a enterarse de que yo...

—¿Matthew que haces aquí tan pensativo? —me dice Maria sacándome de mis pensamientos.

—No... nada, solo estoy pensando en algunas cosas que tengo que hacer en el despacho...estoy algo atrasado —digo tratando de ser convincente.

—Ah ok.

—¿Te preparo algo de cenar? —me pregunta Maria amablemente.

—Sí, te lo agradezco Maria —digo con una pequeña sonrisa. Luego me levanto del sofá y veo la hora en  mi reloj.

—Ya son las 8 de la noche —digo para mí mismo.

A lo que veo que Maria se va a la cocina, decido por ir a ver cómo sigue Charlotte, en realidad creo que era solo una excusa tonta, lo que en realidad quería era verla.

Entre con mucho cuidado para no despertarla, me acerco a ella, y veo lo hermosa que se ve hasta durmiendo. Me quede un rato observándola, acaricie su cabello... luego en un impulso me acerque más a ella y bese sus labios.

Al ver que ella se medió movió, salí rápido de la habitación sin que se diera cuenta.

Me quede en la sala viendo televisión pensando en Charlotte mientras Maria me preparaba algo para comer. Luego de comer seguí viendo películas.

—Si necesitas otra cosa, me avisas...estaré en mi habitación —me dice Maria.

—Ah y si la señorita Charlotte se levanta me avisas para prepararle algo, me imagino que se va a levantar con mucha hambre, ha dormido toda la tarde —añade Maria.

—No te preocupes Maria, si Charlotte se levanta yo le preparo algo de comer, tranquila.

—Está bien Matthew, entonces yo me voy a dormir —dijo Maria amablemente.

Narra Charlotte

Me levante después de un hermoso sueño,  no sé porque sentí que el sueño fue muy real... ojala lo fuese sido. Había soñado que Matthew me había besado, sentí sus labios unirse a los míos.

Luego siento mi estómago rugir, a decir verdad tenía mucha hambre, me senté en la cama, tome unos segundos y coloque mis pies en el suelo, me levante con mucho cuidado y al momento de levantarme por completo me di cuenta de que el dolor estaba pasando, aun me dolía, pero no como en la mañana. Así que decidí por bajar y comerme algo.

—Ojala Maria me haya dejado algo preparado —murmure en voz baja mientras cerraba la puerta.

Baje las escaleras con mucho cuidado, cuando veo a Matthew dormido en el sofá.

—Se ve tan bello —pensé soltando un suspiro y una sonrisa se dibujó en mis labios.

Cuando termine de pisar el último escalón, veo a Matthew despertándose pasando su mano por su cabeza y la otra por sus ojos... y a lo que me vio se levantó sorprendido.

—¡Charlotte! —me dice con sus ojos abiertos.

—No tenías que haber bajado sola —dijo regañándome y acercándose a mí.

—Tengo hambre —dije encogiendome de hombros y caminado poco a poco hasta la cocina...

—Además ya me siento mucho mejor —dije con una sonrisa.

Cuando lo escucho decir: —¿Qué quieres  de comer? —me pregunta con una sonrisa tierna. Y yo cuando lo veo con su sonrisa encantadora me derrito por dentro.

—Quiero pizza —digo con una sonrisa.

—¿A qué se deberá tanta amabilidad? —pensé confundida pero contenta.

—Bueno tienes dos opciones, o te preparo pizza o hago algo más rápido de preparar... como me dijiste que tienes hambre —me dice levantando la comisura de sus labios.

—Mmmm —digo pensativa con un dedo cerca de la comisura de mis labios.

—Bueno está bien, si me prometes que mañana si me la haces —le digo juguetonamente.

Luego asimilo lo que acabo de decir.

—¡Oh, por dios que va a pensar de mí! —pienso nerviosa.

Para mi buena suerte él me responde con su hermosa sonrisa y me dice: —está bien...está bien, te lo prometo —me dice entre risas.

Después de comerme lo que Matthew me había preparado, fuimos a la sala a ver películas, a decir verdad yo no tenía sueño, Matthew al parecer sí, pero creo que después de que me vio se le esfumo el sueño.

Estábamos juntos sentados en el mismo sofá, estábamos callados solo viendo la película, cuando Matthew me pregunta: —¿Por qué no me dijiste que querías ir a la laguna? Yo te podía llevar —me dice mirándome de esa forma que me derrite y logrando que me ponga nerviosa.

—Es que cada vez que estamos juntos siempre discutimos —le dije serenamente y bajando mi mirada.

—Es que tú eres muy terca y la que siempre termina peleando conmigo —dice él rascando su cabeza y con una pequeña sonrisa.

—Además...  te vi con Victoria y no quería volverlos a interrumpir —digo encogiendo los hombros.

—Entre Victoria y yo no hay nada, así que no ibas a interrumpir nada —me dice con mucha seguridad. Cuando escuche eso quería sonreír de felicidad, pero tenía que celebrar por dentro. Estaba que saltaba de alegría.

—Pero ese día... el día de tu cita a la cual no podías faltar, ¿te ibas a ver con ella? —pregunte intrigada y algo incomoda por hacerle esa pregunta.

Él se quedó callado, y no me respondió nada, así que asumo que es cierto. Luego me dice: —No, no estaba con ella.

—Pero ese no es el tema —me dice algo incómodo.

Me quede pensando... entonces si no fue con Victoria... ¿con quién paso la noche? —pienso confundida borrando mi alegría por dentro. Y tampoco me iba  atrever a preguntarle con quien había salido entonces.

—Hay un atajo y es más cerca donde podemos ir en la camioneta, si quieres mañana te llevo —dice él alegremente.

En ese momento no le respondí de una vez, mis pensamientos estaban en otro lado, asimilando lo que  me dijo y pensando entonces con quien había pasado la noche.

—¿Charlotte? —me dijo Matthew pasando su mano por el frente de mi cara de un lado a otro.

—¿Sí? ¿Qué decías? —digo algo confundida.

—Te dije que si quieres ir mañana a conocer la laguna.

—Sí, ok... está bien —digo sin mucha emoción.

—¿Te sucede algo? —me pregunta Matthew pensativo.

—¿O es que tú quieres que Ethan te lleve a conocer la laguna? —me pregunto frunciendo su entrecejo.

—No... no es eso —digo cambiando mi cara y mostrando una sonrisa.

En realidad solo estaba pensando con quien entonces estaba saliendo Matthew.

—Mejor dejo de imaginar cosas que tal vez  no son — mi voz interna alentándome. Ademas me agradaba la idea de poder ir con Matthew.