Capítulo 26

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Llego el día de la boda...

—Charlotte... ¿estas lista? —escucho a mi papá llamándome desde la escalera.

—Sí, ya casi... enseguida voy —dije gritándole de la puerta de mi habitación.

Me mire en el espejo de nuevo antes de bajar.

 —Estas hermosa —mi voz interna. Sonreí bajando las escaleras, por fin te veré de nuevo, después de un mes sin verte Matthew —murmure en voz baja.

La ceremonia estuvo muy hermosa, mi tía se veía hermosísima y feliz, realmente feliz al lado de su esposo —solté un suspiro enamorada de solo verlos tan felices saliendo agarrados de la mano y dándose un dulce beso. Fui hasta donde estaban ellos y los felicite a ambos, le di un fuerte abrazo a mi tía y le dije que deseaba que fuera muy feliz. Ella me devolvió el abrazo y la sonrisa.

Habían muchos invitados, desde lejos salude a Maria con la mano, ya tendría tiempo para hablar con ella en la fiesta. Estuve buscando a Matthew con la mirada antes de montarme en el carro pero no lo veía.

 —Tal vez en la fiesta me lo encuentre —pensé montándome. El resto estaban montándose en sus carros también para dirigirse a la fiesta.

Después de media hora llegamos al lugar, el salón de la fiesta era muy grande y elegante, el esposo de mi tía era un empresario muy reconocido, había muchos invitados que ni conocía.

 —¿Dónde estás Matthew? —dije para mí misma buscándolo por todo el salón con mi mirada. Cruce mis brazos y solté un suspiro frustrada.

—¿Se te perdió algo? —escucho su voz atrás de mi susurrándome al oído. Mi cuerpo se tensó de inmediato provocando un escalofrió recorrer todo mi cuerpo, gire lentamente y me encuentro con su perfecta sonrisa a centímetros de mí.

—Yo... yo estaba buscando a Maria —mentí, dije casi tartamudeando con mi respiración agitada.

—Maria está por allá —dijo señalándome la mesa de lo más tranquilo.

—Quede como una tonta —pensé. Maria estaba justo a unas mesas en frente de donde yo estaba.

—Aaah... sí sí —dije alejándome de él e inmediatamente siento su cálida mano en mi brazo haciendo que mi piel se erizara.

—¿O sera que tu me estabas buscando a mi? —dijo con su voz suave con esa sonrisa seductora que me mataba.

—Por supuesto que no —dije tragando grueso.

—Estas hermosa Charlotte —me dijo con su voz seductora mirándome a los ojos de esa forma que me derretía.

—Por favor no sigas... —mi voz interna.

—Gracias —dije tímidamente bajando la mirada a su mano, haciéndole seña de que soltara mi brazo. Él al notarlo quito su mano de inmediato pero antes me dijo, —tenemos que hablar Charlotte —me dijo con su voz suave y varonil.

—Creo que este no es lugar para que tú y yo hablemos —dije escapando de su cercanía.

Me acerque a la mesa donde estaba Maria con otras personas que jamás había visto.

 —Buenas noches —dije a todos los que estaban en la mesa amablemente.

—Hola niña Charlotte —dijo Maria levantándose de la silla saludándome con un abrazo. Me quede platicando un rato con Maria, mi papá estaba en otra mesa con unos amigos, tal vez hablando de negocios —pensé. Los demás invitados estaban hablando, otros tomándose fotos, y otros estaban bailando en la pista de baile.

—Ella es mi hija —dijo Maria señalándome a su hija la cual estaba bailando con nada más y nada menos que con Matthew. Los ojos se me iban a salir de solo ver a esa chica bailar con mi Matthew cariñosamente. Sentí mi sangre hervir de los celos que sentí en ese momento. Maria tenía una sonrisa viéndolos bailar. La hija de Maria no estaba para nada fea, era muy linda también.

 —Pero no más que tú —mi voz interna alentándome.

—Mi hija Fabiola ha estado enamorada de Matthew desde pequeña —escucho decir a Maria con una sonrisa en su rostro.

—¿Qué? Ya va ¿acaso he escuchado mal? —dije para mí misma tratando de tranquilizarme tomando un poco de aire.

En eso se acerca un chico muy guapo y me invita a bailar, le digo que si de inmediato, no iba a desaprovechar la oportunidad, quería darle celos a Matthew.

 —Lo que es igual no es trampa —pensé.

Entramos a la pista de baile, el chico me agarro mi mano, abriendo paso por las otras parejas que se encontraban bailando, justo quede al lado de Matthew, sentí su mirada clavándose en mí, la música era suave, por lo tanto estaba bailando lentamente, el chico con el cual estaba bailando coloco su mano en mi espalda justo en la abertura que tenía el vestido.

Narra Matthew.

Vi a Charlotte entrar a la pista de baile con un chico, me incomode al verla junto a ese extraño, pero más celos me dio viendo como el tipo se estaba aprovechando... coloco su mano justo en la espalda de Charlotte la cual estaba un poco descubierta, se veía tan sexy con ese vestido rojo, que se amoldaba a su cuerpo resaltando sus curvas.

Narra Charlotte.

—Si me disculpas —escucho decir a Matthew al chico con el cual estaba bailando quitándolo de mí.

—¿No ves que estoy bailando con ella? —dijo el chico algo molesto.

—Búscate otra chica, en la fiesta hay de sobras —dijo él chico sarcásticamente señalando a otras chicas. La cara de Matthew cambio a otra más seria. Estaba incomoda por la escena que estaba haciendo Matthew.

—El problema es que ella vino conmigo —dijo Matthew quitándolo del camino y rodeándome por la cintura con sus brazos y acercándome a sus labios carnosos. Mi corazón se me iba a salir por la boca. El chico no dijo absolutamente nada y se fue de la pista de baile.

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