Vida nueva, muertes nuevas

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La emoción marcaba mi pulso, está vez más acelerada y me empezaba a hipnotizar está adicción a la curiosidad, al futuro incierto y que sí todo sale correctamente estaría marcado y quedaría sellado de por vida. Mi sonrisa solo hacía más notoria la felicidad o lo que espero que me llene más a fondo esto que como un barril llegue y se desborde. Victoria quién me miraba complaciente ya tenía un trato para mí, lo que quisiera por ahora sería lo que yo quería, una ayuda mutua. No nos interesaba el dinero, lo que teníamos en común era completarnos hasta el final, con éxtasis hacia cada situación que nos acercara a nuestras metas, no conocía las de ella pero en su mirada reflejaba esto que compartíamos.
- Dime Logan ¿Quieres trabajar conmigo?
- Claro, estába esperando esa pregunta desde que llegamos.
- El futuro que nos espera puede ser de bastante provecho si aprovechamos nuestro presente ahora y a tí te gusta tomar riesgos. Esto te convierte en alguién que sí aprovecha su vida.
Victoria se levantó del sillón y camino hasta unas escaleras que llevaban a un ático. Yo le seguía el paso. Entramos a una habitación en la cual había una pizarra llena de fotos de personas que nunca había visto, con nombres y ubicaciones.
- Este cuarto está lleno de trabajo, es información que he pasado recolectando sobre criminales que aún la policía no ha encontrado ni juzgado. Tú, te encargaras de cazarlos uno a uno, y sí tienes suerte, puedes sacar pistas sobre quién buscas.
Me acerqué hasta la pizarra, habían 16 fotos pegadas allí. Era bastante para empezar. Otro trabajo, en el cuál de nuevo tendré que ponerme a prueba, cada vez voy subiendo de escalón más y si sigo así, me habré vuelto lo suficientemente perdido como para retomar mu humanidad y persona. Esto me desespera un poco.
- Puedes empezar cuándo quieras, a tú derecho hay un baúl, lleno de armas y munición, sí necesitas defenderte, tienes el permiso de tomar lo que desees.
Vamos a marcar de nuevo, todo esto. Al parecer no puedo dejar atrás lo que soy porque ¿Y si soy esto? ¿Si fuera esto lo que realmente deseo más a fondo? Convertirme en el monstruo que con dolor se sigue transformando más y más, amigos que nunca tuve, personas que me fallaron cuándo confíe un poco y a esa persona que por primera vez que le abrí mi corazón me destrozó tanto que ahora solo quiera, destruirle. Mi sonrisa ya no era la misma, nisiquiera mi mirada mantenía su cordura. Debí aceptar en lo que siempre deseé ser desde antes, no hubiera sucedido tanto pero sin esto no hubiera llegado a lo que soy hoy en día. No puedo culparme, soy el escritor de mí vida después de todo y aún nisiquiera se que carajos quiero. Tengo lo que se podría llamar una pequeña familos y suficiente dinero para irme de acá completamente e iniciar en otro lugar como si nada de esto hubiera pasado, solo complico más las cosas pero ¿Porque quitarle lo emocionante a la vida? De esto se trata, de nuevos retos y juré buscarle, de eso estoy completamente seguro.
Cerré el baúl y bajé las escaleras es busca de Marie y de Rogerd, estában afuera por lo que salí de la casa. Mis pasos resonaban en la madera y por la ventana veía como Marie hablaba con él sentados en un tronco mientras observaban el cielo y los árboles. ¿Ahí se encontraba mi verdadera felicidad? Cada vez me cuestionaba más sobre un porque más válido, si es que acaso estaba siendo egoísta con ellos por no querer darles lo que realmente necesitan. Abrí la puerta y una brisa fría beso mi mejilla y movía mi pelo. Caminé hasta ellos, a unos pasos de llegar hasta dónde ellos se percataron de mí presencia volteando.
- ¡Hola.! - Dijo Marie con una sonrisa mientras se levantaba del tronco. - ¿Aceptaste?
Agache la cabeza, no podía creer que ella estuviera felíz de ver como en mí camino prácticamente seguía detrás, sumergido en la oscuridad.
- Sí, ya tengo mi primer trabajo, dijo qie podía empezar cuándo quisiera.
Ella colocó su mano sobre mi mejilla y levantó mi mirada. - Logan, sabés que voy a apoyarte y protegerte. Estoy aquí. Rogerd también.
Mis ojos se encontraron con los de ella y mi fuego interior se encendía como volcán en erupción y de nuevo volteaba a ver la lucha interna conmigo mismo. No podía permanecer en ambos lados y debía tomar una decisión ahora. Me acerqué hasta ella y le besé, era ella a quien no quería perder ahora, eran sus besos la fuente de mi venganza y amor, lo que me mantenía atado a este mundo, dónde podía surgir con ella y sabía que sí no dejaba atrás todo esto sin haber cumplido mi meta, no podría estar tranquilo. Podrían buscarme ahora que posiblemente saben que estoy vivo y matarle, o hacerle daño, o a Rogerd y era algo que simplemente no podía permitirme.
- Lo haré, y quiero que sepas que voy a protegerte, a tí, al niño. Y formaremos nuestra familia, lejos de toda esta mierda.
Ella correspondió mis palabras con sus besos, me sentía amado después de todo. Y lo que realmente me hacía fuerte eran ellos, las ganas de verles completos y con una sonrisa todos sus días, cada vez que amaneciera, verles despreocupados, saliendo, jugando, siendo lo que siempre deseamos.
Quizá, la vida siempre nos entrega segundas oportunidades, mejores que las anteriores y esta, definitivamente no iba a perderla, ella, se había vuelto una parte importante y quería recordárselo a cada momento aún cuándo no este presente. El camino que tomé no es fácil, y sé que ahora es parte del comienzo para el final. Haré que me recuerdes, porque te recuerdo en cada momento preocupandome, por tí. Rogerd, no sé quién o quiénes fueron los que te hicieron tanto daño pero me encargaré de demostrarles de que gracias a su error él será el encargado de finalizar todo lo que le hicieron ser para acabar tán devastado.

Mariposa AzulDonde viven las historias. Descúbrelo ahora