Escúchame y reacciona

5 2 0
                                    

Mis emociones tenían un punto de partida y me trataba de centrar en lo que pasaba en este momento, mis recuerdos me marcaban que le disparé, ví su sangre correr en el suelo y su cuerpo tendido en el. Trataba de encontrar una respuesta lógica.
- ¿No lo entiendes verdad? No lo mataste, fallaste, evitaste una muerte en ese momento. No te abstengas a esa verdad.
- Sí está vivo entonces debe de estar furioso y quiera vengarse por lo que hice.
- Y se lo preguntas...
- ¿Y porque quisiera vengarme de tí?- Dijo un hombre acercándose hacía nosotros. - Estás equivocado y aún cuando me apoyaste creyendo que todo lo que hacía fué por conveniencia.
Levanté mí mirada y ahí estába frente mío. - ¿Raul? ¿Que haces aquí?
- Buscandote, y si sobreviví. Pero antes de proseguir vamonos de aquí, iremos a un Hangar a unos kilómetros de aquí. Y tranquilo que no pienso matarte ni me ha pasado por la mente hacerlo, pero se que por la tuya sí.
Se dió media vuelta y entró a la cabina del piloto y encendió el avión.
- Serán mejor que cierren esa puerta y tomen asiento.
Cerré la puerta y me senté junto a Vanesa. Aún estába asustada y se notaba que no confiaba en mí en lo absoluto. El avión tomo se elevó y en poco tiempo estábamos surcando en cielo, en mí vida me había subido a uno de estos, y estar aquí arriba me agrada, poder obtener la vista de las aves, lograr captar este sentimiento de libertad... ¿Realmente estoy siendo libre? Pensé mientras observaba por la ventana. Atado siempre a un pasado, y esto se había vuelto en mí propia condena y como un canario en una jaula, se acostumbró a vivir dentro cuándo siempre ha tenido la puerta abierta para lograr salir y volar, sin ningún compromiso. Me gustaría sentir el aire de la brisa afuera.
- Oye... No sé que pasó pero lamento haberte querido asesinar hace unos minutos.
- No pasa nada, estoy acostumbrada.
- ¿Enserio? - Pregunté asombrado
- ¡No! Es sarcasmo, idiota. Que ingenuo.
Agaché la cabeza y remplateaba una y otra vez sobre en que estaba pensando.
Muchas veces sigo encontrándome en ese bosque del sueño, huyendo del fuego, un fuego que es destructivo que y que se lleva todo a su paso, ese en el cuál no tengo ningún control, y que no puedo tomar fuerzas o la valentía para enfrentarle y al menos apagarle y he dejado que de extienda, y nisiquiera he logrado que una pequeña lluvia le haga efecto a apagarle, sinó todo lo contrario, en el que la más mínima brisa se ha convertido en fuertes soplos que le dan vida pero con ello, causando la muerte. ¿Eso es lo que realmente deseo? ¿Enserio dejaré que me consuma? Y puedo interpretarlo pero no puedo actuar sin ningúna base fija que me haga reaccionar de verdad y no quiero que llegue a ese punto.
Mi teléfono empezó a vibrar, una llamada de Marie; procedí a contestarle.
- ¿Hola?
El silencio tomaba control del otro lado del teléfono.
- ¿Marie que pasa?
Un mal presentimiento me puso totalmente nervioso y estaba empezando a asustarme. Una risa rompió esa barrera y no obtenía ningúna respuesta aún.
- ¡¿Que carajos?! ¿Marie dime algo? ¿Quien eres?
La risa se hacía cada vez más fuerte y más fuerte y seguía sin obtener ningúna respuesta concreta de ella hasta que una voz interrumpió.
- La dejaste sola y desprotegida y ahora, está muerta.

Pegué un salto reaccionando de lo que había sucedido. Miré a los lados asustado, seguía en el avión y todo estaba normal. Miré mi teléfono y no tenía ningúna llamada, solo fué un mal sueño.
- ¿Que pasó? ¿Quien es Marie?
- Tuve una pesadilla, es todo.
- Pude notarlo ¿Solo tratas de protegerla cierto?
- Solo no quiero que ella llegue a ser consecuencia de mi oscuro pasado. No podría soportar si algo le sucede a ella o a Rogerd.
- Familia...
- Mi familia.

Mariposa AzulDonde viven las historias. Descúbrelo ahora