Entre fuego

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Marco huía junto con su esposa y los guardas no paraban de disparar. Tengo que salir de aquí a como de lugar. Corrí y me avalance contra la ventana y empecé a bajar corriendo hasta la colina mientras el un auto iba bajando hacía la salida. Las gotas entraban a mís ojos y no podía ver mucho, pero al menos las luces de la calle de abajo me ayudaban de guía para no matarme de bajada. Duré dos minutos en llegar hasta bajo y encender el auto, le encendi y salí trás Marco. Pise el gas a fondo, y ya tenía en mira al auto de Marco, las calles de noches estaban casí vacías y la persecución llamaba la atención de quiénes estaban en la calle. Dos autos venían detrás mío disparando, los parabrisas del coche se iban cayendo cada vez más con cada bala que evitaba. No podía detenerme o distraerme, no podía perdele, tenia que pensar en algo rápido. Mi teléfono empezó a vibrar, un número desconocido y tomé la llamada.
- Hey Logan, es Victoria, estoy cerca y puedo ver que tienes problemas.
- Supongo que sí, es algo preocupante.
- Al parecer sí.
- Bueno, Deja de hablarme y ¡Ayudame!
- Claro, claro. Me debes una.
Colgué el teléfono y seguí detrás mientras esperaba respuesta de Victoria.
Una explosión se escuchó detrás mientras uno de los autos volaba en fuego. Otro auto estaba detrás incorporándose a esto. Maldita sea, llamamos demasiado la atención, las sirenas de los policías se escuchan cerca. Pise más a fondo hasta acercarme lo suficiente y poder disparar un tiro certero a sus llantas. Otra explosión detrás y sin pensarlo dispare a ambas llantas, el auto de Marco derrapó en un intento de evitarlas pero terminó volcándose y desplazandose volcado varios metros más adelante. Frene el auto de golpe hasta quedar cerca del auto. Me bajé lo más veloz que pude hasta alcanzar la puerta y del conductor, Marco se encontraba inconsciente y su esposa, lástima que solo eres tú el que necesito. Que alguién más se encargue de ella. Le tomé de un brazo y le saqué de allí, le levanté hasta que se apoyara en mis hombros y lograr meterle en el auto. La policía no le tomaría mucho tiempo em llegar hasta acá, acelere el auto y salí del lugar. Ahora estaba de camino hacía el bosque, pero esta vez tomaré una ruta provisional, no quería toparme con alguna patrulla y que esta viera el auto tán destrozado y viera a Marco tirado en la parte trasera. La lluvia ya había cesado un poco; miraba a Marco por el espejo, solo espero que no este tán muerto como para que logre contestarme las preguntas. De nuevo me entró una llamada.
- Hey Logan, estoy bien, ahora mismo estoy dirigiéndome hacía casa. Haz lo que creas correcto, ahora él te pertenece.
Bueno, al menos tengo el permiso y derecho de hacer lo que quiera. El viento me despeinaba y no podía creer lo que había pasado y que es salir ileso de todo eso. En parte, me siento confundido ¿Porque tanto? No quiero hundirme más pero sigo cayendo sin retorno en un océano con los pies atados a bloques para evitar salir a flote. Creo tener el control pero al final no siempre es así, y es tán doloroso ver como el humano que creía ser muere cada día o con cada mal acto que una de mis personalidades creé correcta. Sigo tratando de concentrarme pero solo obtengo pequeños cortos en mi cabeza de imágenes de ella, solo ella es quien me mantiene a flote. Mi vida empezó a valer más cuando ella llego a mí vida y decidió cambiarme y esperar a que cambie, no ha sido fácil acomplarme a las mejoras para ser ese alguien mejor para alguien. Decidí encender la radio para relajarme, justo radio rock, una canción de Linkin Park, era Leave Out All The Rest. 
                   Soñe que estaba perdido
                       Tú estabas asustada
                      Pero nadie escuchaba
            Porque a nadie más le importaba

Y ¿Como no va a ser verdad? A nadie le importaba y eso simplemente cambió y mís ganas de cambiar siguen en pie junto a ella. Como me alegra saber que fuera ella quién apareciera en mí vida después de tanto caos. Después de todo puedo decir que ha válido tanto la pena de estar vivo aún que cada pequeña situación la valoro cada vez más, como si fuera la última y más por razones obvias.  No cerrare mis ojos hasta verte dormir tranquila y esta es una de las promesas que mantengo en pie.
Unos sonidos de dolor venían detrás, Marco se estába despertando pero aún se mantiene aturdido por lo que pasó.
- ¿Sigues vivo, no?
El se colocó la mano en la cara y miro que estaba con algo de sangre y sudor en su rostro.
- ¿Donde está mi mujer? - Dijo con la poca fuerza que tiene.
- Bueno, no lo sé. Ni idea de sí está viva pero probablemente no sea así.
- ¡¿Que?! No me estés jodiendo.
De pronto empezó a llorar como un niño.
- Dime que no la mataste...
- No, no la mate. - Él se secó las lágrimas y se sentó a como pudo y se recosto.
- ¿Que quieres de mí?
El silencio invadió el auto con esa pregunta, dentro de mí, esas palabras llegaron justo donde debían de llegar y mi mirada, se tornó fría.
- Si me dices todo lo que quiero saber, no morirás, no obtendrás más dolor. Si opones resistencia a algo que deseo y necesito. Tómate por muerto.

Mariposa AzulDonde viven las historias. Descúbrelo ahora