Ira desenfrenada

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El plan era totalmente simple y había que efectuarlo de inmediato, ellos conocían perfectamente el almacén y su estructura por lo que les ordene que entraran y mataran a quienes trabajaran con ella, entrando por los ductos de ventilación y rescataran a Marie y a Richard mientras yo iba en busca de Jade. Tomarían su tiempo así que ellos se fueron primero y yo llegaría un vez ellos ya estuvieran entrando. Si algo salía mal o ella trataba de huir ellos se encargarían de enterrarla como una rata alli dentro, sin salida alguna solo la principal. 

Tomaron sus cosas y se marcharon, quede solo en casa y no podía dejar de aumentar mi ira pero tampoco debía ceder a que esto me consumiera hasta perderme, tenía que controlarme hasta llegar al almacén. Los minutos transcurrían como horas y estaba empezando a desesperarme. ¿Porque tenia que tocarlos a ellos? ¿Porque no directamente a mi? Maldita perra, siempre un paso delante de mí pero esto acabará de una vez por todas, esto no puede seguir alargando más y si siguiera así la vida de ella seguiría acabando con el resto de personas y causando aun mas daño del cual puedo imaginar y no es lo que quiero, necesito liberarme de esta cadena que nos mantiene sumidos en el caos y solo yo podría finalizarlo.

Salí dispuesto a aceptar vida con vida y estaba asustado, corría por la acera y el camino se me hacía eterno, tenía minutos para llegar, iba desarmado pero armado de valor para acabar. Una vez escuché en la calle, si lo haces con miedo lo logras dos veces, esto iba por todos aquellos en quienes creyeron en mí y la vida de mis cercanos corría peligro, sabía que a quien quería ver era a mi y le daría lo que ella quería.

Estaba delante y la puerta estaba abierta, estaba convencido, ellos estaban dentro. Abrí con sigilo y fui moviéndome entre cajas y recipientes, mi corazon latia tan fuerte que podía escucharle y causaba un eco que rebotaba en todo el lugar. Mis manos sudaban y mi pulso temblaba. Una vibración en mi bolsillo. Un mensaje de un número desconocido.

"Logan todo está cubierto, sigue hasta el final, tenemos a Richard en la mira, esta a salvo aunque está atado en una silla en el cuarto de congelación que ya ha sido desconectada. No tenemos nada sobre Marie puede que esté en la sala donde esta Jade. Vé con cuidado."

Seguí, y no me estaba ocultado, todo miedo se fue justo porque recordé a quien amo y a quien debo proteger y si debo de dar mi vida la daré por quienes amo, no me importa. Cada momento que pasé junto a ella y todo lo que hizo por mi, enserio se lo agradezco y me siento invencible cuando estoy con ella aunque sea tan vulnerable debo de dar mi mayor esfuerzo en esto. Lo único que me separaba de ellas eran unas escaleras. Cada escalón dificultan mis ganas de seguir pero seguía, no me importa irme al infierno y pagar tal condena, pero no me permitiría que ella muriera. Era lo único que no me permitiría.

Estaba alli delante, sabia que estaba ahi. Todo lo que empieza debe de terminar de una u otra forma.

- Jade. - Solo pude decir su nombre antes de estar sumido en completa oscuridad y la puerta se cerrara de golpe. - Sé que me quieres pero ¿Qué quieres más de mí? Deja a la mujer que hayas raptado y suéltala, ella no tiene nada que ver en esto.

- ¿Crees que no lo tiene? Iluso, no sabes ni siquiera la finalidad de su vida.

- No, no tengo ni la menor idea.

- Solo quiero ver cómo actuarás frente a esto.

La luz se encendió, iluminando toda la habitación. Estaban manchada de sangre y en una de las paredes estaba ella. 

Mis lagrimas empezaron a salir - ¡¿PORQUE?! ¡¿MALDITA QUE LE HAS HECHO?! - Corrí hacia el cuerpo de ella pero un disparo me detuvo, haciendome caer, la sangre empezó a escurrirse en el suelo. Volteé y Jade me miraba desquiciada.

- ¡DESCONTROLATE LOGAN! ¡HAZLO! 

Una fuerza descomunal acudió a mi y esa bala no habia sido nada. Me coloque de pie y me abalancé contra ella golpeándole en la cara una y otra vez, sangraba y mas reia. 

- ¡LA MATASTE! ¿PORQUE? 

- ¡PORQUE NO PUEDES AMAR Y NO TAMPOCO SER AMADO!

- ¡ESO NO LO DEFINES TÚ!

De ella se la cayó la daga con la que solía torturarme, en mi solo pasó por mi mente matarla. En su mirada ella sabía que iba a morir en mis manos y estaba consumiéndome.  Poco a poco se apoderaba de mi pero ¿Debía permitirlo? Era matarla o que ella siguiera matando inocentes pero mi promesa conmigo mismo caería y mi cambio, mi orgullo, se desvanecerá en mis fallidas promesas. 

- Lo siento tanto... - Dije soltando la daga. - No te mataré, no debe de acabar así.

- Entonces ¡MUERE LOGAN! - Un disparo se escuchó y yo solo cerré los ojos. 

Un frío recorrió mi cuerpo, estaba asustado, te fallé Marie. Un charco de sangre se iba agrandando en el suelo. 

- ¡Logan! ¡Despierta! 

- Abrí los ojos... ¡Marie! - Mis ojos se llenaron de lágrimas y ella solo me abrazó llorando también.

- No voy a permitirme que te vayas de nuevo, no así. 

- Marie, lo siento, te amo y no quería que llegaras a este punto, y te acabarás siendo parte de esto, quería protegerte y no pude. 

- Estaré aquí para ti... Por siempre mi amor. - Tomandome de las manos y besándome.

- Te extrañe, mi vida. 

Mariposa AzulDonde viven las historias. Descúbrelo ahora