Apoyo

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El tiempo había transcurrido seguido y ni siquiera nos habíamos percatado cuanto en total, destripando cada segundo en el aprovechandolo hasta el más mínimo momento en el cual se pueda lograr la meta más grande. Le miraba a los ojos aun cuando ella seguia dormida, su atención era lo que más necesitaba y nadie se percató de ese hecho, solo yo y aun para Dios era desconocido, tanto que era tan mágico por ser el primero en haberse dado cuenta que se había convertido en mi arma de doble filo, la única capaz de doblegar mi voluntad completamente se encontraba frente mio y le temía al mismo nivel del cual la amaba. Nadie nunca llegara a darse cuenta quien sera la mujer que en verdad llegue a ese nivel nisiquiera esa, y guardaré todo en secreto todo por mi a ser sincero, decirle a alguien que tiene tanto poder sobre uno solo podría desatar de manera imparable hechos perjudiciales y manipuladores hacia uno y por mas que trate de contenerse asi sera, ya sea para bien o para mal. Era un angel que se encontraba posando de manera exotica para un maldito demonio como lo soy yo, al igual de que temía hacerle daño sin percatarme y creo que ya le he hecho, ignorando el simple hecho de que ella me esperaba cada día del cual yo saliera y le tenía preocupada, cuando ella quiza queria estar conmigo yo se lo negaba y eso solo me hacia quedar como un completo idiota y ahí me enteraba de a pocos como debía de reaccionar pero el universo estaba en contra mio dictando un camino distinto al que ambos queríamos y cuando trataba de huir al parecer hacía que mi pasado me persiguiera hasta donde yo estaba y eso me dañaba, no era como quería y solo causaba esa extraña frustración en mi. Me mire en el reflejo de sus ojos y , viajando por dentro de ella tratando de escanearla, buscando alguna respuesta a todo esto, a este momento tan preciso en el cual la tenía. Nunca sabes cuando sera la ultima vez que veas a una persona y por eso aprovechaba para hacerlo, en serio la amaba y no podía dejar de hacerlo. Siempre que ella notaba que lo hacía, me correspondía un gesto con la cabeza, en el cual entendía muy bien ese lenguaje.

- ¿Acaso no puedo verte? - Le dije mientras se me formaba una sonrisa.

- No es eso... - Y ella solo guardo silencio mientras se cobijaba.

Le di un beso en la mejilla y prosegui a recostarme al lado de ella, conforme iba cerrando los ojos no dejaba de pensar en ese momento que tenía con ella y cuánto quería que fuera eterno. Tenía tantas palabras que decirle, pero siempre preferí más las acciones, las palabras pueden quedar grabadas en la mente como recuerdos o como cartas, los hechos dejan en claro lo que hiciste para esa otra persona y siempre quedará la sensación de cómo te hizo sentir cuando paso. Lamentaba todo lo que había sucedido pero no tuve las palabras para pedirle perdon y ahi estaba yo acobardado con decirle lo siento a lo que proseguí en tomarle la mano con fuerza, coloque mi brazo en mis ojos, sabia que iba a llorar. 

- Marie... Lo siento, soy un completo idiota. - Un silencio invadió la habitación y antes de que ellas lo interrumpiera segui. - No tengo ni la menor idea por lo que hayas pasado conmigo y gran parte de tu sufrimiento es mío, y creeme que lucho cada dia para cambiar esto y enserio solo quiero lo mejor para ti y para Richard. 

Ella me cayo con un beso. 

- Eres un idiota, pero estoy contigo para apoyarme y yo apoyarte, y estaré siempre contigo.

Mariposa AzulDonde viven las historias. Descúbrelo ahora