Despedirse, las despedidas más dolorosas que pueden existir son las de un amor verdadero, un amor que lentamente se construyó, uno donde ambas personas fueron felices. Es algo hermoso pero también doloroso el hecho de enamorarse verdaderamente, amas a alguien sin importa lo que pase a sus alrededores. Pero, aunque amemos con todo nuestro corazón, nada es, ni será para siempre.
—No, Connor... por favor —gimió Jacob, mientras sus ojos se notaban cristalizados con lágrimas.
—Jacob, está bien... en serio, está bien —contestó Connor suave y lentamente, llevaba puesta una mascarilla de oxígeno sobre el rostro.
—No... no es justo, no está bien —aclaró Jacob con tristeza.
—Estás aquí, estás a mi lado —comentó Connor sonriendo mientras los ojos se le cristalizaban con lágrimas—. Necesito... solo necesito verte, ver por última vez a la primera... a la primera y única persona de quien... de quien me enamoré. —Mostró una sonrisa triste, luego le dio un ataque de tos que a los segundos se desvaneció.
Jacob con sus ojos llenos de lágrimas no sabía que decir, solo miraba los azules ojos de Connor, quien podía verse tendido en una camilla y conectado a unos aparatos médicos.
—Tú... Jacob, tú siempre serás mi único amor, Jacob Harper. Siempre... yo siempre te amaré... te amo, Jacby —gimió Connor, débil, con lágrimas en los ojos—. No me olvides, durante todo éste tiempo yo jamás... Jacby, yo jamás... jamás... jamás... —Su respiración dejó de fluir, el pulso se le detuvo e inevitablemente cerró esos ojos color azul topacio.
—Connor, no, Connor, Connor, yo... yo jamás te olvidaré —gimió Jacob abrazándolo mientras se soltaba en un silencioso pero doloroso llanto.
En el pasillo de la casa, el Sr. Morgan le habló a su hija.
—Ve, cariño...
Ella asintió con la cabeza.
Marie se posó en la puerta del consultorio mientras miraba a Jacob, él volteó a verla y ella se acercó para abrazarlo. Seguidamente, Jacob soltó un fuerte y profundo llanto en el hombro de Marie. No dijeron ni una sola palabra, Jacob solo se refugió en los brazos de Marie, dejó salir todo su dolor.
Minutos después, Jacob estaba en la habitación de visitas en la casa de los Morgan, estaba junto a Marie, ambos se encontraban en el primer piso. No salía ni una sola palabra de sus labios, Jacob estaba prácticamente en un colapso mental, yacía en una cama con Marie a su lado.
Pero lo que ellos no se esperaron fue que la madre de Connor no tardaría en llegar para que todo se volviera una catástrofe.
—Jacob, ¿escuchaste eso? —preguntó Marie sobresaltándose, Jacob no contestó—. Ya vuelvo, no tardo —añadió levantándose de la cama, después salió de la habitación.
—¡ES SU CULPA! ¡USTED ME DIJO QUE SE SALVARÍA! ¡FUE LO MISMO CON MI ESPOSO! —exclamó una voz femenina en la sala de estar—. ¡MI BEBÉ! ¡CONNOR NO! —agregó entre sollozos—. Él no...
ESTÁS LEYENDO
Diversos tonos azules | Primer libro
Teen FictionJacob Harper anhela ser feliz, pero debe lidiar con su segundo enamoramiento hacia un chico, que es nuevo en el suburbio. También, él tendrá que aprender a aceptar el hermoso y trágico pasado para intentar resistir ataques de pánico; causados por al...