El amor es algo hermoso, algunas veces es duradero, otra veces su tiempo en nuestras vidas es corto, actualmente se trabaja para que rompa barreras, también cambia a las personas, evoluciona actitudes, une relaciones de cualquier manera, el amor simplemente lo es todo. Pero, eso no es lo más importante del amor, lo más importante es que se vuelve algo permanente en tu corazón, algo que no puedes olvidar de la noche a la mañana y que te deja una marca de por vida.
Jacob estaba en el último año de primaria, en séptimo, iba en la mitad del curso. Todo en su vida había cambiado, había dado un giro muy drástico. Lo único que no había cambiado era su vida social, aún seguía sin amigos. Pasaba las tardes escuchando música, dibujando, y algunas veces haciendo tareas.
Una mañana, Jacob dormía a gusto en su dormitorio, hasta que de pronto, la Sra. Harper abrió la puerta y se adentró mientras sostenía un pastel en sus manos.
—Cumpleaños feliz, te deseo a ti, cumpleaños, cumpleaños, cumpleaños feliz —cantó armoniosamente la alegre madre acerándose a Jacob.
—Uhm, mamá —refunfuñó el castaño.
—Jacob, feliz cumpleaños número doce, cariño.
Luego de eso, Jacob se despertó y su madre dejó el pastel sobre la mesa de noche que estaba a un lado de la cama.
—Te amo, mi bebé —añadió la Sra. Harper abrazando fuertemente a Jacob.
Minutos después, Jacob terminaba de arreglarse para que su madre lo llevara a la primaria, no lucía nada alegre, solo pensaba en el examen de matemáticas que le esperaba, y justamente en su cumpleaños.
Las cosas en la primaria habían cambiado, Jacob se había convertido en uno de los mejores estudiantes de la clase, aunque, eso no quitaba el hecho de que aún le costaba entender matemáticas. Sin embargo, por otro lado, los apodos seguían siendo famosos en los pasillos, y no solo eso, dos nuevos se habían adjuntado a la lista. Sí, los apodos «Mariquita» y «Barbie», no fueron los únicos en toda su vida escolar, en quinto de primaria, llegó uno nuevo: «Lady Gaga».
Muchos no sabrán lo que estaba mal con ese apodo, pero, sabrán cómo se originó. Todo ocurrió en una clase, una niña se había acercado a Jacob y habían conversado por un momento sobre la tarea, hasta que la niña colocó una canción desde su teléfono, y no, no era de Lady Gaga. En ese momento, Jacob quería ser incluido y tener amigos, por esa razón le dijo a la niña que colocara una canción que él había escuchado en radio, era de Taylor Swift. La niña comenzó a reírse y muchos más niños se acercaron.
—¿Qué? ¿Escuchas música de niñas? —preguntó la niña de cabello largo y liso.
—Eh... —expresó Jacob tímido y muy nervioso.
—¡Jacob escucha a Lady Gaga! —exclamó con burla un niño pelinegro y luego todos rieron.
—Eh... no —dijo Jacob aun con temor.
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Diversos tonos azules | Primer libro
Teen FictionJacob Harper anhela ser feliz, pero debe lidiar con su segundo enamoramiento hacia un chico, que es nuevo en el suburbio. También, él tendrá que aprender a aceptar el hermoso y trágico pasado para intentar resistir ataques de pánico; causados por al...