13. Los celos nunca son buenos

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VALERIE

No soy consciente de mis actos hasta que termino de bajar la cremallera del vestido floreado hasta abajo, el cual cae a mis pies dejándome solo en bragas. Kieran acaricia mis pechos con sus ojos y aumenta la velocidad de su mano cuando yo introduzco la mía por dentro de la tela blanca.

—No podemos follar porque somos primos, ¿cierto? —deduce cuando gimo al sentir cómo mis propios dedos se abren paso en mi interior. Asiento—. Entonces no vuelvas a intentar ponerme cachondo porque te aseguro que la próxima vez no seré responsable de mis actos.

—¿Es una amenaza?

Sin esperármelo en absoluto, estira la mano que hace un momento estaba alrededor de su polla y sujeta con fuerza mis bragas, haciéndome caminar hasta posicionarme entre sus piernas. Alza la vista para mirarme y al mismo tiempo me las baja hasta dejarme desnuda por completo.

—Estás deseando que pierda la lengua entre tus muslos igual que aquel día en el baño, ¿me equivoco?

—No, no te equivocas —respondo sin ser capaz de mentirle.

—Lo que yo deseo va mucho más lejos, Valerie —dice mientras me hace retroceder un paso antes de cerrar sus piernas y hacer que yo abra las mías a su alrededor—. ¿Quieres saberlo? —Sus graves susurros son como un hechizo para mis sentidos, así que solo me limito a asentir mientras él me guía—. Quiero fundirme contigo hasta que no haya un puto milímetro que nos separe —continúa mientras sus dedos se clavan en mi cintura a la vez que hace que mi cuerpo descienda—. Quiero que sepas lo que es sentirme dentro de ti.

Un fuerte pinchazo entre mis muslos es el indicativo de que está haciendo exactamente lo que ha dicho.

KIERAN

Mi polla entra en ella con una facilidad sorprendente, no tengo idea de si realmente es virgen o no, pero ahora mismo lo único que puedo pensar es en destrozarla entre estas cuatro paredes y darle el mayor orgasmo de su puta vida.

Sus manos se sujetan a mis hombros y clava las yemas de los dedos a medida que guío sus movimientos. Mis ojos no se separan de los suyos, necesito saber lo que piensa, saber si es la misma chica tímida que conozco o si, por el contrario, ha vuelto a mutar a la salvaje que dice no ser Valerie y me intenta desnudar en medio del bosque.

—Esto no tiene vuelta atrás, ¿lo comprendes?

—Sí. —Gime y yo tapo rápidamente su boca cuando escuchamos un ruido en la puerta de los servicios.

Entonces puedo ver cómo sus ojos se iluminan a medida que sonríe y aparta mi mano para poder acercar sus labios a mis oídos.

—¿Te imaginas el escándalo en el pueblo si todos se enterasen de que Kieran Norwood se está follando a su inocente primita en los baños del ayuntamiento? —murmura a la vez que alza su pelvis y hace que me introduzca en ella profundamente.

—Pero ¿la has visto bien? —La voz de Roy Montgomery me llega desde el otro lado de la puerta, ante lo que siento cómo toda la sangre de mi cuerpo entra en ebullición—. Tengo que follarme a ese inocente angelito como sea.

—Kieran te mata —comenta el imbécil de Cord, al cual también consideraba amigo años atrás.

El grifo de algún lavabo se abre en medio de sus carcajadas, Valerie sujeta mis mejillas entre sus manos y me obliga a mirarla; su sonrisa es ahora aún más malévola que antes, el ritmo de sus caderas aumenta y yo no soy capaz de concentrarme en tantos estímulos a la vez. Siento la ira y la excitación en la misma medida, La Bestia se ha enterado de lo que estoy haciendo y no sé si desea más la sangre de ese cabrón de ahí fuera, o la de la chica que estoy profanando aquí dentro.

Cazador [COMPLETA] +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora