Cazador [COMPLETA] +18

46. Es él o nosotros - FIN

VALERIE

Acaricio mi barriga cuando ella retira su mano y da un paso atrás, frunzo el ceño en dirección al hombre que amo y me encuentro con una mirada vacía y apagada.

—No estoy embarazada —señalo negando con la cabeza.

—Lo sé, pero algún día lo estarás. Gestarás a ese bebé durante nueve meses, tras los cuales, yo vendré para llevarme su alma el día que nazca.

Giro el rostro hacia Kieran y veo que está negando de un modo frenético, me asusto al ver la cantidad de lágrimas que están saliendo de sus ojos, así que voy hasta él y separa los brazos para envolverme con ellos cuando llego. Alouqua no habla, tan solo nos observa en silencio con una mirada llena de diversión y de curiosidad.

—La palabra demonio no te hace justicia —confiesa entonces Kieran con una voz apagada y sin fuerza.

—Gracias. —Sonríe ella orgullosa.

—Aceptamos.

Alzo la cabeza para mirarlo, confusa y desconcertada, no es que el hecho de ser madre sea algo que me haga especial ilusión, nunca he tenido ese deseo.

También sé que soy joven y que no se puede saber lo que querré en un futuro, pero me sorprende su respuesta después de haber visto su reacción cuando Alouqua nos lo ha ofrecido.

—Lo siento, Valerie —dice sosteniendo mis mejillas entre sus manos—. Estoy seguro de que tener un bebé contigo sería una experiencia incomparable, pero no puedo perderte. Y si no aceptamos y seguimos con Nihasa y La Bestia dentro, tarde o temprano acabaré matándote, lo sé, cada día está más cerca. Es él o nosotros.

—Yo... no sé qué decir. —Lo observo y su mirada me parte el corazón, sé que está sufriendo y que sacrificar la vida del bebé que ni siquiera nos hemos planteado tener, lo está matando por dentro.

—Te lo pondré fácil —interviene la primogénita de Lilith—. Tú elijes, tu futuro retoño o él. —Señala a Kieran con la cabeza, el cual infla las aletas de su nariz comenzando a llenarse de toda la ira que ha estado conteniendo por ser yo la que ha perdido los nervios minutos antes.

—Acepto. —Asiento con la cabeza sin dudarlo, ni siquiera sé si tendremos hijos, y no estoy dispuesta a perder a Kieran, él es mi mundo.

Sé que tenemos una relación enfermiza y perturbadora, que, de algún modo retorcido y oscuro nuestras almas se compenetran dando sentido la una a la otra.

Soy consciente de que eso no está bien, no soy estúpida, pero no es algo que hayamos planeado. Tengo la esperanza de que cuando seamos solo Valerie y Kieran, toda esa mierda desaparezca y podamos al fin reír de cosas insignificantes que preocupan a los jóvenes, disfrutar el uno del otro y ser capaces de hacer el amor sin miedo a morir en el intento.

—Tenemos un trato, chicos. —Alouqua camina hasta nosotros, se detiene a pocos centímetros y nos mira a ambos—. Los tratos con demonios no se rompen, no hay forma de acabar con ellos o modificarlos.

Ambos asentimos y me quedo perpleja cuando posa sus labios sobre los de Kieran, este no se mueve ni cambia la expresión y, a continuación, repite el proceso conmigo.

—Que tengáis una vida llena de momentos de felicidad y orgasmos memorables —dice antes de cerrar los ojos y desaparecer frente a nuestras narices.

En ese mismo instante, ambos nos llevamos la mano al pecho de un modo automático.

KIERAN

Un fuerte pinchazo en lo más hondo de mis entrañas hace que contraiga el cuerpo, veo de reojo cómo Valerie hace lo mismo, ambos nos sujetamos el pecho a la vez que tratamos de respirar hondo.