Cazador [COMPLETA] +18

33. Regresión

🚨NOTA IMPORTANTE AL FINAL🚨

¡¡¡No te vayas sin leerla, que nos conocemos!!!

Te he avisado, luego no quiero reclamos🙄

VALERIE

Araño las entrañas del ser más despiadado que he tenido la desgracia de topar en mi camino, y del cual no logro deshacerme. Trepo igual que si estuviese en el más hondo de los pozos, sin cuerda y sin un ápice de luz, más que el punto que veo en la lejanía, justo sobre mi cabeza. Igual que la última vez, aguardo al momento oportuno, intento usar los poderes de Nihasa, los cuales también me pertenecen, en su contra, en mi beneficio.

Kieran lo está haciendo muy bien, una pena que la que se está follando sea el demonio que nos ha jodido la vida; sé que lo está haciendo para ayudarme a regresar, para darme una mínima oportunidad de intentarlo, es ahora o nunca, no puedo defraudarlo.

Mi lugar está a su lado, con nuestros dedos entrelazados y nuestras miradas unidas, dando paso a este sentimiento que alimenta cada una de las partículas que forman mi tenebrosa alma.

Nihasa apareció por un motivo, aquel ritual solo fue un paso más del destino para guiarme hasta este hombre, no debió ser de otro modo, un medio para un fin. Punto. Kieran es mi fin y yo soy el suyo, no hay más opciones en esta ecuación.

—Me voy a correr —dice entonces, y la luz al fondo del túnel me lanza un destello cegador justo a los ojos—. ¡Ah, sí, joder!

«Vuelve conmigo, Valerie. Vamos, ¡hazlo!»

Cierro los ojos y puedo sentir cómo la cabeza me da un vuelvo de 360º, me veo a mí misma flotando y girando en todas las direcciones, una fuerte sacudida multiplica mi ser como si estuviese dentro de una batidora.

«¡Valerie!»

—Kieran. —Entreabro los ojos con lentitud al sentir la mullida cama bajo mis manos, el negro de los suyos me da la bienvenida.

—Dime que eres tú, por favor —suplica sollozante.

Asiento porque me duele la garganta, tengo la necesidad de beber agua y de levantarme, sentir mis pies, mis manos, todo mi cuerpo.

—Dios mío, no sabía qué hacer —dice mientras me envuelve con sus brazos.

Tira de mi cuerpo semi desnudo y me coloca sobre el suyo, envolviéndolo con mis piernas y haciendo que sienta toda su anatomía entre ellas.

—¿Qué ha pasado? ¿En qué momento...?

—Fue ella, Kieran.

Todos sus pensamientos se agolpan en mi cabeza igual que si de un rompecabezas se tratase, como un trabalenguas imposible que necesito descifrar.

—¿De qué hablas?

Me levanto y recojo las bragas del suelo para ponérmelas, camino hasta el cuarto de baño del apartamento de la pobre chica que ha caído bajo las garras de La Bestia porque, por un lado, necesito lavarme la cara y mirarme en el espejo y, por el otro, no soy capaz de permanecer en esa habitación.

—Valerie, ¿qué está pasando? —Me mira a través del reflejo, extrañado y preocupado.

—La he escuchado, he-he podido saber... No sé cómo... De alguna forma ella...

—No estoy entendiendo una mierda, tranquilízate primero —pide tocando mi hombro para que me dé la vuelta.

—Nihasa fue la responsable de que te mordiesen, Kieran.