Faltaban dos días para que la madre y padre de Pedro y Martín, vuelvan de su viaje de México. Estos últimos días los chicos se han conocido un poco más. Por ejemplo; a los dos les gusta el trap, el color amarillo y también les gusta la ropa media Yankee. Podría decir que son mejores amigos, pero había uno que quería sera más que eso. Pedro, estaba enamorado de Martín y no había forma de que lo niegue, se sentía muy feliz cuando estaba con Martín, por eso quería sera algo más que un amigo para el pelinegro. Estaba muy enamorado del pequeño.
Volviendo al presente. Parnenzini y Kovacs, se encontraban en el sofá de la casa del pelinegro, viendo una novela. Al castaño le causaba gracia, porque Martín parecía esas abuelitas que le hablan a la televisión. Y cuando se reía de el bajito, este solo lo miraba con una cara seria, por lo que paraba de reírse. Estaban muy cómodos, Pedro estaba sentado del lado derecho del sillón y Martín estaba acostado con su cabeza en el regazo de el castaño. Había silencio, solamente se escuchaba las voces de los actores de la novela, hasta que una melodía proveniente del celular del de lentes, rompe ese silencio.
—sorry, voy a contestar— se levantó del sillón y se dirigió al comedor.
Prendió el móvil y atendió la llamada entrante. Era su amigo Rodrigo. Este decía si quería ir a dar una vuelta o a tomar helado con el novio del adicto a la monster. El pelinegro obviamente le dijo que sí, pero solo faltaba la aprobación del castaño, ya que este es el que estaba a cargo de él. Apagó el aparato y miró por la puerta del comedor hacia el living, vio que Pedro estaba con el celular. Fue corriendo hasta el sofá y se tiró arriba de el mayor. Haciendo que este se ponga muy nervioso. Martín lo miró a los ojos.
—¿puedo ir a dar una vuelta con mis amigos?— hizo un pucherito. Sabía que Parnenzini no se podía negar a esa carita tan tierna.
—bueno, pero estás acá a las siete y media— miró al pelinegro y este seguía con un puchero en su rostro. Eso hizo que se muerda el labio.
—okay, me voy— se levantó del sofá y le dio un beso en la mejilla a Pedro. Haciendo que este se ponga más nervioso y sienta visitas en su estómago.
El menor salió por la puerta de su casa y se dirigió hasta la casa de su amigo Rodrigo. Por otro lado, Pedro se acostó en el sillón y suspiró.
—que me estás haciendo Martín— susurró. Le estaba gustando mucho el bajito.
Cuando Martín llegó a la casa de su amigo, tocó la puerta y se escuchó un "está abiertooo", sonrió porque seguramente le agarró paja de abrir la puerta, porque así es su mejor amigo. Entró a la casa y lo primero que vio, fue a su amigo con su novio, dormido en el sofá. Sonrió y se acercó a ellos, sentándose alado de Rodrigo. Con nadie sacaba tema de conversación, el de brakets decidió hablar.
—che, ¿no íbamos a ir a tomar helado?— preguntó mirando al chico adicto a la monster.
—ahora no porque mi bebé se durmió— se acercó a su novio y le dio un pico en sus suaves labios.
—bueno, entonces desperta a tu “bebé"— dijo haciendo comillas con sus dedos.
—no, porque después se pone de mal humor— sonrió y acomodo a su novio en su pecho.
—entonces si no lo desperta vos, lo voy a despertar yo— su amigo le dio una mirada fulminante, dándole a entender que no lo haga—MATÍAS ARRIBA, VAMOS A TOMAR HELADO— gritó. Y Rodrigo le pegó en la cabeza—auh
—¿vamos a tomar helado?— preguntó el chico tiramisú, con una sonrisa y mirando a su novio con un pucherito. Rodrigo asintió— siiiiiiii, vamos ya!— se levantó del sofá y se dirigió a la puerta.
—wow, pensé que me ibas a degoyar por despertarte— Rodrigo se acercó a Matías y lo abrazó por la cintura.
—no te voy a hacer nada porque vamos a tomar helado— le físico una sonrisa y le dio un pico.
—che, no coman pan frente de los pobres— dijo el pelinegro. Sus amigos rieron y abrieron la puerta.
Salieron de la cada de Teniente y empezaron a caminar hacia la heladería. El camino era entre risas y ellos diciendo boludeces, de ves en cuando Candia y Teniente se daban besos, Martín simplemente rodaba los ojos y largaba un suspiro. Aveces sus amigos daban Diabetes. Cuando llegaron a la heladería, eligieron los helados y se sentaron en las sillas de afuera. Martín, eligió; chocolate y vainilla. Rodrigo; cereza y granizado. Y por último Matías, eligió; menta granizada y americana. Empezaron a comer los helados, hasta que Martín habló.
—bro, te tengo que decir algo importante— hundió la cuchara en el helado y se lo llevó a la boca.
—decime tincho— miró a su amigo. Pero sintió como una cuchara se hundía en su helado, haciendo que este se vaya para abajo. Miro y era su novio.—Matiiiii, nooo— Candia le sacó el dedo del medio y comió el helado.
—dejen de pelear, parecen nenes de cinco años— miró a Teniente y empezó a hablar—bueno, el día que Felipe me dijo se quería tonar un helado, me dijo se yo quería ser el novio— Rodrigo sonrió, estaba a nada de gritar, pero Martín le tapó la boca— cuestión que le dije que sí. Después me llevó a mi casa, pera antes tuve que subirme arriba de el y besarlo, porque no me dejaba salir. Después de unos días, me buscó a mi casa y fuimos al cine. Cuando volvimos a mi casa, fuimos a mi cuarto. Porque resulta que al señor se le cantó ver la segunda, entonces la empezamos a ver
la cosa estaba por la mitad, pero el tonto de Felipe sacó la película y dejó la compu en mi mesita de luz, se subió arriba mío y me empezó a besar. Empezó a queres sacarme la remera, como yo no estaba listo le dije. Y me dijo “Martín vas a ser mío te guste o no”. Yo me re asuste, tipo, yo no quería hacerlo. Además iba todo muy rápido. Cuestión que después de unos minutos, llegó Pedro y... Me salvó— dijo el pelinegro con una sonrisa, recordando aquel momento.—awwww, el tincho se esta enamorando— dijo con un tono burlesco. Inmediatamente Martín se sonrojó.— awww, se sonrojó. Ya fue hermano, te gusta el Pedro de la gente— el menor rió por como lo llamó su amigo— por otro lado, alto tonto Felipe. Onda tiene que respetar tus de decisiones. Es alto estúpido, cuando lo vea lo cagó a piñas.
El pelinegro soltó una carcajada. Quería mucho a su amigo.
“baby, tu tienes tu novio y yo me enrede en tu piel"
ESTÁS LEYENDO
« .' Hermanastros '. » : pedrimente
DragosteSus manos fueron echas para entrelazar perfectamente el una con la otra, sus labios encajaban tan bien como si de un rompecabezas se tratara. Sus ojos de color marrón, fueron hechos para ver lo hermoso de los dos y sus sentimientos de el uno al otro...