"Imperfectos"

Capítulo 10: Un doble celo

10-Un doble celo

**Kenpachi**

El vaivén de mis caderas continúa sin pausa sintiendo como el sudor recorre por completo mi espalda desnuda y chorreante.

-Ah...ah... ¡ah!...ah....- los gemidos de Haruka eclipsan el minúsculo espacio donde estamos, jadeando al ritmo en que mi polla entra en él de nuevo. Después de follar en la tienda a la vista de cualquiera, decidí cerrar y traérmele a la furgoneta donde llevamos sin parar de follar desde anoche. Ambos estamos en la parte trasera de mi "casa", totalmente desnudos, Haruka a cuatro patas sobre el colchón y yo tras él de rodillas, enganchándole firmemente de la cintura para atraerle a mí y poder metérsela hasta el fondo. No me canso de ver cómo su pequeño y delicado cuerpo está tan empapado en sudor como el mío, aparte de que mi semen brilla en la piel de su espalda bajo la luz que se filtra por las ventanas de la furgoneta. No sé cuántas veces me he corrido ya, tanto dentro como fuera, sobre su cuerpo, sobre su rostro incluso y su cabello.

-¡Mmm!! Ah... ¡ah! ah! ...- observo como da un latigazo con la cabeza hacia atrás manteniendo los ojos cerrados y la boca abierta para jadear más intensamente cuando le doy un par de embestidas más fuertes y profundas que las anteriores. Joder, es incansable...follar con un omega en celo es una mina, pueden estar horas follando y aún quieren más y más...

-¡Ah! Joder...- gruño de placer entre dientes cuando vuelvo a correrme haciendo que todo su cuerpo se tense por completo. Echo la cabeza hacia atrás resoplando al notar que su ano se estrecha apretándome la polla por instinto y cuando se me pone flácida, suelto su cadera a la vez que mi polla sale de su culo deslizándose por lo empapado que está agujero. Joder...tiene el agujero más abierto que la boca del metro y está palpitante...

-¡Arf!! Uf...joder, esto es alucinante...- me dejo caer contra las puertas traseras de la furgoneta para descansar un poco con las piernas cruzadas, apartándome mi larga melena de la cara para que no se me pegue a las mejillas. Haruka se ha quedado tendido sobre el colchón jadeando, pero a los pocos minutos veo como viene gateando hacia mí mirándome con los ojos tan dilatados de placer que apenas veo su iris azul. Está cachondo perdido.

-Oé, espera princesa...dame un respiro, hasta yo tengo que resoplar...- acaricio su cabello húmedo viendo como restriega su mejilla contra mi mano y me lame los dedos con tanta lascivia que me hace gruñir. Joder, es un pecado...un pequeño milagro dispuesto para mí, un caramelo...

Le siento a horcajadas entre mis piernas sorprendiéndole cuando agarro sus tetillas sonrosadas e hinchadas entre mis rudos dedos para pellizcárselos haciéndole ronronear de placer. Ese sonido que hace su garganta me hace estremecer y sigo acariciándole los pezones viendo como tiembla de gusto. La ostia puta...que sensible los tiene...y tan blanditos, como dos golosinas...realmente esto es un sueño...tener a una preciosidad así en mis manos es algo que no se repetirá...

-Eh, Haruka...- veo que al menos sigue reaccionando cuando le llamo y le agarro del mentón para comerle la boca escuchando el gemido que suelta por la nariz ante mi impulso. Le meto la lengua en la boca acariciando la suya, totalmente descontrolada ya que no para quieta y siento como está saliendo la saliva de un lado de la comisura de sus labios. Cuando le suelto, veo el hilo que nos une y eso me hace volver a besarle para tragarme hasta su saliva. ¡Dios! ¡hasta esto me pone burro!

-Oé, oé...- veo cómo se revuelve en mis brazos para bajar su cabeza hasta mi entrepierna y sin ningún apuro, me agarra mi polla medio rígida con una mano para dar pequeñas lamidas como un animalillo. Me aparto el sudor de la frente notando el escalofrío de placer que me recorre la espina dorsal cuando sus labios atrapan mi glande recién descubierto.

-Ah...tienes prisa porque te la meta de nuevo ¿eh? - sus ojos me miran, pero sé que no puede ni hablar dentro del estado en el que se encuentra. –Cómetela...- no voy a tener una oportunidad más como esta en mi puta vida. –Comete mi polla entera, Haruka...-