Capítulo 8: Un palo y su astilla

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8-Un palo y su astilla

**Sen**

Aporreo con mis puños varias veces e insistentemente contra la puerta del apartamento de Zangetsu el cual no tarda en abrir vestido solo con un pantalón negro de seda y el torso velludo al descubierto. Verle así, me hace abrir los ojos algo más de lo normal, pero vuelvo a mi postura seria y altiva enseguida.

- ¿Qué haces aquí? Son las ocho de la mañana del sábado...-

- ¿No quedamos en que este fin de semana Tensa estaría contigo? - me aparto dejándole ver a mi hijo que se mantiene oculto tras mi espalda, en silencio y mirando con algo de recelo a su padre.

-Te dije que yo pasaría a recogerle. ¿Cómo has sabido mi dirección? -

-Lo pone en nuestro "acuerdo" ¿pensabas que no lo releería varias veces para saber si me estabas engañando? Además, no pienso dejar a mi hijo con nadie antes de explorar el terreno, así que...- me cuelo entre el hueco que queda entre su enorme cuerpo y la puerta para observar el apartamento. Vaya...es muy lujoso y con poco mobiliario, demasiado sobrio para mi gusto...todos los muebles son negros, que horror...

-Oye- ignoro su gruñido mientras abro el frigorífico para saber lo que tiene y después sigo con el resto de cajones y armarios de la cocina. - ¿Me estás escuchando? -

-Zangetsu ¿Qué pasa? - abro los ojos de par en par cuando me encuentro con el jefe de cocina del restaurante, Tsukishima, tapado con una bata enorme y sosteniendo un cigarro entre sus dedos. Joder...así que estaban follando... ¿por qué me molesta tanto?

-Te veo muy bien acompañado así que mejor me llevo a Tensa- doy un pequeño brinco cuando Zangetsu me corta el paso hacia la salida taladrándome con sus ojos negros. Trago saliva sintiendo un nudo en la garganta y veo cómo se arrodilla delante del pequeño el cual sigue fuera esperando.

-Hola Tensa ¿quieres entrar? Vamos a pasar el fin de semana juntos si te apetece- Tensa me mira brevemente y asiente con la cabeza tímidamente mientras pasa dentro. Yo gruño internamente y dejo sobre una mesa la enorme mochila de Tensa sorprendiendo a Zangetsu cuando empiezo a sacar cosas, ignorando totalmente a Tsukishima.

-Este es el cuadrante del horario diario de Tensa, procura no saltarte ninguna rutina. Tienes su pijama, ropa para hoy y mañana, sus libros y sus figuritas. Es alérgico a los frutos secos, tienes que darle crema solar si salís fuera para que no se queme y ponerle sus gafas de sol. Tiene fobia a las arañas, no le gustan los ruidos fuertes y...-

-Hablas de él como si llevara libro de instrucciones- Zangetsu detiene mi enumeración masajeándose las sienes. –Nos apañaremos, mañana por la noche te le devolveré- resoplo molesto al ver cómo me hace un gesto para que me largue y Tsukishima me despide con una sonrisa maliciosa de las suyas. Le he repetido mil veces a Tensa que si tiene algún problema me llame urgentemente y me plantaré aquí para partirle la cara a su padre. Dios...este fin de semana se me va a hacer eterno...encima ya estoy de mala leche de haber visto a ese idiota con el viejo, como se les ocurra ponerse a follar estando mi hijo de visita, es que...¡¡no sé ni lo que le hago!!

**Zangetsu**

Veo de reojo por la ventana como Senbonzakura camina por la calle totalmente malhumorado antes de prestar atención a mi hijo el cual se ha acercado a una mesa donde le ha llamado la atención un libro de matemáticas que Tsukishima suele leer cuando no estamos follando o comiendo.

- ¿Te gustan las matemáticas, Tensa-chan? - mi hijo simplemente mueve la cabeza contestando a Shukuro y veo como sus ojitos celestes se abren de par en par cuando corre hacia la vitrina del armario del salón donde tengo los trofeos de equitación, figuras de caballos y fotografías.

"Imperfectos"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora