Capítulo 11: Un orgulloso tras otro

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11-Un orgulloso tras otro

**Zangetsu**

Siento cómo las venas de mi cuello están a punto de reventar mientras noto que mi polla se está hinchando de nuevo a la vez que elevo con la fuerza de mis brazos el cuerpo de Sen el cual no deja de subir y bajar apoyado contra la pared de mi cuarto movido sólo por la acción de mi cuerpo ya que él tiene las manos enredadas en su cabello desmelenado gritando y gimiendo a la vez.

-¡¡Ah! ¡¡ah!!!! ¡tan...profunda!!! ahh!! ¡sí!! Ah! Aaah!!!- dios, no me canso de oírle gemir, de ver como se retuerce contra mí, ni las muecas de placer que pone su rostro al llegar al orgasmo y sentir como le anudo nuevamente. A estas alturas está más que asegurada la impregnación, pero siento que necesito absorber todo de él hasta que esto acabe. Hasta que la realidad me aplaste de nuevo.

Gruño intensamente al volver a correrme viendo como el vientre de Sen se estremece al recibir una nueva tanda de semen. Hay posturas en las que llego directamente a su cavidad uterina y eso, junto al roce de su próstata, le vuelve loco de placer.

-Arf...ah...dios...- le mantengo en vilo en mis brazos ya que el nudo nos impide separarnos y Sen descansa con su cabeza apoyada en mi hombro. Su largo cabello suelto me resbala sobre la piel haciéndome cosquillas y no puedo evitar hundir mi nariz en esa espesa mata para aspirar su intenso aroma. Dios, no me canso de esto.

Le deposito en la cama al verle agotado tras no haber parado en toda la noche y de nuevo oigo la vibración de su teléfono sobre la mesilla. Abro los ojos al ver la cantidad de mensajes que hay de mi hijo Tensa y cuando veo su llamada entrante lo cojo.

-¡¡MAMA!!! ¿¿Por qué no me contestas?? ¡¡no has dormido en casa!! ¿Dónde estás? -

-Tensa, soy papá- escucho el silencio unos instantes, aunque sé que el pequeño sigue al otro lado de la línea. –Lo siento hijo, debimos avisarte. Tu madre está conmigo, tranquilo-

-¿Porqué? Mama siempre duerme conmigo ¡¡me tiene que avisar si no va a venir!!-

-Tensa- intento calmarle al notarle alterado y seguidamente escucho un pitido en la línea. ¿Me ha colgado? Menudo carácter ha sacado. Eso es marca Coyote.

**Ginrei**

Siento que casi me caigo de la silla en la que estoy sentado al abrir los ojos de golpe dándome cuenta de que me he quedado dormido velando a mi hijo. Tsk! maldición...me duele todo el cuerpo de estar rígido...

Observo el rostro dormido de Haruka tras haber podido cortar su celo. Cuando no pasó la noche aquí y le encontré tendido sobre la hamaca del jardín casi me dio algo. Estaba en celo, así que tuve que usar una inyección y varias pastillas para controlar su dolor y su fiebre. Ahora parece que descansa tranquilo.

Vuelvo a mirar el teléfono móvil maldiciendo la estampa de mi otro hijo desaparecido. ¿Dónde demonios se ha metido Senbonzakura? Este hijo mío tan atolondrado como de costumbre ¡pero ni siquiera decir que no va a venir es el colmo!

- ¡Jii-sama!!!- el pequeño Tensa me grita desde el pasillo y salgo a cubrirle la boca con una mano para que no despierte a Haruka. Le llevo a regañadientes a su habitación y veo que se mueve nervioso hasta que le agarro de los hombros.

-Tensa, para. Cálmate. Tu madre vendrá pronto y le regañaré por su imprudencia-

-Está en casa de papá. Ha pasado la noche con él- abro los ojos cuando me dice eso y veo que mi expresión de enfado inminente le hace palidecer.

- ¿Con qué padre? -

No puedo ni controlar casi mi ira cuando aporreo la puerta de la casa de los Coyote. Después de lo que me ha contado Tensa sobre su "aparecido" padre, sabía que tenía que venir a esta casa, aunque aún estén dormidos.

"Imperfectos"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora