24-Una despedida en el mar
**Kenpachi**
Me froto los ojos fuertemente bostezando exagerado tras despertarme de la siesta que me he echado en la furgoneta. No puedo evitar sonreír triunfal cuando veo la última ecografía de Haruka pegada en el techo, justo a mi vista ahora mismo. Hoy de nuevo nos toca ir al hospital ¿habrán crecido más ese par de enanos? Joder, me muero de curiosidad, aunque no puedo negar que al que más ganas tengo de ver es a Haruka por supuesto. Tengo que controlar más mi lengua delante de él, siempre me mira con cara de estreñido y lo odio. Ese halo de tristeza que tiene cuando nos vemos...es jodidamente molesto.
Saco mi viejo teléfono móvil del bolsillo para mandarle un mensaje recordándole la cita. Tarda unos desesperantes minutos en contestarme y me extraña al leer que hoy quedamos en el parque frente al hospital. Mm, bueno...mientras no se escape o no haga nada que me haga sospechar, podemos quedar donde le dé la gana...
Salgo de la furgoneta dándome cuenta de mi aspecto con el uniforme. Decido cambiarme y busco unos pantalones decentes y la chupa de cuero que llevo años usando, a juego con mis botas militares eternas. No estoy tan mal...al menos no huelo a cerdo como otras veces. Creo que hasta podría sorprenderse al verme vestir como un beta aceptable.
De camino al hospital, justo al entrar al parque observo todas las flores que han nacido hace poco. Creo que podría arrancar alguna y dársela, a ver si así se le cambia la cara, aunque viniendo de mí, quedaría patético. Joder... ¿Por qué me replanteo estas cosas? ¿pienso que sorprendiéndole con tonterías conseguiré volver a follarle? Tsk! no se me da bien esto, jamás me ha gustado nadie, pero Haruka...realmente está cambiando mi vida...dios, mi semilla está en su vientre ¿Quién dice que no he llegado hasta lo más hondo de su cuerpo? Soy un puto privilegiado.
Abro los ojos cuando le veo a pocos metros de mí, sentado en un banco, con la mirada clavada en el suelo y sus manos entrelazadas sobre sus rodillas. Tiene las mejillas algo sonrojadas por el frío y eso le hace adorable y frágil.
- ¡Ha...! - me quedo atónito cuando a su lado veo aparecer a un chico joven, bastante alto y musculoso, de piel oscura y ojos oscuros que me mira fijamente con gesto de cabreo. Soy un beta, pero puedo sentir el aroma que me está lanzando ese tío como amenaza. No me jodas... ¿es él? ... ¿es el puto alfa desaparecido?
-Pero qué cojones...- no puedo controlar el chasquido molesto de mi lengua cuando veo al alfa abrazar el pequeño cuerpo de Haruka a modo de protección cuando me acerco. Haruka desvía su mirada de la mía y su alfa se pone delante de él para hablarme.
-Zaraki Kenpachi ¿verdad? No creo equivocarme-
-No hay muchos hombres como yo por aquí ¿Qué demonios haces tú aquí? -
-Soy Yasutora Sado, la pareja de Haruka. Creo que ya has oído hablar de mí-
-Me importas una mierda, solo te estoy preguntando que qué haces delante de mis narices ahora mismo. Haruka y yo tenemos una cita-
-Ya hemos ido a la revisión, acabamos de salir- abro los ojos de par en par y miro a Haruka apretando los dientes. ¿Qué este payaso ha visto a mis hijos antes que yo? ¿es que quiere que lo mate a golpes o qué?
-Ten...- Haruka se aparta un poco de su alfa para venir a mí dándome la última ecografía. Noto como me tiembla la mano cuando la veo, y no solo por la emoción sino por la ira que me empieza a llevar a volverme loco.
-Tengo un trato con Haruka. No me queda más remedio que contarle a su padre quien soy yo en realidad-
-La familia Kuchiki ya lo sabes todo- Haruka jadea al oír a su alfa y yo gruño entre dientes. –Me he presentado como el padre de sus hijos. Pienso tomar responsabilidad de esto, Zaraki-
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"Imperfectos"
FanfictionLos aromas siempre dejan buenos recuerdos. Son parte de nuestras experiencias, de nuestro crecimiento y madurez, estelas que perviven al dejar la vida atrás. En un mundo donde conviven varias razas, el aroma es lo que marca las diferencias entre un...