Capítulo 33: Unas decisiones acertadas

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33-Unas decisiones acertadas

**Haruka**

Jamás pensé que me vería en una situación tan cotidiana como la que estoy viviendo ahora mismo. Desde que Kenpachi me descubrió en su caravana y pude conocer a mis hijos, he venido todos los días a verlos, no lo puedo evitar necesito estar con ellos y aunque al principio estar junto a Kenpachi me causaba tensión, ahora me siento como en un cuento de hadas.

-Hana-chan, Ururu-chan, mamá y yo os hemos traído unos dulces ¿los queréis probar? - sonrío al ver como mi hijo Yuichi, sentado a mi izquierda, saca de una bolsa los dulces que les hemos traído a sus hermanos y los cuales abren sus ojos emocionados.

-Papi mira, este caramelo tiene forma de pollito...- mi hija Ururu enseña a Kenpachi la paleta de caramelo y éste asiente con la cabeza a la pequeña. Cuando Kenpachi vuelve a posar sus ojos en mí, ya que está sentado enfrente, trago saliva nervioso. No sé qué me pasa...cada vez que vengo siento como si esto fuera la estampa familiar que siempre he deseado tener, aunque con Yasu ya la tenía, pero presiento que esa no era la realidad que quería. Ya no veo a Kenpachi con malos ojos, soy consciente de lo bien que trata a mis hijos y lo muchos que estos le quieren. Si se los quitara...dioses, eso solo me haría quedar como el malo.

-Oye enanos ¿Por qué no salís a jugar? Taro...¡oé, Taro!!- Kenpachi menea un poco a nuestro hijo Hanataro el cual está embobado mirando su paleta dulce en forma de oso. –enseñadle a Yuichi el hormiguero que encontrasteis ayer- los tres pequeños salen de la caravana dejándonos a solas y cuando ambos nos miramos, siento que mis mejillas se enrojecen haciéndole reír.

-Eh, Haruka ¿te has enamorado ya de mí o qué? - jadeo mirándole furioso y él vuelve a reírse despreocupadamente haciendo que medio sonría después contagiándome. No ha cambiado en absoluto...sigue teniendo ese humor negro que me pone los nervios de punta, pero, en el fondo...creo que lo echaba de menos...dioses, esto es tan confuso...

-Podríamos ser felices si te decidieras- le miro con los ojos abiertos de par en par viendo como esta vez ya se pone más serio mirando desde la ventana a los niños jugar fuera. –Reconozco que disfruto mucho cuidando a nuestros hijos, pero sabes que son algo especiales y a veces me siento sobrepasado. Necesitan a su madre-

-Lo sé...yo también lo he estado pensando mucho y sé que no quiero quitártelos...eso no les haría ningún bien...-

-Por eso te digo que no hay esa necesidad. Está en tus manos, Haruka-

- ¡No es tan fácil!! ¿pretendes que me venga a vivir así sin más? También tengo a Yuichi ¿Cómo se lo explicaría? -

-Fácil. Dile que dejas a su padre por mí. Es un buen chico, lo entenderá-

-Desde luego no piensas...- me incorporo de mi asiento para salir fuera justo cuando Kenpachi me agarra de un brazo deteniéndome. Su mirada ahora es mucho más profunda y afilada, lo que me hace estremecerme en silencio.

-Haruka...pese a lo que me jodió que te marcharas, mis sentimientos no han cambiado-

- ¿Porqué? ¿Cómo puedes quererme pese a que yo estoy con un alfa? –

-Porque tus hijos me han hecho ver lo valioso que es tener una familia. Sin ti, ellos no existirían, Haruka-

-No es justo...hace unos segundos me estaba convenciendo a mí mismo de que no has cambiado, pero...ahora me confundes...-

-He madurado. Ahora soy un super padre- eso me hace reír, aunque me pongo serio cuando tira de mí más para que mi rostro se incline sobre el suyo haciéndome tragar saliva.

- ¿A que ya no te parezco tan desagradable a simple vista? - le niego con la cabeza notando que mis ojos se anegan de lágrimas. Siempre le he visto...como un hombre horrible y poco agraciado...no he querido ver más allá, he perdido esa oportunidad...

"Imperfectos"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora