Entré en la habitación y pude ver a mi abuelo conectado a miles de máquinas, casi no podía apreciar su carita.
Draco miró hacia mí preocupado y me abrazó por la espalda colocando su cabeza en el hueco de mi cuello.
-Tranquila- me susurró. Las lágrimas dejaron de brotar al escucharle, asentí y nos aproximamos hacia él. Pude observar que mi abuela estaba dormida en una butaca a su lado, la desperté y se alegró mucho de verme. También me pidió perdón por no haberme cuidado como me merecía, yo solo le dije que todo estaba bien.
Me senté en una silla que estaba a su lado y le agarré de la mano. Draco se quedó de pie a mi lado.
-Abuelito, no puedes hacerme esto, no ahora. Sé que te pondrás bien, y me darás uno de tus caramelitos de fresa como siempre, por favor despierta- no pude aguantar más y exploté. Draco me abrazó.
-¿_____?- escuché la canción de mi abuelo como si viniera de un ángel.
-¡ABUELO!- me tiré a sus brazos
-Cariño, que bien que estés aquí- me dijo entre lágrimas, yo al verlo así solo pude llorar más.
-Mira lo que te he traído abuelo- dije sonriendo melancólicamente. Le alcancé la caja de caramelos que tenía en la mano. Él la abrió y pude ver una pequeña sonrisa formarse en sus labios.
-Mi caramelito- dijo mirándome, luego miró a Draco y dijo:
-Chico, ¿me puedes prometer algo?-
-Claro señor, lo que quiera- contestó él.
-Prométeme que si no salgo vivo de aquí cuidarás a mi nieta. Que no dejarás que nada malo le pase. Que formaréis una preciosa familia, y pase lo que pase estaréis siempre unidos. Prométemelo hijo, por favor- tenía algunas lágrimas en los ojos, al igual que todos los de la sala, incluyendo a Draco.
-Claro que si señor, su nieta es lo que más quiero en el mundo- dijo sollozando -Pero no quiero que diga eso, sé que saldrá de esto, ¿de acuerdo?- le dió la mano.
-Claro que si mis niños, venid aquí- su voz sonaba apagada. Nos unimos los cuatro en un abrazo y entonces escuché el sonido al que siempre le tuve temor. Mi abuelo había fallecido en nuestros brazos.
-¡ABUELO! No por favor, dime que esto es una broma, por favor abuelo no me hagas esto- le supliqué llorando.
-____ tenemos que irnos- dijo Draco en mi misma situación.
-Te amo abuelo- tomé la caja que le había dado y deposité un beso en su frente.
-Abuela, ven con nosotros por favor. No te puedes quedar sola en casa- ella asintió aún llorando.
La abracé y salimos y Narcissa nos abrazó entre lágrimas. Al parecer lo había escuchado todo.
Nos escondimos detrás de unas macetas al escuchar pasos. Eran los doctores intentando reanimar a mi abuelito. Pocos minutos después sacaron su camilla. Draco me abrazó por tercera vez en la noche. Yo escondí mi cabeza en su pecho, intentando silenciar mis sollozos.(...)
Ya había pasado una semana desde que mi abuelo se fue. Mi abuela no salía apenas de la habitación de invitados, y me dejaba entrar en pocas ocasiones. Me mataba verla en esta situación. Yo le intentaba demostrar que estaba bien, pero me dolía tanto como a ella.
Draco y Narcissa siempre nos intentaban consolar. Narcissa se llevaba a mi abuela una vez por semana, exactamente los viernes, a un club de baile, para que se despejara, y se notaba que llegaba cambiada. Me encantaba que se llevaran tan bien. Draco y yo aprovechabamos para ver películas y series de comedia. Era el plan perfecto, junto a la persona perfecta.(...)
Estabamos a viernes, mi abuela y Narcissa bajaron con sus trajes, preparadas para sus clases de baile.
-Bueno niños, portense bien, ¡Y NO HAGAN TRAVESURAS!- gritó Narcissa, mi abuela rió y salieron.
-¿Que te parece si preparamos algo de comer para cuando vuelvan? Seguro que a tu abuela le encanta la idea- me dijo dándome un beso en la mejilla.
-Claro, me parece genial, además soy muy buena cocinera- dije alardeandome.
-¿Que quieres preparar chef?- dijo riendo.
-Pues mis galletas de chocolate son maravillosas-
-Manos a la obra- dijo sacando los ingredientes.(...)
Minutos después la masa de nuestras galletas estaba en todos lados menos en los moldes, y nos encontrabamos tirandonos harina, huevos y demás ingredientes. Eramos dos cuadros, al igual que la cocina.
-¡DRACO! ¡PARA!- dije riéndo. Me estaba haciendo cosquillas, y ya me estaba quedando sin aire.
Estaba medio acostada en el poyo de la mesa y él entre mis piernas. Cuando paró me ayudó a sentarme, estabamos bastante cerca. Me miró muy directamente a los ojos.
-No puedo aguantar ____. Cada vez que te veo me dan ganas de abrazarte, besarte, de decirte todo lo que te quiero, de mimarte... Le prometí a tu abuelo que te cuidaría durante toda la vida, y si dices que sí lo pienso hacer. ¿Quieres ser mi novia?-
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Mi princesa Slytherin
FanfictionEres _____(TN), una chica de 14 años de lo más normal. Todo cambia el día en el que te llega una carta un tanto extraña, la carta que daría un giro drástico a tu vida. De la nada aprenderás todo sobre el mundo de la magia, harás nuevos amigos, y te...