Draco Malfoy y tú #35

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Ya nos estabamos preparando para nuestra misión. Tenía algo de miedo, y no porque nos pillaran, sino por ver a mi abuelito. De lo que tenía miedo era de perderlo para siempre. Que ya no me dé sus caramelitos de fresa, o que no estuviera cuando necesitara uno de sus grandes abrazos.
-____, ¿estas lista?- me preguntó Draco entrando a mi habitación. Antes de que pudiera contestar vió mi cara llena de lagrimas y sin previo aviso se acercó a mí y me abrazó
-Todo saldrá bien, tu abuelo va a estar bien, te lo prometo, ¿vale?- yo asentí
-Bien, ¿chicos estáis listos ya?- dijo Narcissa entrando en el cuarto con los polvos Flu en la mano. Los dos asentimos y nos acercamos a la chimenea.
-Vale, chicos lo haremos así: Iremos a la casa más cercana al hospital, saldremos de la casa y nos colaremos, creo que por una ventana o algo así, ya veremos. Draco tu serás el primero en ir. Registrarás la casa asegurándote de que no hay peligro, si encontraras a alguien lanza el hechizo que te enseñé. Si por el contrario, ____ y yo no recibimos ninguna señal en nuestras varitas significará que todo va bien y ____ irá detrás de ti, luego yo. Saldremos de la casa y ya nos dirigiremos hacia nuestro destino, ¿entendido?- Asentimos algo asustados por la precisión con la que lo decía todo
-Te dije que era un ninja profesional por algo- me susurró Draco al oído, yo solté una pequeña carcajada.
-Venga Draco, no tenemos toda la noche- dijo ella. Draco me guiñó un ojo y se metió dentro de la chimenea.
-¡A la casa de los Zabinni!- gritó y lanzó los polvos Flu.
Narcissa y yo mirabamos nuestras varitas esperando alguna reacción en ellas, pero no sucedió, asi que repetí los pasos de Draco y aparecí a su lado.
-¿Estas bien?- me susurró
-Si- dije sonriéndole
Detrás de mí apareció Narcissa
-Vamos, por esa puerta- nos dijo
Fuimos sigilosamente hasta la puerta, cosa que me extrañó por Draco, él era un patoso. Al llegar nos dimos cuenta de que estaba cerrada con llave, y nos maldijimos.
-Deberíamos separarnos para encontrarla, no podemos salir por las ventanas porque están en las habitaciones y haríamos mucho ruido- sugirió Draco
-Bien, ____, tu irás por la parte de las habitaciones, Draco por los patios y yo buscaré aquí.
-¿Estas segura de que ____ debería ir a las habitaciones?- preguntó Draco algo asustado.
-Tranquilo, no me va a pasar nada- dije sonriéndole.

(...)

Ya estaba en el pasillo, rumbo a los cuartos. Habían 4 puertas. Esto va a ser más complicado de lo que creía. Me acerqué a la primera puerta y la analicé. Era rosa y tenía dibujitos de mariposas y hadas, supuse que sería de una niña pequeña.
Entré y, así era, me encontré a una niña de unos 4 años. Morena de pelo oscuro. Era muy dulce. Al entrar razoné y me dí cuenta de que obviamente no iba a encontrar la llave en la habitación de jna niña tan pequeña. Así que salí y me fui a la de al lado.
Esta era azul mate, no tenía nada pegado, al contrario que la anterior. Así que entré.
Me encontré a un chico que aparentaba tener mi edad. Parecía el hermano de la niña anterior, ya que era moreno y tenía el pelo bastante oscuro también. Me acerqué a un cajón que me llamó la atención, ya que estaba decorado y destacaba entre los demás. Lo abrí, pero nada, solo tenía su varita y algunos artilugios más de magia.
-¡¿QUIEN ERES TU?!- me preguntó el chico asustado. Yo me quedé atónita, no sabía que responder
-¿E-eres ____? Estas en mi casa, en Slytherin, ¿verdad?- dijo ya un tanto más tranquilo. Yo asentí, ya que las palabras no salían por sí solas.
-Ummm... ¿te puedo preguntar que haces aqui?-
-Yo... perdón, es una historia muy larga y no tengo tiempo, solo estaba buscando la llave de la puerta. Solo quiero salir de esta casa- dije algo desesperada.
-Bueno, pues espero que algún día me cuentes esa historia taaaaaan larga- dijo sonriendo, algo que me contagió -Y respecto a lo de la llave... yo te puedo ayudar-
-¡¿En serio?! Eso sería genial- dije ampliando mi sonrisa
-¿Pero que ganaría yo?- coloca una mano en su barbilla
-Mmmm... ¿ser amigo de esta diosa griega?- el soltó una carcajada a lo que dije y asintió
-Me conformaré con eso- se levantó y me hizo un gesto indicandome que me sentara mientras él iba a por la llave, y eso hice.
Después de unos minutos llegó con la bendita llave en la mano
-Ya podré decir que he ayudado en un robo hacia mi propia casa- bromeó, y yo me reí
-Muchas gracias, ¡te debo la vida!- grité/susurré

(...)

Ya estabamos dentro de San Mungo, después de tantas lágrimas y sudor para subir hasta la ventana.
Fuimos por los pasillos. Narcissa iba primera, era la que nos decía si todo estaba despejado o había algún guardia. Luego iba yo, y después Draco.
Finalmente llegamos a la puerta. Narcissa dijo que se quedaría fuera para que pudieramos estar tranquilos. Draco se ofreció a permanecer con su madre fuera también, pero le convencí para que me acompañara. Necesitaba su apoyo, ahora más que nunca.
Y por fin estaba abriendo ese pomo. El pomo que tanto tiempo quise tocar. La puerta que hacía mucho que quería cruzar.

Mi princesa SlytherinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora