Capítulo 11

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Me levanté como siempre a las cinco de la mañana, me cepillé los dientes, fui a bañarme, me cambié y bajé a buscar mi maletín. Salí de la casa y como aún tenía tiempo de sobra decidí hacerla "decente" por la parte de fuera. Le di un color blanco a toda la casa, luego me creé un spray negro y decidí dibujar un tridente. ¿Por qué? No tengo ni puta idea. También dibujé un búho... Todo bien, todo correcto. Ahora sí, guardé el spray en mi mochila y me fui para abordar el tren.

Sigo inquieta, ¿qué putas madres pasó con Midoriya y la perra loca en celo de Bakugo? Dios mío estoy que me muero, pero debo aguantar. Debo aguantar, igual sé que Bakugo llega temprano así que, le preguntaré de una vez.

Bajé del tren y salí corriendo como tiro al blanco hacia la escuela. Pero antes me pasé a comprar un pastelito y un chocolate caliente con el poco dinero que aún tenía. Y terminando de tragar me fui fugazmente a la escuela. Llegué y me dirigí, sin más, a la clase. La abrí de una patada y comencé a buscar a Bakugo. ¡EL HIJO DE PUTA NO HA LLEGADO! ¡ÉL SIEMPRE LLEGA TEMPRANO, CARAJO! ¡MALDITO INFELIZ Y DESGRACIADO! Me fui algo enojada hacia mi asiento, me puse los putos audífonos y decidí escuchar música.

Poco a poco todos fueron llegando, ya todos estaban aquí a excepción de Bakugo y Midoriya. Comencé a imaginarme lo peor: Bakugo escondiendo el cuerpo de Midoriya, Bakugo matándolo ahora mismo, Bakugo haciendo de todo pero nada bueno.

Juro que estaba tan inquieta, todos estaban hablando y demás cosas. Todoroki llegó hace unos 5 minutos, así que, mejor me calmé y comencé a platicar con él. Luego escuché que la puerta se abrió, nadie se inmutó en ver hacia allí. Nadie excepto yo, bitch.

Me volteé a ver como la niña del exorcista y allí estaba Bakugo junto con Midoriya, ambos estaban sonrojados. Sólo que el de Bakugo a penas y se nota. Yo me extrañé y luego me di cuenta del porqué.

-¡SANTA VIRGEN DE LA PAPAYA! –Grité exaltada, todos voltearon a verme preocupados. -¡OH MY FUCKING GOD! ¡OH MY FUCKING GOD! ¡NO MAMEN, NO MAMEN, NO MAMEN! ¡AY DIOS MÍO MARICA, ME VA A DAR ALGO! –Algunos ya se habían acercado a mí para ver que me pasaba y lo único que hice fue señalar las manos lindas y hermosas de ese par que había llegado recién.

Todos quedaron en shock, nadie decía nada. NADIE CARAJO, pero luego de estar por unos minutos en silencio todos empezaron a gritar de la emoción.

-¡Me debes 500 Kaminari! –Le gritó Kirishima a Kaminari, Uraraka también había apostado pero con Tsuyu y la que perdió allí fue Tsuyu. Bueno... Técnicamente, por lo visto, la mayoría había apostado. -¡Hagamos nueva apuesta! ¡Yo voy a que Bakugo es el que da! –Gritó Kirishima.

-¡Yo voy a que Deku-kun le da a Bakugo! Dicen que los más inocentes son los más... ya me entienden. –Dijo esta vez Uraraka.

-¡Yo pongo 800 a Bakugo! –grité. –Es que esa perra está loca. –La mayoría se rió por lo que dije.

-¡Yo 500 a Bakugo! –Gritó Mina.

-¡Yo 700 a Midoriya! –Gritó Kaminari y así nos fuimos con toda la clase. Hasta Todoroki apostó, él puso 700 a Bakugo.

-¿¡PERO QUÉ MIERDA LES PASA, MALDITOS!? –Comenzó a gritar Bakugo. -¿¡USTEDES TAMBIÉN APOSTABAN POR NOSOTROS!? –Espera, ¿también?

-¿Cómo que también? –Pregunté yo. Bakugo me miró con su tic en el ojo.

-La madre de Kacchan y mi madre apostaron contra el padre de Kacchan. –Habló tranquilamente Midoriya, todos le sonreímos. -¿Qué es eso del que da? No entendí eso. –Dijo con inocencia, todos soltamos un "owww". Nadie le quiso decir a qué nos referíamos con eso a Midoriya, no queríamos quitarle su inocencia.

Unic (BNHA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora