Capítulo 13

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No dormí mucho, dormí solamente dos horas ya que, como sabrán, siempre me despierto a las 5 de la mañana. Ya que hoy no tengo nada qué hacer sino hasta la tarde, pensé en finalmente ir a comprar algo para comer. Pero como aún era demasiado temprano mejor salí a correr por un rato.

Tomé mi celular, me coloqué los audífonos y salí de la casa. Creí que nadie salía a esta hora de la mañana a correr, pero no. Me choqué con mi amiga la rubia. -¡Bakugo! ¡Hola! ¡Buenos días! –Me coloqué a la par de él para que corriéramos juntos.

-¿¡Qué tienen de buenos, maldita estúpida!? –Me dijo cariñosamente. -¿Escuchaste la gran bulla que tuvo un imbécil en la madrugada? ¡Te juro que cuando lo encuentre, lo mataré! ¡No me dejó dormir ese desgraciado, hijo de puta! –O por Dios, mi "fiesta" se escuchó hasta la casa de Bakugo. No jodas, me siento orgullosa.

-¿Eh? No, no, claro que no escuché nada. Qué raro, ¿no crees? –Me hice la loca. A la próxima trataré de no hacer tanto escándalo. Pero es que fue inevitable.

-Ese idiota ni si quiera pudo hacer un escándalo soportable, se escuchaba como si estuviera matando gallos.

-¡MIRA IMBÉCIL! ¡YO ME SENTÍA A GUSTO CON CANTAR AS... -Puta, metí la pata.

-¿¡FUISTE TÚ LA DEL PUTO ESCÁNDALO!? ¡VIVES A TRES CUADRAS DE MÍ CASA! ¡TRES CUADRAS Y AÚN ASÍ SE ESCUCHABA FUERTE! ¡TEN TANTITA MADRE, PENDEJA! –Me comenzó a gritar, yo me reía un poco.

-Ya, lo siento, lo siento, pero es que... No, no tengo qué inventarme. –Volví a reír. –Pero a la próxima te invitaré. –Levanté mis pulgares y seguí sonriendo.

-Invita a mi culo, malparida. Oh cierto... ¿¡CÓMO ES ESO DE MARICA BAKUGO HIJA DE LA GRAN PUTA!? ¿¡QUÉ VERGA TE PASA EN LA CABEZA!? –Me metió un gran golpe en la cabeza y nuevamente me empecé a cagar de la risa. No puedo creer que ese grito también se haya escuchado hasta allá.

-¡P-PERO ES CIERTO JAJAJAJA! AY NO JODAS, SOY GENIAL. JAJAJAJAASDFGHJKLÑ! –Me reía como una foca teniendo epilepsia, Bakugo se encabronó más y me metió otro golpe en la cabeza. –O-Okay ya, me tranquilizo. Cálmate. –Dije ya parando de reírme. –Aún no puedo creer que se haya escuchado hasta tu casa.

-¡A la próxima al menos no grites algo que tenga mi apellido, pedazo de mierda! –Me gritó.

-No prometo nada. –Le sonreí, él intentó explotarme la cara pero rápidamente me alejé de él y seguí corriendo.

Corrí durante dos horas y el Sol ya había salido. Así que me dirigí hacia un mini súper que me encontré mientras corría y me adentré, me quería llevar cada cosa que había aquí, pero no tengo suficiente dinero. Lo único que tomé fue un cartón de huevo, cereal, leche y un par de bolsas grandes de papitas, creo que con eso puedo sobrevivir un tiempo. Fui hacia el mostrador y al llegar, vi bien al chico que estaba detrás de la caja registradora.

-¡KILLUA! ¡PUTA MADRE! ¿¡TAMBIÉN TE DEJARON SALIR!? –Me pasé de un salto hacia la parte de atrás del mostrador, abracé al albino.

-¿A ti también te dejaron salir? ¿Hace cuánto? –Me preguntó mientras alborotaba mi cabello y sonreía.

-El martes me dejaron salir, ¿a ti?

-Hace siete semanas, estoy compartiendo habitación con un chico de cabello verde, se llama Gon. –Me dijo sonriente. Y luego observé la cara que hizo al nombrar a su compañero.

-Vaya, vaya... ¿Te gusta?

-Bueno... En realidad estamos saliendo, pero no te preocupes. Por cierto, ¿dónde estudias?

-Estoy en la U.A., la juez me mandó allí. ¿Y tú?

-Una escuela particular, no es tan genial como dicen que es la U.A., pero al menos estudio con Gon. –Me volvió a sonreír, yo finalmente me volví a pasar del otro lado del mostrador. –Un día de estos me tienes que invitar a tu casa, también tenemos que hacer nuestro duelo... ¿Cuánto íbamos?

Unic (BNHA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora