Capítulo 15

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Abrí mis ojos y me molesté un poco al ver que el Sol me pegaba en toda la cara... Espera, ¿el Sol? ¿Por qué putas el Sol está tan fuerte a las 5 de la mañana? Me acerqué a mi celular y lo desbloqueé. ¡LA PUTA FOCA QUE ME PARIÓ! Me metí al baño y tomé una ducha lo más rápido que pude, me cambié como Flash, tomé mis cosas, bajé hacia la cocina y tomé una caja de cereal. Me la comeré en el camino.

Mierda, mierda, mierda, mierda, mierda... Creo que ya están recibiendo la primera hora. Tomé el tren de siempre pero esa mierda no llegaba, así que empecé a correr. Corrí al menos por 10 minutos y llegué a un sendero en donde debía esperar a que el "semáforo" para los que caminábamos, diera a verde. Y esa mierda tampoco pasaba, la gran puta.

A lo lejos vi venir a un niño, estaba corriendo y tenía una pequeña pelota con él. La pelota se le escapó de las manos y pasó por la calle, el niño sin mirar si venía o no un carro cruzó para traer su pelota. A unos metros venía un tráiler a alta velocidad, aunque frenara se llevaría al niño. No dudé y corrí hacia el pequeño, lo tomé rápidamente y me tiré hacia la banqueta, tratando lo posible que sólo yo recibiera el impacto de la caída y no el chiquillo.

La gente se preocupó en que nos haya pasado algo, se comenzaron a acercar. Volteé a ver al chiquillo y éste se abrazaba a mí con demasiada fuerza, estaba temblando por el miedo. Levantó su mirada y me vio con lágrimas en los ojos.

-P-Perdón señorita, p-perdón p-por c-causarle m-molestias. –Me miró con una cara de tristeza, yo le sonreí. Hice que se pusiera de pie y yo me arrodillé para intentar estar a su altura.

-¿No te hiciste daño? –Le pregunté, él negó aún con lágrimas en su rostro. Intentó quitarlas con su brazo. -¿Y tus padres? –Nuevamente le pregunté.

-Y-Yo vivo en l-las calles, n-no conozco a mis padres. –Lo miré sorprendida, lo abracé y luego le sonreí.

-¿Qué te parece si te vienes conmigo? Seguro has de tener hambre, ¿no? –Él se limpió las pocas lágrimas que aún tenía y me sonrió. Es tan tierno. –Ten. –Saqué el cereal que llevaba conmigo. –Cómetelo, seguro tú tienes más hambre que yo, luego iremos a comer algo más apropiado. –Le sonreí nuevamente, finalmente me paré y cargué al niño. Acomodé un poco mis ropas. La gente al ver que estábamos bien, poco a poco se fue dispersando, había escuchado que algunos me habían dicho "heroína". –Oye, tengo que ir a mi escuela y no te quiero dejar solo. ¿Te gustaría venir conmigo? –Él asintió enérgicamente. Comencé a caminar ahora más tranquila. -¿Cómo te llamas?

-M-Me llamo Makoto. –Me paré y me quedé sorprendida, se llama igual que mi papá. Ya veía venir las lágrimas a mis ojos, pero negué rápidamente antes que éstas salieran. -¿Cómo se llama usted? –Continué caminando.

-Yo me llamo Yagami Akira, pero dime Akira. –Volteé mi rostro para verlo y le sonreí.

-Muchas gracias por salvarme Aki Aki, eres mi heroína. –Este niño es tan tierno que moriré por tanta lindura. Le sonreí.

-No hay de qué, te salvaría un millón de veces más.

Seguí caminando por varios minutos hasta que finalmente llegué a la U.A. Las puertas ya estaban cerradas así que miré hacia los lados y me cercioré que no hubiera nadie. Al ver que no había pero ni una mosca, activé el One for All. –Makoto sujétate fuerte. –El pequeño asintió y se abrazó a mí con mucha fuerza. Salté y llegué a la parte alta de las puertas, luego me dejé caer hacia el suelo.

-¡Woow! Eso fue asombroso Aki Aki. –Me sonrió el niño.

-¿Cuál es tu poder? ¿Lo sabes? –Le miré mientras entraba al establecimiento.

Unic (BNHA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora