Unic (BNHA)

Capítulo 16

Ahora mismo me dirigía hacia el patio de la escuela, teníamos que ensayar nuevamente. Antes de llegar al patio me topé con Aizawa y me dijo que por el día de hoy cuidará a Makoto y que luego él miraría qué haría con el pequeño. Yo sin rechistar acepté, cargué a Makoto y fuimos hacia el patio.

-Bien, ahora sí estamos todos. ¡Comencemos! –Gritó Mina, yo bajé a Makoto y le dije que se sentara por un rato ya que íbamos a tardar un poco. Le creé una pelota para que se entretuviera. Luego creé rápidamente un clon e hice que fuera a trabajar por mí y ahora sí, fui hacia el grupo.

Seguimos practicando la cuarta canción y finalmente a las mujeres nos quedaron bien los pasos, solo faltaban los hombres. Le dije a Mina que ella se encargara sola de los chicos y que yo iba a jugar un rato con Makoto, ya que él se había aburrido de jugar con la pelota. Toda sudada me acerqué a Makoto.

-¿Ya te aburriste? –Le sonreí, me agaché a su altura.

-Sí, ¿cuánto más te falta? –Me dijo con una cara de aburrimiento total.

-Aún nos falta mucho, ¿te parece si entrenamos tus poderes? –Le alboroté el cabello, él saltó y comenzó a asentir rápidamente. –Vale, entonces quiero que me ataques y yo te ayudaré en lo que te haga falta. –Él nuevamente asintió.

-¿Y si te lastimo? –Me miró tristemente. Tan lindo.

-No te preocupes por mí, puedo soportarlo. –Le sonreí y finalmente él se puso en combate. Primero me mostró las habilidades que tenía cuando sus ojos se convirtieron en un rojo friolento. El pequeño es muy bueno, con años de práctica y será todo un guerrero.

Lo ayudé a mejorar las técnicas que usaba, poco a poco las fue dominando. Luego nos pusimos a practicar sus rayos, él me lanzó varios en un principio. Le dije que eso no era correcto, que para empezar un combate debería guardar lo mejor para el final, él asintió y seguimos "luchando".

No me dolían los rayos de Makoto, ya que, gracias a Killua, me acostumbré a los golpes de los rayos. Makoto solo lograba tirar rayos por las palmas de sus manos, así que me acerqué a él y le enseñé a cómo sacar rayos por los dedos. Él rápidamente lo logró y comenzó a practicar más los rayos. –Bien Makoto, si sigues entrenando, tus rayos se harán más fuertes. –Le sonreí y revolví su cabello. –Tú serás mi maestro de combate, eres el mejor cuando tus ojos se convierten en ese rojo intenso. –Él sonrió y comenzó a saltar, luego me extendió sus brazos en señal para que lo cargara. Por andar "entrenando" ni nos fijamos que los demás nos estaban viendo. -¿Qué miran?

-Ese niño no ha de tener tanta fuerza como para no electrocutarte. –Me dijo Kaminari. Yo sonreí y le iba a decir que las descargas eran muy fuertes, sólo que yo estaba acostumbrada a ese tipo de cosas, pero el imbécil habló antes que yo dijera algo. –Niño, golpéame con tu más grande golpe. –No iba a negar que quería ver qué pasaba, así que le dije a Makoto que le diera con todo. Él, aún en mis brazos, extendió sus dos manitas y preparó su golpe. Rayos comenzaron a aparecer en sus manitas y en un dos que tres le lanzó todo eso a Kaminari, el pobrecito no soportó las descargas y salió quemado de eso.

Luego empezó a actuar como idiota, así como cuando él utiliza mucho su quirk.

-¿Pero qué...? –Se acercó Ojiro a picar con un palito a Kaminari, éste solo decía "Wheee". Jiro se empezó a matar de la risa junto con Kirishima.

-Choca esos cinco, Makoto. –Él rió y chocó su palma con la mía.

-¿Cómo es que eso no te dañó a ti? –Se acercó a preguntarme Uraraka, le sonreí.

-Estoy acostumbrada al daño físico. –Se impresionó, pero rápidamente su rostro pasó a uno de tristeza. –No te preocupes, ahora agradezco que me haya pasado todo lo que me pasó. Por lo menos puedo soportar el dolor. –Me reí para intentar hacer que se relajara, lo cual logré.