22. tontita

143 22 0
                                    


La verja del jardín se abrió con un chirrido.

–Kyungsoo...

Pero no era Kyungsoo. Al otro lado del jardín, frente a las brillantes flores rosas y con el sol iluminando su pelo negro, estaba Jongdae.

–¿Es cierto? –preguntó, bajando la mirada a mi abultada barriga–. ¿Estás embarazada?

No pude responder. Jongdae dio un paso hacia mí, y otro. Sus ojos me devoraban, como si hubiera estado soñando conmigo durante meses y no se pudiera creer que fuera real.

–¿Es mío? ¿O es de Kyungsoo?

Me temblaba todo el cuerpo.

–Es tuyo –respondió Howard por mí.

–¡Howard! –exclamé.

–Oh, vamos. No vas a mentirle. Al menos, no por mucho tiempo.

–Te estás entrometiendo.

–Te estoy ahorrando más problemas, pero ya me lo agradecerás después. Si me disculpas... –caminó hacia la verja y se detuvo delante de Jongdae–. Ya era hora de que dieras la cara –se frotó la barbilla pensativamente–. Así podré partírtela...

–¡Howard! –grité.

–En otro momento –dijo él rápidamente, y salió del jardín.

Jongdae y yo nos quedamos mirándonos a través del césped. Tenía ojeras, como si llevara días sin dormir. Pero nunca me había parecido tan atractivo. No, no quería ni debía sentir nada por él.

–¿Qué haces aquí?

–Vi tu foto en Internet –parecía inseguro, lo que era extraño en él–. El artículo decía que Kyungsoo era tu novio, pero...

–Daré a luz en septiembre.

Él hizo el cálculo mentalmente y torció el gesto.

–Entonces yo soy el padre.

Bajé la mirada a la hierba de color esmeralda, exuberante y puntiaguda.

–Lo siento. Sí.

–¿Cómo es posible? Tuvimos cuidado...

–Al parecer, no el suficiente.

–Tú sabías que estabas embarazada cuando te marchaste de Londres, ¿verdad? –su voz era engañosamente tranquila–. Lo sabías y no me lo dijiste.

–Te hice un favor.

–¿Un favor?

–No querías tener hijos. Fuiste muy claro –los dientes me castañeaban por la emoción y sentía frío a pesar del sol de julio–. No querías un hijo ni me querías a mí.

Jongdae se acercó.

–¿Y por eso te vengaste?

Sacudí la cabeza con vehemencia.

–¡Intenté decírtelo! Pero en cuanto te confesé mis sentimientos saliste corriendo.

–No te atrevas a...

–¡Dijiste que querías cortar por lo sano! –mi voz sonaba estridente y chillona, a pesar de mis esfuerzos por mantener la calma–. ¡Me dijiste que no querías volver a verme! Intenté decírtelo y te fuiste sin escucharme. ¿Es que lo has olvidado?

Jongdae se detuvo a escasos centímetros de mí.

–¿Por eso volviste con Kyungsoo? ¿Porque yo no te escuché? ¿O era él con quien querías estar realmente?

Thunder - ChenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora