Esperar

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-¡¿Puedes decirme por qué seguimos haciendo esto?! ¡Es inútil!

-¿Y qué sugieres? - susurró ella cruzando sus brazos - ¿Qué demonios quieres que haga, Hyunjin?

    Él la miró con detenimiento. Observando su rostro húmedo por sus lágrimas se dio cuenta de lo doloroso que estaba resultando para ambos aquella frecuente situación.

-¿Ves la forma tan despiadada en que nosotros mismos nos estamos arruinando? - murmuró.

   Ella desvió su mirada, fijándola en el suelo.

-No quiero verlo.

-¡Pero nos hace daño!

-¿Y qué quieres que haga? - insistió.

    Él cerró sus ojos algunos segundos mientras intentaba calmar su respiración. Aunque lo deseaba, no podía gritarle todo lo que quería.

-Esto no esta bien. Nosotros no estamos bien.

    La chica lo miró asustada de lo que diría.

-¿Qué quieres decir?

-Que se terminó.

    
    El pequeño cuarto en el que discutían se sumió en un silencio absoluto. Pronto fue roto por Hyunjin y el ruido que provocaba al guardar ropa en su mochila.

-Y te vas, ¿Eso harás?

-Es esto, o quedarme a presenciar como nos matamos.

-Bien. Vete si quieres.

     Ella no lo detuvo, dejó que su novio se marchara sollozando con una mochila llena de ropa.

    ¿Era realmente tan difícil entender que él quería que ella hiciera algo? Estaba cansado de pelear todo el tiempo, y luego ser él el que se disculpara primero. Quería que ella actuara.

    Y no, no era su orgullo. Adoraba tanto a esa chica que en realidad aquello no le interesaba en lo mínimo. Pero quería saber si ella también lo hacía. Últimamente no se sentía tan amado como solía.

    Por otro lado, la joven en su departamento se dejó caer al suelo después de escuchar el estruendo que provocó Hyunjin al cerrar la puerta bruscamente.

    Si bien era consciente de que los conflictos eran demasiados en su relación, nunca pensó que que las cosas acabarían de ese modo.

    Estaba asustada. No tenía idea de que hacer, y algo dentro de ella sabía que él no regresaría pidiendo perdón, no aquella vez.

    Sin importarle el crudo invierno, ni la nieve y la oscuridad de la noche, salió corriendo tal y como se encontraba, solo con su pantalón y una fina camiseta rumbo a la parada de autobuses esperando ver a su chico allí. El pensamiento de verdaderamente perderlo la atemorizó.

    Efectivamente, Hyunjin estaba bajo ese pequeño techo de la parada sin hacer ni el menor intento por callar su ruidoso llanto.

    Ella corrió hacía él, abrazándolo con fuerza y haciéndolos casi caer.

-Lo siento, Hyunjin. Lo siento mucho, pero no te vallas por favor, no te puedes ir y dejarme aquí. Te amo demasiado como para dejar que te vayas y...

-Me molesta tanto que no lo entiendas - musitó.

-¿E-entender qué?

-Que, no quiero pelear más, estoy cansado de eso. Estoy cansado de mostrarte lo mucho que te quiero, y que tú no lo hagas. Estoy cansado de que no entiendas que estoy esperando que tomes mi mano con seguridad, pero no lo haces.

-Hyunjin, yo...

-No, ¿Sabes qué? No puedo seguir permitiéndome que pase el tiempo sin que tú aprendas a amar, necesito saber que estarás, pero tú no me demuestras que lo harás, y simplemente, esto me lastima demasiado, porque parece que soy el único que siente amor aquí, y...

     Ella lo calló estampando sus labios contra los de él, mientras tomaba una de sus manos y la apretaba con seguridad.

-Te amo, ¿Si? Mejoraré, pero no me dejes por favor - susurró.

    Él le respondió besándola otra vez, mientras se le escapaba una pequeña sonrisa.

ˢᵗʳᵃʸ ᴷⁱᵈˢ ¡!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora