•°• Bang Chan •°•
Narrador: protagonista.
—El morado te quedaba supremamente precioso, en realidad, ¡Todos te quedaban supremamente preciosos! ¿Puedes elegir un vestido ya?
—Tú no entiendes Felix — dije desde el vestidor para mi mejor amigo — ¿Acaso sabes quién va a ir a esa cena?
—¡Si! El magnífico, inigualable e inalcanzable, Lee Minho! ¡Tu horrible crush! — gritó con falso entusiasmo.
Por mi parte, me pareció una total falta de respeto que llamara "horrible" a Lee Minho, porque santo cielo, el tipo era una obra de arte.
—Vuelve a decirle horrible, y te desheredo — amenazé abriendo ligeramente la puerta y apuntandolo con mi dedo acusador.
—De todos modos no habría mucho que heredar, ¿Unos calcetines?
—Te equivocas — repliqué —. Unos geniales calcetines de Bob Esponja, ahora se los dejaré a Binnie.
Sentí una pequeña risa de su parte y miré en el espejo una vez más, sentía que era el quincuagésimo vestido que me probaba, y los tacones que me puse para ver como quedaban combinados ya me hacían doler los pies, ¿Enserio tanto sufrimiento era necesario?
Suspiré y salí del pequeño cubículo permitiendo que Felix viera la prenda. Era rojo, hasta medio muslo, ajustado con un corte recto y sin espalda, era sexy y a la vez era elegante si sabía lucirlo.
—¡Santa cabra! — casi gritó.
—¡Felix! ¡Habíamos quedado en dejar de usar esa expresión! — dije como pude entre mis carcajadas.
—Es que, no sé, es el indicado. Es como cuando en esos programas de novias encuentras el vestido perfecto y todos lloran y se abrazan mientras te dicen que estás hermosa. Así lo siento.
—Pues exageras — reí —. Pero dentro de todo, es el que más me ha gustado, y no me probaré otro, así que me llevo este.
—¡Aleluya! — gritó poniéndose en pie, y por eso mismo, se ganó un golpecito de mi parte en el hombro.
Con la bolsa del vestido en la mano — que no había sido nada barato — nos dirigimos por un helado. Al rato Felix debía irse porque Changbin pasaba a buscarlo porque tenían que hacer algo. Vamos, que algo era lo que tenían esos dos.
La cosa es que al quedarme sola en el centro comercial, se me ocurrió que, si estrenaba vestido, estrenaba lencería. Porque si, tengo delirios de millonaria. Entonces entré en una linda tienda de lencería mirando todos los modelitos, y, que cosas bellas por dios.
Encontré uno que realmente se había robado mi corazón, y casualmente era rojo también, de encaje y bastante atrevido diría yo, y a pesar de que no podía usarlo con el vestido ya que este tenía la espalda descubierta, me parecía que el destino había puesto esto para que yo, compradora compulsiva, me lo lleve.
—Oye, se te ha caído esto.
Me di la vuelta para ver quien era la persona que me había hablado y, maldición, era uno de los mejores amigos de Minho, Chan.
Lo peor, es que yo me di vuelta con el conjunto en la mano, como si nada. Me puse extremadamente nerviosa, y no podía ni siquiera contestarle. Entonces el chico, al ver que no lo hacía, sacudió su mano llamando asi mi atención a que tenía mis llaves. ¿Cómo pudieron caerse?
—Gra-gracias — instantáneamente me quise golpear por montar tal espectáculo.
—El rojo me gusta.
Tardé en captar su referencia, creo yo, porqué aún estaba con los pelos de punta; pero apenas lo hice, estoy segura de que me puse de todos los colores.
—Ya, tranquila, solo te estoy molestando — pues qué gracioso, ¿No? — ¿Lizz, cierto? Creo haberte visto en alguna fiesta.
—Si — aclaré mi garganta —. Y si no mal recuerdo, tú eres Bang Chan.
El asintió de forma tan enérgica que quise apretarle los cachetitos de la ternura.
—Si no te molesta que te pregunte, ¿Qué estás haciendo en una tienda de lencería para chicas? Es decir, gustos son gustos pero...
Sus orejas tomaron un poco de color y lo hizo ver el triple de adorable.
—Estoy aquí de casualidad — explicó — . Estoy con un amigo que tiene novia y se le ocurrió hacerle un presente, pero bueno, me prohibió ver.
—Ya veo.
—Oye, ¿Tú irás a esa cena por el cumpleaños de Sun? — me preguntó.
—Si, es buena amiga mía.
—Oh, genial. Podremos vernos allá, o espera... ¿Quieres impresionar a alguien? — me señaló la bolsa del vestido y el conjunto, aún en mi mano sorpresivamente, mientras subía y bajaba sus cejas.
—Pues si — no entendía porqué le contaba, pero me transmitía confianza.
—Uh la la — canturreó — ¿Y puedo saber quién?
—Si, Lee Minho.
Al instante, su cara se transformó un poco.
—Lee Minho, ¿Lee Minho? — preguntó inseguro, yo asentí — De mi misma estatura, cabello castaño, guapo, extra y pervertido, ¿Él? — jamás había escuchado una descripción más acertada.
—Ajá.
—Oh Dios, voy a romperte el corazón ahora.
Su comentario me hizo estremecer, ¿Romperme el corazón? ¿Acaso Minho tenía novia?
—¿Qué, qué? ¿Tiene novia? — y al instante, nunca escuché a alguien reírse tanto a carcajadas.
—Es gay. Terriblemente gay. Tan gay que hasta...
Levanté mi mano en señal de que se callara. ¿Enserio era gay?
—Lo lamento, supuse que tendrías que saberlo, porque si él te gusta y él va para el otro lado...
—Si, entiendo. Diablos, gasté mucho dinero para nada.
El volvió a reírse con fuerza, yo si estaba un poco dolida, pero si esa era su orientación sexual no había nada que hacer, así que que decidí ponerle humor.
—Bueno pero, puedes sorprenderme a mi.
—¿Tienes por lo menos interés alguno en verme a mi? — inquirí con una sonrisa.
—Pues, ten por seguro de que de todas las chicas que asistirán, tu serás la más bonita.
—No digas tonterías — dije nerviosa.
—No son tonterías, además, recuerda que el rojo me gusta — dijo mirándome altanero mientras se iba —. Nos vemos, espero que tu vestido también sea rojo.
Mis cara se sentía caliente y no lo pude dejar de ver hasta que desapareció por la puerta con un chico pelinegro más alto que él.
Bueno, quizá Diosito si puso elvestudo rojo y la lencería roja en mi camino por algo.
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ˢᵗʳᵃʸ ᴷⁱᵈˢ ¡!
FanfictionReacciones, types, imaginas, de todo en cuestión. I hope you enjoy it ✌