VII. Peligro y Recompensa."¿Quieres saber un secreto, marinero? No es ojo por ojo y diente por diente, eso es solo un dulce cuento. Aquí es vida por medallón, alma por juramento, ¿estás dispuesto a correr el riesgo de perderlo todo por un simple intento?"
-OATH.
1ª Leyenda.
No se sabe exactamente el año, algunas bocas dicen que fue en los años 1200, otros dicen que esta historia relata de muchos años atrás, tantos, como para sí quiera recordarlos.
Nadie sabe exactamente qué sucedió, pero lo que la leyenda si cuenta es que "Esperanza", el barco a mando de el capitán Simón de Sevilla, perdió su ruta. El mar lo había arrastrado hacia un lugar desconocido para el resto del mundo, un lugar donde las brújulas no servían y las estrellas no se veían. Un lugar donde la noche no existía.
Llegar a esa isla sería uno de los más grandes temores de cualquier marinero pues, ¿cómo saldrían de ese lugar? Sin dirección alguna, todo parecía que iba en círculos. Y eso fue lo que le pasó al capitán de Sevilla.
Meses después de que se perdiera, una embarcación lo encontró solo sobre una tabla, parte de lo que había sido su barco, flotando a la deriva.
Al rescatarlo, el hombre casi muerto solo fue capaz de decir que "La Laguna se había tragado a la noche." Dando inicio a la leyenda de "La Laguna Negra", que bajo las palabras de aquel capitán era una pesadilla, lentamente te llevaba a la locura, no había salida alguna.
La leyenda creció cuando al transcurrir de los años, se sabían de barcos que por esos rumbos señalados por el capitán De Sevilla, se perdían. Muy pocos eran los que sobrevivían, y los que lo hacían daban crédito a La Laguna Negra.
Lo curioso era que de los pocos sobrevivientes a lo largo de la historia, todos eran capitanes.
Canario
—Y aquí vamos una vez más. —Le susurré a la princesa quien miraba atenta al capitán alejarse.
Ella se volvió a voltear hacia mi, mirándome con una ceja enarcada. —Nunca he escuchado de ese lugar, ¿qué es la Laguna Negra? ¿Dónde queda?
Le sonreí con burla, ella realmente no tenía la más mínima idea de a donde y con quienes se había metido, era meramente una pueblerina.
—La Laguna Negra es la pesadilla de cualquier marinero, una isla que ningún mapa muestra, de la cual no cualquiera sale con su tripulación completa. —Expliqué con vaguedad, ya que no había punto en hacerlo de una manera extensa. No había una explicación lógica para ese lugar, para creerlo tenía que presenciarlo.
—¿Por qué el capitán querría ir a un lugar como ese? ¿No le teme?—Ella expresó confusa, me abstuve de rodar los ojos. Ella era muy curiosa, metida.
—Nuestro capitán es el dueño del mar, además, Neptuno no desampara a su hijo. Hemos ido en varias ocasiones y de todas hemos salido con bien, pero no hay punto en que te lo explique, verás de lo que hablo en unos días.
—¿Cómo en cuantos días?
¿Por qué ella era tan preguntona?
—Como en quince días. —Dije antes de comenzarla a empujar hacia la puerta de la cocina, no podíamos seguir perdiendo tiempo.