XIV. Repetir.Despierto con mi cuerpo completamente desnudo, recuerdo perfectamente lo qué pasó, lo que si no recuerdo fue exactamente en qué momento me quedé dormida.
Harry no está aquí, lo cual no causa nada en mi. Paso mi mano por mi cuello sintiendo la cadena de el medallón y suspiro complacida con un recuerdo específico con el oji verde. Sin permitirme quedarme a fantasear con la noche anterior me pongo de pie y me apresuro a vestirme, una vez vestida paso mis dedos por mi cabello terminando de deshacer la trenza para volverla a hacer correctamente, calzo mis botas, tomo mi cuchillo y sin más salgo del pequeño cuarto de Harry.
Los primeros rayos del sol me dan la bienvenida al salir a la cubierta, por inercia miro hacia el timón solo para encontrarme al mismísimo capitán junto a Harry, ambos parecen conversar totalmente ajenos a mi y decido que es buen momento para escabullirme en la cocina, después de todo ahí es donde me tenía que dirigir.
Cuando estoy por abrir la puerta de la cocina, siento como un par de dedos se enredan en mi muñeca para así tirar de mi con poca delicadeza, me volteo al instante topándome con Calum, su pecho al desnudo con diversos tatuajes esparcidos es lo primero que veo antes de levantar la mirada para encontrarme con sus ojos oscuros los cuales me miraban con lo que parecía ser profundo odio. Me atemorizó.
Su agarre se mantuvo firme en mi muñeca y finalmente habló. —No seas tan malditamente ruidosa, puede que eso le guste a Ice, pero a mi me molesta, no pude dormir por tu culpa. —Y sin más soltó mi mano de golpe para después dirigirse a los escalones que daban al área del timón.
Me quedé viendo como se alejaba, centrada en ese tatuaje de una enorme serpiente que adornaba su espalda. No hubo necesidad de que él se explicara más, sabía a lo que se refirió y por un instante me sentí apenada, nunca antes me había pasado algo así, pero tampoco le iba a dar mucha importancia al asunto, aunque lo tendría en cuenta la próxima vez.
La próxima vez, ¡ja! ¿Realmente estaba segura que volvería a estar con Harry? La verdad es que no, pero eso solo el tiempo lo diría.
Retomé lo que estaba por hacer, era momento de distraerme pelando papas en la cocina.
Ice/Harry
—Estamos a cinco días de distancia. —El capitán informó manteniendo su mirada fija en el horizonte, me rasqué la barbilla antes de cruzarme de brazos.
—Déjeme ver si entendí bien; ¿estamos yendo a una isla totalmente desconocida solo para encontrar una cárcel portátil? —Simplifiqué, no estaba cuestionando al capitán, solo se me hacía interesante, ¿a quien quería encerrar?
—Yo no lo llamaría una cárcel portátil, es el círculo del tormento.
—Una esfera de tamaño mediano con el propósito de encerrar a alguien, para mi es una cárcel portátil. —Sostuve lo que creía, nombre misterioso o no, seguía siendo lo que yo decía.
El hijo de Neptuno se rió. —Call it what you want, Ice, de igual manera la necesitamos, sin ese artefacto no seremos capaces de salir de la Laguna Negra. —Expuso y yo lo miré serio.
—¿Qué fue lo que cambió? Antes no presentábamos problemas. —Me interesé y él desvió su atención a Taipan que venía subiendo los escalones para llegar hasta donde nos encontrábamos.
—Ni yo lo sé, Neptuno simplemente me dijo que buscara ese artefacto porque lo necesitaría. No quiero adelantarme a conclusiones, pero creo que se trata de alguna leyenda marina antigua. —Respondió y Taipan nos miró con algo de confusión al no saber de lo que hablábamos. El capitán soltó el timón mirando a Taipan y agregó; —Lo dejo a tu cargo. —Comandó refiriéndose al timón y este asintió.
El hijo de Neptuno se alejó bajando los escalones, perdiéndose de nuestra vista cuando cruzó la puerta que daba a su camarote.
—You're fucking noisy. —Taipan expresó con ese acento raro que tenía, él provenía del Océano Índico.
Lo miré interesado. —What do ya mean? —Pregunté dejando de mirarlo a él, y en su lugar me centré en Canario que venía bajando por un mástil.
—All I could hear last night was you fucking that whore. Are we even allowed to fuck her?
—First, she ain't a whore, otherwise she wouldn't be here. Second, you can fuck her if she wants to. That's one of Neptune's rules. —Respondí con simpleza, todos nos regíamos por las reglas de Neptuno.
—Yeah, I wasn't asking because I want to fuck her, it's just that we never had a woman between us. —Dijo y sabía que no mentía, Taipan era muy directo en todo lo que decía.
—Just because we have a woman with us, doesn't mean that she is especial, you already heard the captain; woman or not, she has to prove herself worthy, just as we did. —Sentencié queriendo cambiar de tema, me estaba aburriendo.
Miré a Canario subir los escalones, traía un cuchillo pasándolo entre sus dedos como si jugara con este. —Mantengan la ruta directa, el viento está a nuestro favor. —Informó al momento que dejaba de mover el cuchillo para terminar colocándolo en su cinturón. —Estoy aburrido, ¿no han visto a la princesa? Sería un buen momento para volver a intentar quitarle lo inútil.
¿Por qué mierda mencionaban tanto a Anea?
—I on think that she is so useless after all Canary, you should ask Ice. —Taipan comentó y casi me reí, definitivamente Anea no era tan inútil para otras cosas.
Solo bastaba con recordar la manera en la que se movía para mi. Mierda, ella era buena, y si se llegaba a presentar otra oportunidad, no dudaría en aprovecharla.
—Wait, what? —Canario inquirió confundido.
—Nothing. —Dije sin ánimos de entrar en detalles. —Voy por una manzana, tengo hambre. —Mencioné antes de comenzar a alejarme.
Tanta mención de Anea me había hecho pensar en si ya había dejado mi camarote, así que entré en este para quitarme la duda. Al no encontrarla en mi cama, continué con mi misión de ir por una manzana, en cuanto entré en la cocina me topé con Jonás quien apenas y me prestó atención, él no era un hombre de muchas palabras, parecía estar en su propio mundo.
Pasé de mirar a Jonás a mirar a la chica de cabellos negros que picaba alguna hierba que no lograba reconocer, estaba dándome la espalda por lo que creí entretenido acercarme a ella sigilosamente.
Traté de dar pasos ligeros para que mis botas no hicieran que la madera crujiera, una vez que estuve detrás de ella me incliné lo suficiente para susurrar a su oído;
—Bu. —Pronuncié y para mi no sorpresa Anea terminó girándose rápidamente, apuntándome a la barbilla con su cuchillo. Sus ojos grises me miraban alerta. —Ya estás aprendiendo. —Dije sonriéndole de lado.
Anea lució confundida por un instante, sus ojos que miraban directamente los míos, repararon en la punta del cuchillo casi tocando mi piel, pareció caer en cuenta de lo que había hecho por acto reflejo, y, luciendo orgullosa de sí misma, apartó su cuchillo y dio un paso hacia atrás.
—No deberías acercarte de esa manera a alguien que sostiene un cuchillo. —Habló volviendo a su labor.
—¿Crees que no lo sé? Solo quería ver si ya habías aprendido algo. Veo que Canario está progresando. —Me alejé yendo hacia el saco de manzanas y tomé una para después darle una mordida. Limpié el jugo que escurrió por mi barbilla y regresé junto a Anea que ya había terminado lo que hacía.
—La que está progresando soy yo.
—Pero él es tu instructor, así que Canario está progresando como uno.
—Este no es tu lado del barco, Ice, ya lárgate con tu manzana. —Jonás se quejó, él odiaba tener gente en la cocina cuando estos no tenían nada que hacer ahí.
—Tranquilo, ya me iba. —Respondí, pero antes de irme me volví a inclinar hacia Anea. —Puedes ir a mi camarote en la noche, si es que deseas repetir.
Y con sus ojos grises mirándome, me alejé como siempre lo hacía.
Hola, hola. ¡Nuevo capítulo! Ya me había tardado, apoco no? Ahre que me encanta esta historia. ¿Querían detalles con el Harry? Pues no mis watermelonas. Muchas gracias por su apoyo, los amo y feliz día de San Valentín. ⚡️