Odio los viernes. A diferencia de mis amigos, que solo esperan este día para salir, yo lo detesto. Bueno, no todos los viernes, solo este. Las materias no eran del todo malas, pero compartir una clase con Jimin y Taehyung después de lo que pasó anoche me hacía aborrecerlo.
Taehyung no volvió a salir de su habitación, y yo me quedé sentado en un escalón, repasando todo en mi cabeza durante una hora, hasta que finalmente corrí al baño para una ducha fría, helada, con la esperanza de que todos esos pensamientos salieran de mi cuerpo. La mañana fue tranquila: Taehyung se fue temprano, así que caminé solo hacia la universidad. Atravesar el pasillo repleto de gente me resultaba molesto, pero todo se iluminó cuando la vi: esa persona que resolvía cualquier problema con un simple “Manda todo a la mierda”.
—¡Jeongguk! —gritó, llamando la atención de todos—. ¡Te extrañé tanto! —murmuró a medio metro de mí, lanzándose a mis brazos.
—Yo también te extrañé.
La sujeté de la cintura para que no cayera. Entre risas, todo parecía más ligero. Ella era lo único que necesitaba para que toda la amargura desapareciera.
—¿No habrás conseguido otra mejor amiga, verdad? Te mato, Jeon —dijo, arrastrando el pulgar por su cuello en un gesto amenazante—. Kai va a morir.
—Tranquila, Lisa. Kai es mi amigo, pero tú eres mi favorita.
—Basta de cursilerías y explícame todos esos mensajes que me mandaste. ¿Cómo es eso de que soñaste que Taehyung quería…? —le cubrí la boca en cuanto entendí lo que estaba a punto de decir.
—Shh, hablamos de eso después. Vamos a clase, ¿sí?
—De acuerdo.
La clase de Ciencias Biológicas transcurrió sin problemas hasta que ella me dijo que debía irse, dejándome a merced de una solitaria visita a la cafetería. Pedí un café y una porción de torta, y me senté en una mesa apartada. Me puse los auriculares y me sumergí en la música. Cuando la primera canción empezó de nuevo, recordé que la había puesto en repetición, así que saqué el celular para cambiar de canción. Al levantar la vista, lo vi en la fila de la cafetería. Su cabello desordenado y todavía con un aire somnoliento me hizo sonreír. Me gustaba verlo recién despierto, aunque ya llevábamos dos horas de clase.
Taehyung es increíblemente hermoso, de esos que se vuelven inolvidables con solo mirarlos. Su físico es excelente, aunque él ni lo note; sus ojos transmiten tantas emociones que solo con mirarlos puedes saber lo que necesita. Su personalidad es alegre, y su risa haría que cualquier corazón se acelerara. Tiene veintidós años, y todavía sin novia. Novia. Odio esa palabra tanto como odio la idea de que alguien pudiera tenerlo y lastimarlo. No confío en nadie. Nadie lo merece, nadie es suficiente, nadie tiene derecho a ese hermoso e inocente corazón.
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𝑷𝒆𝒓𝒅𝒊𝒅𝒐 𝑬𝒏 𝑬𝒍 𝑻𝒊𝒆𝒎𝒑𝒐 || 𝐓𝐚𝐞𝐤𝐨𝐨𝐤
Fanfiction¿Qué pasaría si la persona más importante en tu vida te olvida? ¿Si los momentos a los que te aferras nunca existieron? Solo quedarías perdido en el tiempo. Jungkook es mucho más que solo alguien a quien Taehyung ama, es por quien lucharía incluso e...