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A las cuatro cincuenta de la tarde, Johnny estaba esperando a Doyoung fuera de la prestigiosa universidad a la que asistía, sintiéndose intimidado, si bien él tenía un auto, claramente estacionado a un lado de ese BMW, su lindo y rendidor auto de segunda mano -por no decir usado- se veía como una cosa insignificante y se sintió un poco así cuando Doyoung le mando un mensaje pidiéndole que lo esperaran a una cuadra más alejado de la entrada para "no levantar sospechas" y el accedió, porque sabía que lo suyo debía ser secreto, pero eso no quitaba que al menos esta vez, su corazón se rompiera un poco.

- Hola - Doyoung llegó frente a él, aunque venía con una capucha puesta además de un tapaboca, apenas se veían sus ojos.

- Hola ¿nos vamos? - dijo Johnny intentando no sonar tan desanimado por toda la situación. 

Doyoung asintió y ambos se subieron al auto, Johnny sentía su pecho aún presionaba ¿y si realmente lo que sucedía era que el chico en cuestión simplemente se sentía avergonzado de estar con él?

Ya en el auto y mientras Johnny comenzaba a conducir, se quitó su capucha y su tapaboca, para luego poner el cinturón de seguridad.

- Estoy nervioso - confesó, guardando aquellas prendas en la mochila que había colocado entre sus piernas, miró nuevamente su ropa, que no era nada especial la verdad, unos jeans y una sudadera con capucha que procedió a quitarse, dejando a la vista una camiseta negra.

- Le agradaras, te lo aseguro - contestó Johnny, tomando su mano, manejando así solo con una - Solo no seas tan serio, además, te enseñaré al fin a hacer magdalenas.

Doyoung sonrió, que Johnny le enseñe a cocinar, aunque sea unas magdalenas, le parecer perfecto y le emociona mucho.

- Genial, aunque debes saber desde ya que soy muy torpe en la cocina.

Johnny rió, ya casi iba a llegar a casa.

- Y tu debes saber que mis hermanos son un poco...diablillos.

Esta vez Doyoung rió y se encogió de hombros, acariciando con su pulgar la mano de Johnny.

- Esta bien.

Dos minutos más de viaje, donde ambos fueron en silencio y llegaron a casa de Johnny.

- Hemos llegado - Johnny tragó saliva, ahora él era quien estaba nervioso, no, no era extremadamente pobre, pero sabe perfectamente que Doyoung esta en un nivel extremadamente superior que él.

- Que linda casa - sonrió, soltando la mano de Johnny y luego el cinturón de seguridad.

Ambos bajaron del auto, Doyoung tomó su mochila y la colgó en solo uno de sus hombros, mirando la casa.

Johnny cerró la puerta del lado de conductor y soltó un suspiro, él también estaba nervioso aunque no quería hacerlo notar.

Caminó a un lado de Doyoung y ambos aprovecharon que nadie estaba en la calle, para entrelazar sus dedos y caminar hacía la casa.

Johnny abrió la puerta y entró, Doyoung entró después, su corazón iba rápido y su taquicardia aumentó cuando Johnny gritó.

- ¡Mamá, llegué!

- ¡El adoptado llegó! - escuchó un grito y luego vio de donde provenía, en la sala estaba el hermano de Johnny, lo recordaba de cuando Johnny lo llevó por primera vez en el auto.

- Creí que los adoptados eran ustedes - contestó Johnny a su lado.

- Lo fuimos, hyuck olvidó que  tu fuiste al que recogieron de la basura - escuchó esta vez a la chica ahí hablar, si no estaba mal, se llamaba SunOk - ¿Vas a presentar a tu novio o vas a encerrarte en tu cuarto con él? - Doyoung se rió cuando Johnny se sonrojo por ese comentario.

S E R I O || JohnDoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora