Ese día estaba frío, de hecho, el cielo lucia como si fuera a llover.
A Doyoung le gusta el frío, sea afuera o en su casa.
El frío era un buen aleado para él. Cuando hacía frío, dejaba de fingir ser tan fuerte, si su padre le decía algo, si su padre lo golpeaba, si escuchaba cualquier cosa, podía fingir que los temblores en su cuerpo no eran por miedo, si no por frío.
Cuando llovía era mil veces mejor para él. Solía llorar con la lluvia, no porque le diera pena, si no porque mientras caminaba, sus lagrimas podrían mojar su cara de la misma forma en la que lo hacia la lluvia, podía llegar a casa y nada, ni nadie, le iba a decir algo, su padre no lo iba a golpear por llorar y su madre no iba a sentir pena por él, porque no eran sus lágrimas, era la lluvia.
Doyoung era fuerte, pero no tanto, miró el agua caer desde su ventana y comenzó a llorar, nadie podía aguantar tanto, menos en ese pequeño cuerpo.
La conversación con Johnny, o mejor dicho casi discusión, se repetía una y otra vez en su mente, no lo dejaba tranquilo.
Se siente horrible, en la miseria, su corazón esta roto, su cuerpo tiembla, una voz se repite una y otra vez dentro de su cabeza.
Eres igual a él.
Eres igual a él.
Eres igual a él.
Eres igual a él.
Eres igual a él.
Eres igual a él.
Eres igual a él.
Eres igual a él.
Se repetía, como un credo, se impregnada en su mente. Sus brazos comenzaban a tener marcas de sus uñas, no podía gritar, no podía sollozar, no podía hacer nada, sentía como su respiración se cortaba, sentía como su cabeza se apretaba, sentía como la comida subía desde su estomago y como quería vomitar, como perdía el control en su cuerpo.
Eres igual a él.
Eres igual a él.
Eres igual a él.
Eres igual a él.
Eres igual a él.
Eres igual a él.
Eres malditamente, igual a él.
Sus ganas de gritar, su cuerpo temblando, su cabeza dolía, le costaba respirar, sentía como a cada segundo su garganta comenzaba a cerrarse más y más, mientras mas pasaba el tiempo, más se intensificaba, pero también sabía otra cosa.
No puedes llorar. No tienes permitido llorar y no estás bajo la lluvia para que ella moje tu rostro.
Corrió a su baño, lo más rápido que su cuerpo le permitía, se lanzó al piso y comenzó a vomitar en la taza del baño, seguía temblando, su cuerpo se sentía débil, quería abandonarlo, salir de él, quería gritar, pero el silencio era lo único que podía existir en su casa y si lo rompía, tendría consecuencias. Entró a la ducha, dando la mayor temperatura, el agua lo estaba quemando, probablemente, pero no le importaba, no quería que importara, no quería pensar en eso, su cuerpo se colocaba rojo, sus lagrimas no dejaban de caer y las heridas de sus brazos, las que el se había provocado habían comenzando a sangrar, eran pequeñas pero aún así, salia un poco de sangre.
Doyoung odiaba a su padre, con muchas ganas, pero se odiaba mil veces más a él y mil veces más en lo que se estaba convirtiendo, él necesitaba salir de ahí, pero necesitaba salvar a su mamá.
Doyoung salió de su baño cuando termino su ducha, colocandose ropa cómoda, se vistió y fue a la sala con su madre, sentándose a su lado, estaba en silencio mientras ella bebía café.
- Se que te gusta alguien - Dijo su madre y él se sobresaltó, comenzó a temblar casi como un reflejo inmediato - tu padre no esta en casa, no te preocupes.
Pero Doyoung se preocupaba, su madre podría abrir la boca, podría decirlo, y todo era peor si sabía que ese alguien era un hombre.
- No sé quién es, pero noté ese brillo en tus ojo, cariño - ella miraba su café - No hablaré, se que eso te preocupa, pero créeme que me quedaré en silencio, por mi culpa se han arruinado muchas cosas en tu vida... solo dime algo ¿Te hace feliz?
Doyoung susurró un suave si, su corazón aún iba a mil por hora.
- Sé feliz Doyoung, toma las mejores decisiones y se feliz.
Ambos se quedaron en silencio cuando la puerta se abrió y su padre entró.
Fueron a comer casi de inmediato.
El plato de comida fue servido frente a él, el silencio que tanto amaba su padre estaba presente, pero su mente estaba desconectado, su cuerpo aún se sentía débil, llevar la cuchara a su boca era un completo martirio.
La cena terminó y el ambiente asfixiante lo soltó al fin.
Se levantó y fue a su cuarto. Añorando estar con la familia de Johnny, donde había olor a familia, había calidez de hogar y había amor entre ellos.
Se estiró en la cama y durmió, estaba cansado, agotado, viviendo sin querer vivir.
Se durmió mientras pedía muy fuerte que algo cambiara en su vida, pero él sabe perfectamente que eso no iba a ocurrir.
♡
Cuando Doyoung esta con Johnny es fuerte, es inquebrantable, pero Doyoung es humano y esta dañado.
Espero les haya gustado...
Siento que hay muchos errores en esta historia pero, me gusta, igualmente.
Buenas noches (si leen esto apenas lo publique), muchos cariñitos♡

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S E R I O || JohnDo
FanfictionEse boxeador serio con aspecto de conejito llamaba la atención de Johnny.