Conjurar su rostro

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Jungkook se despertó sobresaltado. Se había quedado dormido luego de llegar cansado de nadar hasta acalambrarse. Le costó algunos segundos ubicarse. Estaba en el sillón eran las 16 de la tarde y Jungsun lo miraba desde el sillón contrario.
El terror que sentía en ese momento no lo había experimentado jamás.
Un error. Era lo que había esperado. Que él cometiera uno solo, porque desde la amenaza había sido precavido: nada que pudiera enojarlo; evitar su sombra; nunca estar sin compañía en su presencia.
Tres meses así, protegido por la banda. Aunque en las pesadillas no los encontrara y gritara fuerte y tampoco pudiera conjurar el rostro de Taehyung. Una pastilla y otra.

Estamos solos parecían decir sus ojos, y la enfermedad ramificaba sus tentáculos. Se pasó la lengua por los labios como si hubiera heredado la manía de su antecesor y mientras mantenía la mirada intensa metió la mano debajo de sus pantalones.
Sucio no era la palabra que Kook utilizaría para describir ese momento en el cual Jungsun se masturbaba en su honor. La palabra era perversión. Pero el miedo lo sujetó bien fuerte y lo hizo coparticipe del acto sexual. En el fondo era más bien una violación a su frágil cabeza. ¿Qué seguiría después de eso? ¿entraría a su cuarto y le taparía la boca? ¿Tendría que enterrar su dolor en la almohada? ¿Podría sobrevivir? ¿O era preferible que el video se difundiera hasta el cansancio, hasta desgastar su vida, para después desecharla?
No tenía una respuesta. Quizás la vida, o al menos la suya, no tenía más valor que un escándalo. Podía rendirse. Necesitaba rendirse. Bajó la mirada cuando Jungsun acabó y se fue.

Instintivamente buscó el contacto de Tae en el teléfono. Ver su rostro acompañado de otro inclinó la balanza hacia el silencio. No. Uno de los dos se tenía que salvar.

"Poner una bomba en la casa con Choi adentro" Namjoon ignoró el comentario.

"Son muy buenas" y cuando decía muy buenas se quedaba corto. Yoongi había escrito en un estado frenético e infernal, decenas de canciones que estaba envidiando.

"Pagarle a un sicario"

"No harás nada de eso"

"Los accidentes pasan"

"Podríamos hablar de este material por favor, es asombroso"

"No vamos a hablar de una mierda porque no voy a poder publicar nada hasta que la banda se disuelva. Y eso será dentro de 4 jodidos años en donde vamos a tener que elegir entre eliminar a Jungsun o perder a Jungkook. Nos desmembraron una vez y no estoy tan seguro de que estemos vivos"

El estudio seguía siendo el lugar seguro para hablar. Para dar vueltas sobre lo mismo. Ayer había escuchado llorar a Kook hasta muy tarde y entendía a su hyung, demasiado.

"He pensado en renunciar" soltó al fin. Un nudo se apretó fuerte en su garganta.

"Es algo que todos pensamos. Pero, también sé que Jungsun no va a dejar esta mina de oro que alimenta su ego así como así"

"Lo sé. Por eso sicarios es la respuesta"

Nam mordió la lapicera. Le gustaba hacer las correcciones en tinta y Yoongi después debía descifrarlas.

"No digas nada, pero llamé a Jun-Hyun. Ahora está en Japón por trabajo, pero me dijo que vendría cuanto antes"

"¿Qué le contaste?"

"Que notaba a Kookie muy... deprimido. Que no sabíamos bien lo que le pasaba y que probablemente necesitara más a alguien de su familia que a nosotros"

"¿Y qué te respondió?"

"Que lo notó raro en sus últimas llamadas. Que a su parecer lo único que necesita se llama Kim Taehyung pero que iba a tratar de hacer lo posible para llevárselo a su casa"

"Tenemos un video que filmar, un Run, dos premiaciones... Bang PD no lo va a permitir"

"¿Sabes? Jun-hyun no le tiene miedo a Bang PD. Le llama  gordo hijo de puta"

"Es un nombre más apropiado"

"Y cuando vea en el estado en que está le va a pasar por encima"

"Eso espero"

Jungsun tenía una teoría: si estaba destinado a ocupar el lugar de otro cuerpo era inevitable que deseara lo mismo. Y el deseo de Kim por Jeon, era mojigato, platónico, pero no por eso menos inflamable.

Ni bien el CEO de BH le dio la confirmación, empezó a estudiar canciones y coreografías. Tomó nota, practicó, repitió. Incluso se filmaba en la precariedad de su cuarto, volvía a las dance practice, y comparaba.
Era un buen alumno, entendía que no solamente se trataba de bailar y afinar, en la memoria colectiva existía un fantasma arraigado con fuerza. Por eso se dedicó a observar a Taehyung durante horas. En cada entrevista, premiación o programa de tv, se concentraba en él. Cómo hablaba, qué palabras elegía, la forma de andar, de vestirse, su lenguaje corporal. Tanto tiempo solo para llegar a la odiosa conclusión de que no podría imitarlo. Lo impulsivo no resiste copia y la mente de Kim estaba llena de destellos que seguía tal cual un gato. Adorable y estúpido.
La frustración fue enorme. Tenía que suplantar a un personaje cuyo centro era puro. La pureza de alguien que solo había sido tocado con amor. Jungsun no renegaba de su pasado, sentía un letal orgullo por cada victoria conseguida, pero a él le había tocado el amargor y los grises. Todo lo que tratara de imitar se vería falso.
Se conformaría con ser simpático, mostrar la dentadura, hablar de su firme intención de darlo todo, hablar del amor de army cada segundo disponible. Al final de cuentas, eran quienes llenaban las cuentas bancarias. No Kim Namjoon, o Kim Seokjin, ni los demás.

En esos cientos de videos comprendió que todo lo que constituía a Kim Taehyung buscaba a Jeon Jungkook. El poder gravitacional del mayor era grande. Y el golden maknae estaba atrapado sin reticencia. Por ende y por lógica, a él le correspondía el lugar en su cama, que por cierto Taehyung no había tenido el coraje de ocupar hasta ese día. ¡Ese día! ¿Cómo poder olvidarlo? Lo recordaba de principio a fin, incluso la escena donde ambos se abrazaron con la fuerza suficiente como para fundirse. Y después el beso, uno que parecía incrementar en vez de saciar el hambre. Kookie nunca le había permitido besarlo más que en el cuello y el mentón y ahora dejaba que otro le metiera la lengua hasta asfixiarlo. Se enredaron como dos serpientes compartiendo el veneno de sus salivas y por suerte se perdieron dentro de la habitación y... bueno, no importaba. Pasado. A él no le gustaba entretenerse con el pasado. Ahora estaba rondando por el pasillo a la espera de que Jimin saliera. Cada martes puntualmente Park salía por medianoche sin decir nada y regresaba de madrugada. Saber a dónde, en qué o con quién era parte de sus planes. Toda la información de la que dispusiera le serviría para defender o atacar llegada la ocasión. Y aunque el pequeño bailarín le parecía el más inofensivo junto a Seokjin, no por eso iba a bajar la guardia. Algo no se sentía bien en sus escapes nocturnos. Puede que tuviera que desviar el foco de atención, hasta ahora solo puesto en Yoongi. Su enemigo natural. Min era la respuesta fácil. Era imposible que no anduviera en negocios turbios. Venían de las mismas cloacas.
Finalmente el perfume intenso de Jimin inundó el pasillo.
10, 15 minutos, pasos puerta abierta puerta cerrada.
El resto dormía o se había ido a cenar afuera. Se aseguró muy bien, por si las cosas se descontrolaban.

Abrió la puerta. La luz del velador era tan tenue que solo alumbraba el rostro de Jungkook. Hermoso. Enmarcado en un espeso pelo negro que tocó suavemente. Un leve pestañeo le indicó que había interrumpido el sueño. Kook fingiría estar dormido mientras él estuviera allí. Conocía la estrategia. Él mismo la había usado cuando su padre aparecía monstruoso a mitad de la noche. Pero desde luego no estaba ante un niño ni él era un animal. Dejaría que su miedo se apaciguara, pero estaría allí, rondando, buscando la puerta abierta, el accidente, el descuido. Jungkook volvería cuando la soledad aplastara su cuerpo de hombre joven y hormonal. Él siempre estaría preparado.






Gracias por darle apoyo a esta historia, no saben lo mucho que significa para mi. Abrazo especial a mi gente de España! 💜💜

Taehyung leave BTS [Completa]♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora