Despertar en primavera

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El panorama se veía desolador a medida que Taehyung terminaba de vestirse. Una pesada coraza tras otra. Su espalda parecía encorvarse ante el peso. Veía a Kook frustrado, luego de ponerse su ropa negra y holgada, cubriendo el abdomen que había dejado enrojecido. La cama desecha. Los deseos también.

Una vez en el living se sentó en el sillón donde Yoongi trataba de detener la hemorragia con el rostro hacia atrás. En el pequeño espacio entre ellos se metió Jimin. Apenas si pudo escuchar lo que dijo, fue un "¿puedo escribirte?" susurrado a duras penas. Él dejó escapar un sonido de afirmación. Tener su cabeza rubia otra vez, apoyada en su hombro le anudaba la garganta. Demasiados recuerdos.

"¿Yo también puedo? Tengo unos chistes tan buenos para mandarte"

En lo que llevaba de tiempo en la casa era la primera vez que lo miraba. Seguía siendo el hombre más apuesto del mundo bajo la gorra, aún con esas ojeras.

"Seguro"

"¿Puedo contarte uno ahora?

"No el del pan por favor.." se quejó Jimin

"Qué le dijo una barra de pan a otra barra de pan..." y antes de poder terminar comenzó con esa risa extraña, desafinada "a otra a otra ba-ba"

"Está bien, puedes mandarme el chiste por wsp" y entonces las comisuras de sus propios labios se levantaron, y ahí estaba, una sonrisa que antecedió a la primera carcajada. El chiste se contaba solo. Y no tenía nada de divertido. Un puñado de exitosos perdedores con tanto dinero y tan poco poder. Jimin se removía convulsionado al igual que Hobi. Porque si Jin reía raro, ellos reían como muñecos desarticulados. Estaban siendo burlados de contínuo, y hubiese sido un insulto no aplaudir la gracia. Nam tenía esos hoyuelos tan dulces cuando reía. Yoongi los miraba de reojo. A veces no entendía el humor ajeno. Jungkook sombrío, permanecía en el umbral de la puerta. El timbre apagó las voces. Tae se paró y deseó despertar en primavera.

"Te acompaño" dijo el líder. No iba a dejarlo solo otra vez, decía el líder. No iba a permitir un mismo error en un mismo plano del destino, decía el líder.

"Gracias. Pero... estaré bien. Los llamaré pronto"

Y se fue. Un vacío interminable hacía adentro.


Su vuelo salió a las 15 hs del jueves. Se especulaba la posibilidad de que el vuelo fuera suspendido, pero la niebla se disipó lo suficiente y abandonó la tierra de sus padres esa tarde. La tierra de Bangtan. La de Kook. Le gustaba mirar por la ventanilla como la ciudad se volvía pequeña y podía meterla en su bolsillo. Pequeña y dolorosa. Pesando como una estrella muerta. Bae no le hablaba. Él tampoco. Sabían lo necesario. En algún momento arreglarían el desastre. Ahora estaban demasiado heridos.

La primera entrevista fue a las 10 del sábado siguiente. La transmisión era en directo. El estudio de televisión pequeño. Ahora que era el dueño de toda la atención, la ansiedad ante cada exposición pública lo aterraba.
Se había cortado un poco el pelo. Bae le dijo que mejor no, pero el Tae de ahora no pedía permiso. La ropa que llevaba puesta también era de su elección, tampoco del gusto de su acompañante. Los rumores sobre la relación que tenían se esparcía por Corea. Al parecer, y considerando que Jungsun estaba al tanto, no habían sido tan discretos. Pero ya no estaban bajo los reflectores del país asiático. La conductora lo saludó y él le devolvió el gesto con su mejor inglés. No lo dominaba, pero había avanzado lo suficiente como para dar respuestas precisas.

Las luces amaban su cara. Siempre supo que sería el primero en irse. No comprendió en absoluto la elección de Bang PD , quien hasta el momento había reclutado jóvenes profesionales. ¿En qué estaba pensando? ¿No estaban completos? ¿Por qué traía de la mano a un muchacho, muy joven, sin entrenamiento ni experiencia en nada? Kim Taehyung venía de una granja y cargaba una personalidad intensa e incomprensible que le generó rechazo. No solo se veía como un niño. También lo era. Hablaba de muchas cosas, de corrido, pero especialmente de sus abuelos. Como líder, el CEO ponía sobre su espalda otro peso. Lo hacía responsable de que funcionara. No era justo.

Le dio 15 días. En cuanto entendiera de qué se trataba todo, Taehyung renunciaría para volver a los suyos vencido por la presión. Lo deseaba. Miraba el almanaque. Contaba.
¡Ah! Jamás se había equivocado de esa forma. Estaba ante una especie no catalogada. Una nueva. Un eléctrico personaje que fue disciplinado cuando lo requirió, perseverante día a día, y creció, sí, a grandes saltos. Exigente hasta los límites, igual que el resto. Los engranajes del grupo comenzaban a funcionar. ¿Cómo era posible su existencia? Extravagante, centelleante. Listo para decir y hacer sin coherencia y ser encantador.

Al principio, incapaz de reconocer su error, Nam agradeció que al menos en su total prescindencia, se convirtiera en el apoyo necesario para Jungkook. En este último veía un potencial único ¡mierda! Sí que era bueno, demasiado, en todo. Pero su juventud y timidez necesitaban de quien lo sostuviera y empujara desde el afecto. Y ese fue el rol que le asignaron al granjero. Nunca en el centro.

Entonces Jungkook y Taehyung crecieron, pero enredados como la hiedra, uno sobre otro. Podía distinguirlos, sí, pero no separarlos. ¿Cuánto tardó en darse cuenta del tenor de la relación que tenían? Un par de años más tarde pero quizás antes que los involucrados.
Un día no lo soportó más. Tenía mucho miedo. Un ardor en la boca del estómago. Estaban en la cocina y el par acaba de protagonizar una escena propia de amantes. Miró a Hobi en busca de auxilio.
Cuando se fueron hizo acopio de toda su valentía y le preguntó.

"Tú, ¿crees que está pasando algo?"

La respuesta no logró calmarlo.

"Si no está pasando, va a pasar"

"¿Entonces que haremos?"

"No nos corresponde hacer nada. Es su historia"

"Pero podría acabar con el grupo"

"Si es lo que tiene que suceder, no creo que podamos impedirlo. Mientras, sigamos, hasta donde lleguemos"

Y sus palabras le dieron calma. Hoseok era calma.
Increíble que no fuera esa historia la que alejara al más pequeño de los Kim del grupo, sino otra, una más superficial e inesperada.

Desde el televisor podía verlo distinto. Era magnífico. Sus gestos. La forma pausada y profunda de hablar. Su interpretación. Al fin cayó en la cuenta. Ni amores prohibidos ni personalidad excéntrica, lo que había conseguido que el granjero emigrara era una profunda necesidad de ser quien era. De brillar.
Apagó el aparato. Se hacía muy tarde. Necesitaba dormir.
Ahora su responsabilidad tenía que ver con impedir que Kook y Yoongi hyung no acabaran física y emocionalmente con Jungsun. Él mismo debía contener sus ganas. Pero de nuevo su rol de líder lo dejaba en la zona de la racionalidad. Si quería venganza, sería sutil e imperceptible.
No contaban con que el enemigo tuviera las agallas y la perversión de hacer lo que finalmente haría.

Taehyung leave BTS [Completa]♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora