Taehyung leave BTS [Completa]♡

La libertad de un tigre

Ocho años habían demorado en abrir las compuertas. Lo que arrastraba tenía la potencia suficiente como para llevárselos sin retorno.
Las manos iban y venían donde antes estaban prohibidas. Que tuvieran la misma altura hacía las cosas más intensas y fáciles. Eran dos piezas que encastraban con perfección, de arriba abajo. Jungkook gemía bajito en la boca de Taehyung, aunque estaba enloqueciendo. Por dónde empezar cuando hay hambre, cuando la inanición es extrema.
Los besos caníbales. Salvajes. Al más grande le gustaba arrastrar entre sus dientes el labio inferior de menor. Al menor le gustaba meter la lengua muy al fondo, en una penetración erótica y prometedora.
Los finísimos dedos de Tae se perdieron en el pelo negro y las duras manos de kook bajaron por la espalda de Tae y después de una hermosa s desembocaron en la absoluta gloria de su trasero. Tae tironeó, Kook empujó, y allí, en la fricción estaba preparándose la llama que los consumiría.
El menor era más fuerte y lo levantó en andas. Tenían la práctica, porque el mayor enredó las piernas y se dejó llevar naturalmente.
En la cama el asunto se volvió frenético. Algo de ropa cayó a un costado en esos pocos segundos en los que se separaron. No querían dejar espacio para que se pudiera colar un solo pensamiento racional.

Uno dejó su saliva como un rastro brillante y otro dejó su aroma permanente. Uno sembró algún arañazo de tigre en libertad, otro masticó la piel del hombre semidesnudo que lo miraba con tanto deseo que no sabía cómo reaccionar.

Lo fecundaré en contra de la naturaleza, eso decía su cuerpo al empujar sobre las caderas de Taehyung. Preñaré su vientre con mi deseo. De aquí solo nacerá amor.

Y en el momento exacto en que se dejaban completamente desnudos y expuestos, empezaron los golpes. Ignoraron todo lo que fue posible. Pero lo que afuera sucedía estaba saliendo de control.

No es que Yoongi estuviera a la expectativa, pero bueno, sí, lo estaba. Se sentía nervioso como el resto, pero peor, sabiendo que había empujado de alguna forma las acciones de Tae y que ahora definitivamente la despedida subía de nivel. Algo instintivo lo llevó por el pasillo.

Entonces, ¿qué significaba lo que tenía enfrente? Por algunos segundos quedó flotando sobre la imagen: Jungsun frente a la habitación de Jungkook. Sus ojos sobre la puerta como si pudiera ver a través de ella. Era siniestro e invasivo. Pequeña arpía de ciudad. Tan absorto estaba que solo cuando Yoongi estuvo a 20 cm de sus narices, se sobresaltó. Los gemidos eran audibles y descarados para ese momento. Una sinfonía completa.

"¿Escuchas bien? Música para mis oídos" le dijo, saboreando una venganza que no duró más que un pestañeo

"Sí, ¿sabes quién más escuchó y viene a disfrutar?"

Y entonces lo supo. El teléfono en su mano colgaba sin culpas. Como una arpía, pensó Suga, había caído en lo más bajo.

"Siempre supe de la clase que eras"

"Estoy seguro que de una clase mejor que la del tipo arribista e infiel"

Jungsun era más alto, posiblemente más elástico y musculoso, pero la rabia es un amplificador de fuerza y sin duda, Yoongi tenía mucha disponible. Lo primero que hizo fue quitarle el aparato y reventárselo contra la pared. Lo segundo fue tumbarlo como el mejor tacleador y la tercera, tratar de embocarle algún puño en su linda cara. Estaba en eso cuando escuchó la voz de Jimin gritar agudo algo así como alto, qué están haciendo, y ayuda. Los pequeños dedos del recién llegado trataron de separarlo y eso solo provocó que una derecha bien puesta le diera directo en la nariz. La sangre le bañó la cara pero no lo soltó. Entonces aparecieron los amantes sudorosos y a medio vestir, preguntando con un qué mierda estás haciendo Yoongi y antes de que cometieran el error de permitirle a la arpía huir, gritó

"Llamó a Lee Bae. El hijo de puta lo llamó y está viniendo"

Y se tragó su propia sangre al decirlo. A todo el circo se le sumaron los que faltaban. Unos detenían a Jungkook, otros lo arrancaban de su posición a horcajadas, otros dejaban que la alimaña huyera.

"Él no es importante ahora" dijo Namjoon.

No. Nunca lo sería, pensó.