La máscara

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En una descripción poco minuciosa alguien podría decir que Taehyung ya no era el mismo. Había renacido. Acaso con más luz que los focos que lo alumbraban, parado en el centro del escenario. En la quietud controlada de su cuerpo contenía todo: la sorpresa, el silencio y la expectación del público.

Eran estrellas que habían acudido a la cita para aplaudirse entre ellas, no para enfrentarse a un evento por fuera del guion. ¿Debían aplaudir ante las cámaras, para no ser condenados? ¿Demostrar indiferencia para no ser marcados? ¿Sonreír complacidos para no ser juzgados?

Los pies descalzos, la melena castaña, larga, hasta los hombros, sin maquillaje, sin máscaras ¿Quién podría sostenerle la mirada a Kim, aún a través de la pantalla? ¿Cuál era la amenaza en esos grandes ojos? que su poder iba a arrasarlos, por más que hundieran sus uñas en los asientos y lo observaran con desprecio desde la banalidad. Él estaba preparado para llevárselos por delante, sin ninguna excepción. Y a Jungkook el primero.

Las notas iniciaron lentas, desperezándose. Un piano, un saxofón, una voz rasposa e intensa por encima de todo.

"Sé que no esperabas verme

Pero aquí estoy

Me despierto todas las mañanas

aunque no lo esperes"

Eran sus lágrimas las que secaba rápidamente. No quería que saliera del campo de su visión. Ni se nublara. Allí estaba el hombre que había buscado infinidad de veces, que le dolía en el cuerpo cada vez que respiraba. El mar de las circunstancias lo había arrojado a sus costas, una vez más.

"Y aunque no quieras escucharla

Esta es mi canción

La cantaré como quiera

Y en el tono que salga

No te pediré permiso para cantarla

Ni perdón"

Y luego la sutil base electrónica que se escondía en el fondo, explotó. Una hermosa alegoría. La más hermosa.

"Sé que no esperabas verme

Pero aquí estoy

Al principio y al final del día sigo

siendo yo

Arrinconado por mis propios miedos

¿Sabes tú quién es Dios?

Dile que estoy bien con lo que soy

Que me levanto todos los malditos

días sabiendo quién es Kim Taehyung"

En ese punto cuatro bailarines secundaban el cuerpo de Tae, cuya elegancia era la de un felino fuera de su jaula.

"Sé que no esperabas verme

Pero aquí estoy

Soy el rey de mi desgracia y la doblego

Soy el velorio que no pudo ser.

Si me esperabas en la derrota

No voy a pedir perdón

No vine a pedir perdón"

Le resultaba imposible quitar los ojos de ese cuerpo cuya energía finalmente era liberada. Y aunque no se diera vuelta, adivinaba la sonrisa de Yoongi.  Ese Taehyung era uno que solo habían intuido. El sello musical se había encargado de reprimirlo bajo toneladas de malas decisiones y de poca confianza. Pero ahí estaba. Imaginaba el corazón de Jimin latiendo a velocidad inhumana, tal cual el suyo. ¿Habría orgullo en el pecho de Nam, en Hobi? Jin apretaba dolorosamente su brazo y él necesita apretar contra su cuerpo a Tae y no dejarlo ir, nunca más.

Cuatro minutos habían bastado para que el público integrado casi en su totalidad por famosos comprendiera qué debía hacer: rendirse. Porque el artista no estaba pidiendo permiso, ni suplicando admiración, ni señalándose víctima.
Ahora era la estrella que más alto y más fuerte brillaba en Corea. Y Jungkook pensó en ese ser anónimo que había escrito roto desde la oscuridad de su vida, y sonrió. ¿A cuántos estaba salvando con su valentía, con su dignidad? Incluso en ese lugar ¿Cuántos aún estaban bajo la máscara y podían verse liberados en un ser ajeno? Pensó en el sr. Choi Ji Woo, aplaudiendo de pie, en Londres. En su propia identidad herida. En tantos.

En el medio de los aplausos y gritos, y junto a ese pensamiento, las luces se apagaron y dejó de verlo.
No! No! No! No!  A partir de ese momento, el mundo se devino en caos. La desesperación se apoderó de cada rincón de su consciencia y se encontró así mismo yendo a los pasillos en busca de Tae, porque el magnetismo era tan grande, tan fuerte, pero unas manos se incrustaron como garras.

"No"


Taehyung leave BTS [Completa]♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora