¿Quién es el DJ?

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¿Estaba borracho? No, pero casi. Se prometió no empezar a vaciar vasos para durar toda la noche y porque no estaba seguro de si quería avergonzar a Bogum con su ebria desfachatez.

Subido a la tarima trataba de coordinar sus pasos con Yugyeom. Era divertido que ninguno entendiera la coreografía de la canción y hubieran decidido inventar una más adecuada y original. Bueno, tal vez no fuera tan divertido, pero el lente del alcohol hacía esas cosas y él quería pasarla bien esa noche.

Lo necesitaba.

Todavía recordaba la voz alterada de Bang PD hablando acerca del acuerdo que tenían con el ejército. Supongo que ya no somos tan importantes como para pedir excepciones, le respondía Jin Hyung.

Días después sabrían la verdad.

Así que esa era una fiesta de despedida. 18 meses. Al menos el tiempo era más breve que en el pasado.

¡Esta canción apesta!” gritaba Yugyeom, y desde allí arriba, con las luces bajas y otras demasiado brillantes veía a un centenar de amigos venidos de todas partes reír y bailar sin cordura ni filtro. ¿Dónde estaban sus hyungs exactamente? ¿Y por qué no subían a bailar con él? Su amigo le puso una mano en la cintura y le dijo algo pero no logró escuchar. La mano lo ponía incómodo. Ahora que aceptaba su sexualidad temía que todos pudieran notarlo. Se negaba a dar señales. A ser objeto de risa o desprecio.

Era la primera vez que él y Bogum estaban en un evento público y habían llegado por separado. Se saludaron distantes, algo nerviosos y se alejaron rápido uno del otro. ¡Qué ridículos! Pero no quería preocuparse ese día y recibió de alguien otro trago fuerte.

Vio la figura alta de Namjoon apoyada sobre la barra, entre un grupo de personas. Luego de que Jin hiciera su revelación, fue el primero en decir “De acuerdo, iremos juntos. Tal como lo prometimos" sin dudarlo ni medio segundo. Tenía una sonrisa satisfecha.

Cuando sus ojos conectaron, Nam levantó su copa en su dirección y él hizo lo mismo. Le puso tanto énfasis que tiró la mitad de la bebida sobre la cabeza de una chica.

"¡Perdón! ¡perdón!" Gritaba, pero ella estaba tan ebria que se reía a carcajadas. Era hermosa, como todas las que estaban en ese lugar. En su mayoría cantantes de algún grupo. Yugyeom lo empujaba para que se le arrimara, porque la chica había dejado los ojos en él con insistencia. Fue el segundo momento incómodo. O el tercero. Había perdido la cuenta. Así que bebió más.
Se alegró cuando Jimin se subió con ellos y dio unos pasos absurdos pero solo lo hizo para reprenderlo.

“Si sigues tomando así, vas a caerte de la tarima"

Hay mucha gente abajo, van a ser mi colchón”

“No eres un Rockstar Kooki, te vas a romper la cabeza"

“Gracias por cuidarme hyung” y lo apretó de los cachetes solo para recibir una cara enojada. Por suerte Jimin no se iría, como el resto. Los dos mantendrían su promesa a Taehyung, a pesar de que muy probablemente en cuanto consiguiera su nacionalidad norteamericana no fuera al servicio militar.

Eran solo 18 meses. Se mentalizaba.

Un paso a la vez. Ahora no se vería en la necesidad de preguntarse si su relación con Bogummy sobreviviría. Había sido sustituida por una igual de triste ¿Bangtan sobreviviría? Tal vez no, tan vez nunca.

Jun ki no había aparecido esa noche. Ahora que sabía el resto de la historia, quizás su odio había disminuido un poco. De cualquier manera no lo quería ahí. Esa era una fiesta de amigos para Bangtan. De los amigos que sin ceder a la presión seguían fieles, cercanos. Del mundo del espectáculo y del normal. Jun Ki no era de Bangtan ni era amigo, no asistiría al salón, pero también se iría, alistado con el resto.

¿Y qué planes tendrían los monstruos de BH para los dos que quedaban?

Jin hacía las veces de DJ y ¡cielos! ¡Era un fiasco! Y él bailaba de manera sexy una canción que parecía sacada de un programa infantil. Ni siquiera se habían ido y ya los extrañaba. No entendería la vida sin ellos allí. Le hubiese gustado que Bogum estuviera cerca, porque de pronto necesitaba un abrazo. Era de esos borrachos que iban de la euforia a la depresión con rapidez. Pasó su mirada por toda esa masa de caras, tal vez estaban perdiendo nitidez. Allí en la entrada un hombre de camisa roja lo miraba. Se parecía a Taehyung. Era su porte y su estilo. Cuando pudo enfocar bien su mirada el alcohol se le esfumó por los poros. Sí, lo era. Era él.

Era una sorpresa. Él. Su persona. Ninguno sabía que el martes por la mañana había pisado suelo coreano. Sus padres sí, y lo esperaron en el aeropuerto. Se sintió tan bien abrazarlos. Casi se largó a llorar ahí mismo. Pero tenían que ser rápidos si no querían ser descubiertos. Adentro del auto Tannie ladraba nervioso. Había engordado bastante. En algún momento pensó en llevárselo a EEUU y conformar la base familiar con él y Bae. Pero su mascota ya casi no lo reconocía y su pareja apenas le hablaba.

Almorzaron en la habitación del hotel. Sus padres hablaron sobre sus intenciones de volver a Corea. Tal vez en un par de años. Sus hermanos se habían adaptado demasiado bien a Japón y no querían mudarse cambiando de nuevo sus rutinas. 

"¿Eres feliz Tae osito?"  Y entonces lloró en los brazos de su papá. Mientras su mamá le acariciaba la cabeza y decía "todo va a estar bien. Todo va a estar bien"

Luego de dormir una gran siesta junto a una bolita peluda y acomodar su cuerpo al cambio de diferencia horaria se preparó para afrontar la noche.

Jiminshi le había contado el cuento con pausas que agregaban suspenso y tonos que él hubiera usado en alguna escena de actuación. Parecía ficción. Pero no. Y ahora casi todo BTS se marchaba al ejército.

Era una deshonra si quiera pensarlo, pero a él no le gustaba la vida militar, a él le gustaban los cuadros y las películas. La creación. La libertad. Nada se alejaba más a su persona que las armas, los uniformes, las órdenes, los pensamientos anulados. Y no tenía que ver con cuanto amaba a su país. Suponía que mientras Corea del Norte no cambiara su régimen, Corea del Sur no cambiaría el suyo. Como siameses enemigos. Como un dragón de dos cabezas tratando de incendiarse mutuamente.

Cuando los medios te descubran enloquecerán" le había dicho Bae “Tendrás guardaespaldas las 24 hs del día. Y te registrarás en el hotel que te reservó la empresa" 

No recibió ninguna llamada de su parte el primer día en su país. Eso le dolió. La culpa se lo comía.
Lee Bae viajaba solo a Nueva York, al futuro hogar que compartirían. Solo.
Y aún así, nunca había barajado la opción de no acudir a ellos. Sus hermanos lo necesitaban. Era un momento especial y particularmente difícil. Para los que marchaban. Para los que se quedaban. Si su presencia podía consolar en algo sus corazones, él estaría.
No te entiendo. Lo intento, pero no lo hago" no, no lo haría. Era hijo único y tenía un par de amigos que saludaba en sus cumpleaños porque su asistente se lo recordaba. 
Su conexión más fuerte era con su abuelo. Así que no tenía forma de explicarle.

Estaba nervioso. La fiesta había empezado hacía una hora. No fue su intención llegar tan tarde, pero no le gustó su ropa a último momento y después un accidente en el camino demoró el tránsito. Se arreglaba el pelo rubio cada cinco segundos. Su camisa ya estaba arrugada. Ahora que lo pensaba debió quedarse con la verde, esa roja era muy llamativa y ya de por si tendría los ojos sobre él ni bien lo descubrieran. Esa camisa era un hola, mírenme, por favor, mírenme. Mojó sus labios millones de veces y seguían sin avanzar. Llegaría más rápido de a pie. Pero pensaba que al menos le debía a Bae ser racional. Mesurado. Fiel.

¡Años! ¡Tardaron años! En la entrada lo dejaron pasar solo cuando mostró su identificación, pero su guardaespaldas tuvo que quedarse afuera. Eso estuvo bien.
El lugar estaba abarrotado. No era muy grande y la música sonaba alta y horrible. ¿Quién era el DJ? Sus ojos barrieron el lugar e inevitablemente fueron a dar con un sudoroso Jungkook bailando de la forma en que hasta un santo de piedra en una iglesia medieval lograría excitarse. Los jeans negros y ajustados, con una camisa azul metida adentro de estos, hacían de sus piernas largas y su cintura estrecha una verdadera perdición.

Ser racional. Mesurado. Fiel.

Taehyung leave BTS [Completa]♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora