Draco Malfoy y el mundo mágico

En otro mundo

Después de despertar sentí que mis recuerdos eran borrosos.

Estaba en un bus, yendo directo a trabajar, cuando de pronto escuché los gritos de todos los pasajeros y el bus frenaba violentamente en una carretera que va a más de cien kilómetros, instintivamente me sujete de la barandilla del asiento de adelante y baje la cabeza por prevención pero aún así el bus volcó.

Sentía la vida escapar de mi cuerpo, tenía miedo en ese momento y mucho frío. No fue una mala vida pero me hubiera gusta poder dejarle a mi hermano pequeño algo mejor que sus estudios.

-Draco... -escuche una voz femenina llamar a un niño. Draco... Qué raro nombre, en mi ciudad usar ese nombre sería sinónimo de burlas -Draco!

Una sacudida en mi cuerpo hizo que al instante abriera los ojos. Estaba entumecida, y frente a mi había una hermosa mujer de cabellera larga y rizada, era como una cascada de oro pálido, su piel blanca y sus pómulos altos con una nariz pequeña más parecido a un pequeño botón y hermosos ojos azules.

-Draco, bebé. Estás bien? -senti sus manos sobre mis hombros. Me quedé perpleja ¿Cómo rayos me llamo? -Draco! Responde estás bien?

-Cissy! Basta! Debe de estar muy enfermo para que no responda -mi mirada paso de esta mujer a la persona con voz varonil -Draco, hijo, estás bien?

-que! -su voz escapó en un jadeo de angustia y dolor. El hombre pareció alarmarse porque corrió hasta su lado

-Draco, mírame. -el hombre tomo su rostro entre sus manos, esos impresionantes ojos plateados le dejaron perpleja - Dime! Que te duele?

-yo... -su boca se quedó abierta como un tonto. El hombre pareció preocuparse, su mano se posó sobre su frente. -Me duele horrible la cabeza -admitio. Fue una verdad a medias, porque sinceramente estaba confundida acerca de las personas que la acompañaban y le llamaban hijo

-Oh! Cariño, debiste decírselo a mamá -la mujer acarició su cabellera, sintió un cosquilleo en su pecho -debe de ser el cansancio, haz estado corriendo toda la tarde en el campo que luego colapsaste

-Mhmm... Quiero dormir -invento una excusa. Apartir de lo que dijo la mujer rubia hizo una vaga excusa para estar a solas.

Ambos mayores la miraron a profundidad, no dudaba que los dos adultos eran inteligentes y veían tras su blanca mentira. Lo que no sabía es que ambos mayores veían la súplica en sus ojos, una sensación extraña se instalo en el corazón de los padres de Draco, pese a ser reacios a irse, lo dejaron solo.

En la soledad de la alcoba, se levantó y empezó a meditar. Ella tenía la mala costumbre de siempre morderse la uñas de sus manos cuando estaba nerviosa o muy ansiosa. Ahora tenía ambas sensaciones instaladas en su corazón, su cuerpo estaba frío como un muerto y sus manos temblaban.

Draco Malfoy

El nombre le era conocido, sonaba distante pero sentía que lo conocía. Por dios! Si su memoria no le fallaba había escuchado el nombre en alguna película! La cuestión era, donde!

De tanto pensar sintió que le iba a dar jaqueca hasta que el recuerdo vago de la saga del joven mago le llegó a la mente

-Mierda! Renaci en el mundo de Harry Potter! -exclamo de angustia. -Y no solo eso! Tenia que ser el idiota de Malfoy! -maldijo al puto rubio y al cuatro ojos.

En sí, no le gustaba Harry Potter. Al principio de la saga le había gustado las dos primeras películas, tanto así que se compró los dos primeros libros, pero luego de leer el primer libro se sintió decepcionada hasta se preguntó porque carajos se compró el segundo libro.