Draco Malfoy y el mundo mágico

Nicolás Flamel y el dragón ridgeback noruego

Granger me había abordado junto con Potter y Weasley. Como siempre Weasley me miraba con sospecha. Me burle en mi corazón, parece que la amistad con Granger no fue tan sincera.

-Hola a ti también, Hermione -sonrei con hipocresía. Granger tuvo la decencia de sonrojarse

-Hola, Draco. Lamento no haberte hablado después del incidente del troll

-No importa -mire el libro grande que estaba leyendo. Tal parece que seré una Wikipedia para estos tres niños -Ven Granger, y lee este párrafo

Granger se sentó a mi lado mientras que los otros dos niños se sentaron frente mío. Granger leyó, fuerte y claro.

El antiguo estudio de la alquimia está relacionado con el descubrimiento de la Piedra Filosofal, una sustancia legendaria que tiene poderes asombrosos.
La piedra puede transformar cualquier metal en oro puro. También puede producir el Elexir de la vida, que hace inmortal al que lo bebe.
Se ha hablado mucho de la Piedra Filosofal a través de los siglos, pero la única Piedra que existe actualmente pertenece al señor Nicolás Flamel, el notable alquimista y amante de la ópera. El señor Flamel, que cumplió seiscientos sesenta y cinco años pasado, lleva una vida tranquila en Devon con su esposa Perenela (de seiscientos cincuenta y ocho años)

Granger estaba asombrada cuando lo leyó. Alzo la mirada hacia sus amigos. Si no tuviera la edad mental que tengo, diría que la niña estaba pensando, pero soy una persona anciana y se que se esta comunicando silenciosamente con este par de mocosos.

-Gracias Draco, haz Sido de mucha ayuda -le sonreí. Aún cuando la amargura acunaba en mi corazón

-Tengan cuidado, chicos -les dije antes de levantarme -No todo lo que vemos es lo que creemos, y las personas a quienes señalamos, aveces no son los tiranos que creemos que son

Granger abrió grande los ojos mientras los otros dos niños me miraba extraños. Parece que solo la niña pudo entender mi mensaje. Les dije indirectamente que Snape no era la persona de quién deberían de sospechar.

Abandonando la biblioteca, fui hasta la sala de menesteres. Tenía que seguir practicando mi patronus.

Al día siguiente, en la clase de DCAO, mientras copiaba diferentes formas de tratar las mordeduras de hombre lobo. Se acordó del profesor Lupin. No sabía cómo estaba controlando su enfermedad, pero si era sospechoso... Les había contado a mis amigos sobre la pregunta que me hizo Granger. Theo y Blaise dijeron que la piedra estaba en hogwarts, y tal parece que el trío de leones iban a ir por ella.

-No lo sé, chicos. Parece que sospechan de snape

-Snape?! Pero el profesor Snape no ha hecho nada para ser sospechoso de tal cosa. Como iba a desear la piedra filosofal, primero, tiene un buen empleo, segundo, no creo que quiera tener una vida inmortal. Sería horrible -Blaise bufo fastidiado

-Parece que apuntan a la persona equivocada -dijo Pansy de mal humor -pensé que Granger era más inteligente, ahora parece que es una idiota perjuiciosa hacia las serpientes

-Pero el profesor tampoco ayuda mucho -Theo dijo con desinterés -si no atacará tanto a los leones, te aseguro que esos tres idiotas no apuntarían al profesor Snape

-Pero eso no es nuestro asunto -dije de mala gana -Si nos metemos, seríamos los próximos sospechosos en su lista

Todos asintieron.

El día del partido contra Hufflepuff se acercaba. Flint habló conmigo un día antes. Tenía altas expectativas sobre mi persona. Incluso los miembros del equipo estaban pensando seriamente en colocarme como el buscador pero no quería quitarle el puesto a Blaise.