La Fiesta de Gala

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Un día antes de la fiesta en el ministerio. Mamá y yo preparamos la mansión para celebrar Navidad por adelantado. El jardín fue limpiado, las luces brillaron en los grandes ventanales de la mansión, el árbol de navidad decoró el gran salón, mis hermanos fueron vestidos con trajecitos de sastre.

Reí con mamá mientras preparabamos la cena navideña. Mamá me contaba con nostalgia como se celebraban las navidades en la casa Black, nunca la Vi mencionando a sus hermanas o ha Sirius Black. Siempre hablaba de su tía Walburga, como si ella fuese más importante que su madre. Era extraño ver la emoción en sus palabras cada vez que hablaba de mi tía abuela Black.

Al caer la noche, mamá me mandó a bañar. Papá llegaría en cualquier momento, así que subí a mi habitación y me metí a la ducha, dónde Heche sales y aceites esenciales. Demore una hora en la tina. Al salir me puse un traje de fiesta que mamá preparo para esta noche, parece que quería que fuese un día elegante pero a la vez familiar.

Me puse la ropa y luego cepille mi cabello. Lo sujete en una cola alta, dos mechones caían de forma graciosa a los lados de mi rostro.

-Mamá ya estoy! Cómo veo? -habia bajado al salón para que madre pudiera apreciarme

-Oh, cariño. Te ves hermoso! -mamá me miro muy orgullosa -Ahora falta que tu papá venga y te vea, estoy seguro que le gustará

-Si, mami!

A la media hora llego papá. Abrazo a mamá, beso su mejilla y le dijo que estaba bellísima, luego vio a mis hermanos, quienes gorgotearon al ver a papá, alzaron sus bracitos para ser cargados. Papá no se negó a cumplir los caprichos de sus bebés. Al final me recibió a mi.

-Estas precioso, hijo

-Gracias, papá

La primera navidad en casa fue maravillosa. Creo que no debí faltar al año anterior. El gran salón relucía con el gran árbol de Navidad, gruesas serpientes de acebo y muérdago se entrecruzaban en el techo, la música de villancicos sonaba a bajo volumen. Los gemelos se entretuvieron mirando las figuritas mágicas de renos, cascabeles y nieve, jugar en el aire frente a sus narices. La cena se sirvió temprano, el aroma de pato al horno se expandió por todo el salón, papá estuvo muy satisfecho con el sabor único de pato, bañado en sus propios jugos y relleno de frutas secas. A eso de media noche, mamá saco una botella de vino, me sirvió una copa, mientras se acercaba a papá y le servía la copa llena. Los tres brindamos, deseandonos amor y unión.

Mamá y papá tararearon sus canciones favoritas de navidad. Me acomode en un sofá para una sola persona, mire a mis hermanos jugar hasta el cansancio, papá y mamá se hablaban en voz baja, y se servía más vino en sus copas. Ya a la medianoche, les dije a papá que llevaría a mis hermanos a dormir a mi habitación.

Mamá estaba algo sonrojada, ella me dejó llevar fácilmente a los bebés. Papá no estaban tan picado como creí. Me deseo buenas noches y me ordeno que tuviera cuidado con mis hermanos. Christopher y Liam se dejaron llevar fácilmente a mi habitación.

Con ayuda de Onix acomode a los gemelos en el centro de mi cama.

-Onix, crees que papá y mamá estarán bien solos?

-No lo sé, joven amo. Maestro y maestra parecen estar muy bien solos, sería mejor no imterrumpirlos

-entiendo...

Me cambié de ropa. Me puse mi pijama. Me eche al lado de Chris. Al otro lado de Liam, para que no se quedará en el aire, puse una almohada de apoyo. Cerré mis ojos, y rápidamente me quedé dormido.

Quien sabe por cuánto tiempo dormí, pero me volví a despertar. Mire a los bebés en la oscuridad. Chris y Liam estaban durmiendo tranquilos, Chris se había acurrucado a mi lado y Liam estaba chupando su pulgar dormido.

Draco Malfoy y el mundo mágicoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora