Draco Malfoy y el mundo mágico

Una salida con el lobo

Durante unos días, en la escuela no se habló de otra cosa que de lo le había hecho a la señorita Peronl. Ginevra Weasley y algunos Gryffindor, tontos, mantenían vivo el recuerdo en la memoria de todos repitiendo entre susurros indiscretos, miradas venenosas. Granger se me había acercado con una mirada melancólica, odiaba la lastima. Incluso ví a Astoria apunto de abofetarla, si no fuese por Daphne, Astoria ardería en llamas.

La que más me preocupaba era Luna. Desde el incidente, ninguna chica y chico quería estar cerca de ella. Fui hasta la mesa de Ravenclaw, dónde el trío que siempre me hablaba, me evitaba. Vi a Karla, Gabriel y Michael mirarme con cautela, eso hizo doler mi corazón.

-Draco! -Luna sonrió dulcemente

-Luna -susurre con una sonrisa apenas feliz. Extendí mi mano, Luna me miro con esos ojos saltones -Vienes a desayunar conmigo?

Luna tomo mi mano, camino conmigo hasta la mesa de slytherin. Dónde mis amigas le hicieron un espacio. Pansy muy contenta la recibió a su lado.

-Cariño, espero que estés bien. Lamentamos mucho meterte en todo este rollo -se disculpo Pansy, con ojos culposos. Luna negó

-No importa, Pansy. Se que Draco no hizo nada malo, estoy segura que todo se resolverá con el tiempo. Ya verás -de alguna forma el aire pasivo alrededor de Luna calmo la tensión de todos.

Las chicas pronto se sumieron a hablar de vestidos, Luna menciono a sus famosas criaturas imaginarias, Pansy la dejo ser, no dijo nada que pudiera afectar el humor de todos. Astoria estaba también un poco mas relajada y Daphne solo sonrió. Luego Pansy saco el tema de las clases de baile, casi me atragantó con mi pan de mantequilla. Si no fuera por Blaise hubiera muerto ahogado.

La mayoría de los desayunos eran así, desde aquel día, jale a Luna a mi lado. Incluso la llevaba a sus clases, Blaise quería acompañarme pero eso solo levantaría sospechas y tenía a XiYue para defenderme. Un poco molesto, mi amigo, me dejó llevar está rutina.

Era mi miedo, mi terror de pensar que algo malo le pasaría a Luna. Solo verla sonreír y luego imaginar su cuerpo manchado de sangre... No, no podía permitir eso. No a Luna.

Tan pronto deje a Luna, me encaminé al salón de pociones. En el pasillo me encontré con Neville, quien venía corriendo muy agitado.

-Draco! -jadeo sin aire

-Nev... -hubo un aire extraño alrededor nuestro

-Siento no haber podido estar contigo ese día, amigo -ah... Se refería al día después del incidente -Hable con la profesora McGonagall, Harry, Hermione y Ron. Los cuatro hablamos por ti, la profesora ya nos dijo que no se te culpa. Pero me siento mal -dijo algo cabizbajo. Sonreí con tristeza

-vamos al salón, Nev -tome su mano, Neville me miro sorprendido -No te culpo, y no tienes porque sentir lo de ese día. Con solo tener tu apoyo y tu fé, es suficiente

-Draco... -dijo sorprendido Neville -Realmente eres un buen chico. No sé porque todos dicen cosas malas de ti -dijo indignado Neville

-la gente habla lo que quiere hablar, Nev. Ahora, entremos al aula antes de que Snape nos castigue

Neville asintio. Entramos al aula de pociones, Severus estaba de brazos cruzados, apenas iniciando su clase.

-Malfoy, y Longbottom -Severus alzó una ceja -Menos cinco puntos a ambos por llegar tarde a clases

-si, señor... -a este punto. Neville sabía que no era bueno llevar la contra a Severus, mucho menos hacer caras. Este Neville era distinto al Neville del libro.

Según el libro y películas, Neville tenía miedo de Severus. Pero este Neville no tenía miedo de Severus pero si le tenía un poco de respeto.

Cómo ambos llegamos tarde a Pociones. Severus nos castigo, haciéndonos quedar después de clases para limpiar los gusanos de los pupitres. Mis amigos estaban algo preocupados por la aptitud poco favorable de Severus hacia mi persona, no podía decirles que era para mantener apariencias.