Draco Malfoy y el mundo mágico

La tercera victima de Slytherin

Mire desde el umbral, los campos que alguna vez estaban fríos poco a poco se teñía de colores vivos. La primavera estaba a punto de llegar. El lago se descongelo y ahora brillaba del mismo tono que el cielo. Sin embargo, ni la tan pura y fresca primavera podía aligerar mi corazón. El señor Hagrid había sido llevado injustamente, cuanto desearía poder llamar a papá y decirle todo lo que estaba aconteciendo en Hogwarts. Pero sabia cual seria su reacción y las acciones a realizar.

Incluso el vació que dejo el director... El castillo se había vuelto mas lúgubre, no había nadie a cargo. El señor Scrimgeour, no podía estar todo el tiempo en Hogwarts también debía de atender otros asuntos importantes de la comunidad mágica. Así que, días después de que Dumbledore se retiro, el señor Scrimgeour también lo hizo. Quedando solo, un diminuto grupo de aurores que resguardaría Hogwarts.

Visite la enfermería, pero madam Pomfrey me prohibió entrar, incluso se negó a decirme los detalles de las nuevas victimas

-No podemos correr más riesgos -dijo severa Madam Pomfrey a través de la puerta entreabierta -Joven Malfoy. Aunque me gustaría contarle todo, no me esta permitido. El señor Scrimgeour no me ha reprendido por mi atrevimiento pero en algo que si estamos de acuerdo, es que, no podemos exponerlo a más escenas fatales como estas. Hay demasiado peligro, quizás es mi culpa que el agresor apunte hacia usted. Y ahora, mi mayor temor es que vuelva y quiera acabar con estos niños.

Sin el director y sin el jefe de aurores, el miedo que contenía los alumnos se extendió como pólvora. Apenas se pudo ver un rostro que no expresara tensión y preocupación, y si sonaba alguna risa en los corredores, parecía estridente y antinatural, y enseguida era reprimida.

Slytherin era la mas tensa. La mayoría de mis compañeros tenían la expresión de estar en un funeral. Severus nos había organizado a todos y había dado la estricta orden de que todos fuéramos en grupo de tres o cuatro.

Los pocos aurores que quedaron, fueron ordenados por la profesora McGonagall. Eramos acompañados a todos lados. Los alumnos parecían agradecer que los aurores y profesores nos acompañaran siempre de clase en clase, pero eramos mis amigos y yo los únicos fastidiados.

Sin embargo, había una persona que parecía disfrutar mucho de la atmósfera de terror y recelo. Carl Spungen se pavoneaba por todo el colegio. A todos los alumnos de slytherin se nos caía la cara de vergüenza y humillación. Las otras casas nos miraban con recelo.  Y todo por ese estúpido, parecía creer que era inmune del agresor, que ataco a once niños del colegio, ni slytherin se salvo del ataque, y ese tonto creía que estaba a salvo.

Pude ver a Potter, quien estaba sentado un asiento adelante de Spungen. Estaba apretando los puños y su rostro estaba rojo de la ira. Todos en el salón podíamos oír lo que decía ese tonto, los demás slytherin queríamos sacar nuestras varitas y callarlo a maldiciones.

-Siempre pensé que mi padre sería el que echara a Dumbledore -dijo. Blaise bufo a mi lado. Pansy se hacia la sorda junto con Daphne. Vincent y Gregory estaban hablando calladamente entre ellos. Theo y Neville solo podían encogerse de hombros -Ya les dije que él opina que dumbledore ha sido el peor director que ha tenido nunca el colegio.

"solo cállate, por favor..." rogaba en mi mente. Todos los gryffindor tenían miradas venenosas y llenas de furia. A este paso íbamos a ser condenados todos

-Quizá ahora tengamos un director decente. McGonagall no durará mucho, sólo está de forma provisional... -adelante mio estaba Dean Thomas y Seamus Finnigan, el primero había gruñido de cólera mientras el segundo persuadía a su amigo de no hacer una locura

Severus paso por mi lado. Nos dimos una rápida mirada. Mis amigos notaron nuestro encuentro y hicieron la vista gorda como si no hubieran visto nada.