🔹️Capitulo 21🔹️

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Al llegar al parque la niña ya los estaba esperando. Así que cuando los vio corrió a abrazarlos.

-¿Cómo has estado pequeña? - dijo Carlos tomándola en brazos.

-Bien ¿ustedes? Y ¿los bebés?¿Ya saben que son? - los bombardeo con preguntas.

-Que bueno mi niña, los bebés están bien, cada día más grandes pero todavía no se dejan ver - dijo May.

-Oh - dijo desanimada - yo quería saber.

-Nosotros también pero el lunes quizás nos dejen saber - dijo Carlos bajandola - ven vamos a sentarnos allí, tenemos cosas ricas para comer.

Se sentaron a comer lo que habían traído. Estuvieron un buen rato hablando hasta que Cami se fue a los columpios. Fue ahí cuando Mayte miró seria a Carlos y le dijo - ¿Notaste los moratones que tiene en los brazos? Parece que la sacudieron porque son marcas de dedos.

-No mi amor, no lo noté, cuando regresé la voy a mirar con más atención - dijo preocupado.

-Me encariñé mucho con ella, no quiero que nada malo le pase y en las circunstancias en las que vive cualquier cosa podría pasarle. Deberíamos hacer algo - dijo recostandose en el.

-Yo también mi vida, pero no se que podemos hacer - acarició su cabellera.

-Se que es muy pronto pero si la mujer que la cría no la quiere nosotros la podríamos adoptar ¿no? Ya tenemos dos niños en camino, no haría mucha diferencia uno más. Por favor mi amor - estaba a punto de llorar.

Carlos la miró a los ojos - Tienes razón, si nosotros podemos darle un hogar estable creo que deberíamos hablar con la mujer. Pero no llores ya veremos como lo solucionamos - le dio un beso.

-Gracias mi amor, mira ahí viene, se la ve tan feliz.

Cami se acercó a ellos y se recostó en May - Ya me cansé - dijo riendo. A lo que May le acarició el cabello.

Cualquiera que los viera juraría que eran la familia perfecta. Pero solo les faltaba que Cami fuera suya legalmente.

-Oye Cami ¿Qué te pasó en el brazo? Ahí- le señalo Carlos.

Ella solo bajó la cabeza - Es que Elena me sacudió porque no alcancé a vender todos los dulces.

-Mi amor, no te pongas mal, esa señora no tiene derecho a ponerte una mano encima. Hoy hablaremos con ella ¿si? - la abrazo May.

Ya estaba oscureciendo por lo que decidieron llevar ellos mismos a Cami a su "hogar" donde tendrían la oportunidad de hablar con la tal Elena para llegar a un acuerdo por el bien de la niña.

Al llegar, bajaron los tres. Carlos no quería entrar sin golpear como lo hacía Cami. Así que golpeó esperando a que la señora abriera. De adentro de la casa se escuchó - ¿Quién demonios es? - Y la puerta se abrió.

-Eras tu escuincla del demonio ¿Por qué simple me te no entras? - pero cuando levantó la mirada tenía la cara de un Carlos muy enfadado y una Mayte muy sorprendida.

-Disculpen, pensé que la niña venía sola. Soy Elena - dijo sin creer que tenía a una de sus ídolas parada en su puerta - pero no se queden ahí pasen ¿A que debo esta grata sorpresa? - pasaron.

-Mi niña, ¿Por qué no vas a tu cuarto en lo que nosotros hablamos con Elena? - May se arrodillo y le dio un beso.

-Esta bien, pero no se vayan sin despedirse - dijo y se fue por el corredor.

Elena estaba sorprendida al verlos llegar con la niña y más al ver cómo le hablaban y trataban.

-Sientense por favor ¿les puedo ofrecer algo? - dijo.

-Miré señora, le seré franco hemos notado las marcas en los brazos de la niña, también sabemos que la explota vendiendo flores y dulces en las esquinas. Eso nos hizo llegar a la conclusión de que claramente no la quiere. Así que nos preguntamos si quisiera "deshacerse" de ella y entregarnos su custodia absoluta o nos veremos obligados a acudir a los servicios sociales donde seguro despues de una revisión la llevarán detenida por abuso infantil - habló Carlos mirando fijamente a la señora.

-No se de que hablan, yo a la niña la quiero muchísimo - fingió.

-No se haga señora, sino la pequeña no la pasaría como la pasa - dijo Mayte alzando la voz.

-Esta bien, ya que son sinceros yo también lo seré. Maldigo la hora en la que recogí a esa mocosa de la calle - soltó sin remordimiento alguno - Pero si tanto la quieren deberan pagar una suma de dinero por ella.

Mayte y Carlos se miraron asombrados por lo que acababan de escuchar ¿Acaso quería venderles a la niña? Mayte pensó que si era capaz de venderla a ellos sin dudarlo podría venderla a cualquier tipo o inclusive explotarla sexualmente cuando creciera. Así que no lo pensó mucho y dijo - ¿Cuánto quiere?

Para volver a amar Donde viven las historias. Descúbrelo ahora