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El adolescente castaño se encontraba en la copa de un árbol escondido, mirando fijamente hacia el pueblo, tratando de encontrar un puesto de comida lleno de gente, en las afueras del mercado, listo para robar, hasta que diviso un puesto de pasteles de carne con los binoculares que robaron de un puesto de reliquias, pudo ver como el señor grandulón que atendía el puesto de comida cortaba y asaba la carne, como hacía la masa y como los doraba, se le hacía agua la boca al pobre Frederick Brown. De tan solo poder obtener un poco de ese alimento para él y sus compañeros se consideraría un manjar, no había comido tan bien desde Año Nuevo, que lograron robar las sobras de los basureros de las casas de gente rica, la comida estaba helada, pero comieron hasta llenarse.

"¡Esos pasteles me llaman! ¡De tan solo pensar como sabrán se me hace agua la boca!" Pensó Frederick, para bajar con cautela pero rápido del árbol.

—¡Chicos!¡Buenas noticias!—dijo lo suficiente para que los cuatro chicos restantes pusieran toda atención en él.—¡Hay un puesto de comida cerca de aquí!¡Podremos comer pastel de carne!—dijo entusiasmado, no seria un tema del por que emocionarse tanto, pero estos chicos procuran comer cantidades pequeñas para poder guardar lo demás para el día siguiente, siempre y cuando los animales salvajes del bosque no les roben la comida.

—¿¡Enserio!?¡Yo quiero!—dijo la rubia de nombre Camino, la chica parecía que tenía estrellas en sus ojos al escuchar tal noticia.

—¡Wow! Más vale de que no estes bromeando Freddy. —dijo Brandon, sus ojos color escarlata parecían indiferentes, pero su rostro tenía una sonrisa. —Acuérdate de la vez que dijiste que encontraste un puesto de verduras y terminamos robando unas míseras manzanas. —dijo fastidiado el chico.

—No seas así Brandon, de seguro Freddy no diría algo así solo para ilusionarnos, sería muy cruel de su parte. —dijo un chico recostado en una rama de árbol, despreocupado pero en sus palabras se encontraba un tono serio, George de cabello rubio cerró sus ojos. —Además, si es que piensa hacer eso, se va a quedar sin cena.—

—¿Qué cena? —pronunció un chico alto con cara fastidiada, antes estaba sentado en el césped tratando de descansar para ignorar el leve dolor de su vacío estómago, el pelirrojo se enojó. —¿Qué cena no le daremos si ni siquiera nosotros tenemos para alimentarnos? —dijo con un tono enojado, tratando de calmarse, con una mano en su sien.

—Ay, era broma, no te lo tomes a pecho, Franz. —dijo el muchacho rubio, tratando de calmar al pelirrojo, todos sabían que era muy agresivo, y lo menos que querían ahora era hacerlo enojar. —Sabes que estaba bromeando.—

—No me importa George, mientras más me acuerdan de comer, más me duele el estómago .—dijo Franz, tocándose el estomago, tratando de no gritar de la desesperación.—

—Sabes que George no lo dijo con esa intención, perdónalo. —dijo la chica rubia, tratando de calmar a Franz, mientras que George al escuchar eso, hizo una cara rara, entrecerrando los ojos y mirando a la rubia con una cara de 'es broma, ¿verdad?', George realmente pudo haberse sentido mal, pero su orgullo era mayor. La chica, al verlo fastidiado con la idea de disculparse le dirigió una expresión molesta. El chico rubio no tuvo de otra más que ignorarlos y seguir pensando en otra cosa.

    —Así que, ¿pasteles de carne?¿eh? —dijo Brandon, tratando de animar el ambiente del silencio incómodo después de esa pequeña pelea. —¿Cuántas creen que podremos robar? Si el lugar está lleno tendremos más oportunidades de poder saquear muchos de esos manjares. Si lo que Frederick dice es verdad... —dicho esto se levantó del césped y colocó su pie contra una roca, alzando una mano apuntando a la nada, el orgullo que tenía lo hacía ver gracioso, pero a sus compañeros les encantaba eso de él. —...¡yo me apunto!—

El Circo del Roble Oscuro [FNaF]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora