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    La luna llena estaba en lo más alto del cielo, los pájaros ya no se escuchaban cantar, estaban descansando en los nidos que hacían en los árboles, los animales nocturnos paseaban con la esperanza de encontrar comida. Se empezaban a escuchar los grillos, era tranquilo, pero incómoda la situación en la que se encontraban los muchachos.

    Ya la mayoría estaban cambiados para dormir, las chicas tenían un camisón que les llegaba hasta abajo de las rodillas. Camino tenía uno blanco, Shia uno azul con encaje blanco y Mangle uno rosa demasiado pálido, Grace solo las veía, les parecía bonitas, pero no se podía dar el lujo de vestir uno, el estar condenada a estar por toda la vida adherida a su hermano era una tortura, para ambos.

    Todos estaban separados en grupos con las personas que confiaban más, o unos completamente solos, Shia, Mangle y los niños estaban en uno, Camino prefirió ir con sus amigos, Springtrap, Toy Freddy, Puppet y Bonbon se encontraban solos. Solo faltaba Frederick de entrar al dormitorio.

    El grupo de las chicas y los siameses cepillaban su cabello, Shia podía ver la tristeza que Grace producía al verla observar como la albina y ella cepillaban sus cabellos, así que también incluyo a los dos gemelos, Grace pensaba que por el solo hecho de tener a su hermano con ella debía restringirse demasiadas cosas, no se podía poner vestidos porque no le gustarían a Billy y no abría uno en el que cupieran dos cabezas, no podía tener novio, era pequeña aún y por obvias razones incomodaría a su hermano.

    Brandon, Camino, Franz y George estaban alejados de los demás, Springtrap y Toy Freddy los miraban mal, se sentía demasiado solo pero lo único que podían hacer era quedarse los cuatro juntos, esperando a Freddy. Para alivianar el ambiente, Brandon contaba historias que hacían esbozar una sonrisa en los rubios, al ver la sonrisa de Camino su corazón latía a mil por hora.

    Springtrap solo miraba a cada uno a lo lejos, para ver que hacían. Miraba con repudio a el grupo de Frederick, con el ceño fruncido hacia el grupo de los siameses y miraba como los demás solitarios hacían sus cosas, Bonbon leía un libro, Puppet se encontraba también observando, al igual que Toy Freddy.

    El ambiente se puso tensó cuando Frederick entró al dormitorio, todos lo miraron. Frederick solo podía esbozar una sonrisa nerviosa, tratando de ignorar las miradas de los demás y más las de desagrado de los dos amargados.

    Se juntó con sus amigos y se sentó en una de las camas, junto a ellos. Empezaron a platicar. No sin antes dedicarle una sonrisa a Puppet.

    —¿¡Freddy?! ¿Dónde estabas?—preguntaba Camino preocupada, habían salido a buscarlo un rato después de que el desayuno había terminado.

    —No se preocupen chicos, solo estaba tranquilizando mi mente.—decía con una sonrisa tranquila.

    —¡Qué alivio! Te estábamos buscando por todas partes.—exclamó George. Por el ruido que hacían muchos de los chicos del circo los miraban.

—No se preocupen, pero tengo que hablar con ustedes.—dijo ya serio el castaño, a lo que sus amigos se extrañaron.

—¿De qué?—preguntó Brandon, el único que se atrevió a hablar.

—Del plan de escape.—

—¿Y para qué? Si ellos tanto se quieren quedar, se pueden quedar.—dijo Franz molesto, dejando sorprendidos a todos sus amigos, incluso a los gemelos que estaban escuchando discretamente.

—¿¡Franz?!—exclamaron sus amigos.

—¿Te das cuenta de la barbaridad que estas diciendo?—dice Frederick, con el ceño fruncido.—O escapamos con ellos o no lo hacemos.—decía aún serio, estaba determinado a escapar con todos, si algo detestaba de la gente, y más en Franz, era lo terco que era, al igual que la necesidad de tener la razón y encontrar una solución en la que nada más ellos salgan ilesos. Un claro ejemplo fue apuñalar al hombre en el mercado.

El Circo del Roble Oscuro [FNaF]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora