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    Frederick buscaba entre sus cosas que el presentador había guardado cuando los capturó, buscando solo se encontró con su mochila vieja llena de cosas robadas, habían pocos libros, entre ellos estaba el que más le gustaba, "Alicia en el país de las maravillas", le encantaba leérselos a sus amigos en sus tiempos libres. El como Alicia perseguía al conejo blanco hasta la madriguera que la conduciría al país de las maravillas, a él le fascinaba el libro. También se encontraba el infame libro "Oliver Twist", que había salido hace menos de un siglo. Sus amigos no entendían tanto la obra, pero el castaño se identificaba con el pobre protagonista, huérfano, sin un lugar a donde ir, yendo de mal en peor.

    También encontró un abrigo negro roto, lo había robado hace poco tiempo, pero la tela se desgarró cuando el muchacho la rasgo con una rama de árbol, ahora solo era un conjunto de algodón pintado que apenas y podía cubrir a la rubia. Encontró más cosas que habían robado, un reloj que milagrosamente servía, dos monedas de plata, una cadena con un dije oxidado, una cuerda y una lata de comida.

    El muchacho no tuvo tiempo de revisar con seguridad, solo repasaba que estuviera todo, a lo que los pasteles de carne no se encontraban en ningún lado, pero sí estaba su adorado sombrero de copa, Franz lo había robado de un hombre adinerado por su cumpleaños número trece. Él atesora el sombrero con su vida. Tal vez le quedé un poco grande, pero cuando crezca quedaría bien.

    El muchacho solo se centró en ver que estuviera todo, se levantó y se dirigió a los dormitorios, tratando de que no se viera sospechoso, debía apurarse, con lo que escuchó de Bonbon, la comida estaría lista en unos pocos momentos y el plan ya tenía un horario, no podía fallarles a sus compañeros.

    En su camino al dormitorio, solo se encontró con Toy Freddy, que se veía más relajado, el castaño lo saludó rápidamente, a lo que al otro castaño se le hizo extraño, ¿tan rápido se acostumbró al lugar? Si hasta a él le costó aceptarlo por mucho tiempo. Frederick sería un pésimo actor.

El adolescente llegó con su mochila en manos al dormitorio, pero debía ser más cuidadoso de no despertar al muchacho con orejas verdes, su impresión de él fue negativa al verlo enojado en el escenario, pero poco a poco iba cambiando y le agradecía el poder haberlo tratado a él y a sus amigos.

Salió de la carpa por debajo de la tela, tenían ventaja al tener la tela floja y no firme, así se les facilitaría entrar y salir desde el dormitorio. Ahí se encontró con el pelirrojo con un morral café, esperándolo oculto en un árbol, el castaño fue hacia Franz y pudo ver que tenía una pala vieja.

    —¿Y eso?—pregunta Frederick refiriéndose a la herramienta, a lo que Franz esbozó una sonrisa maliciosa.

    —Esto nos ayudará a esconder las cosas, si un maldito se encuentra con ellas, las perdimos.—dijo Franz, examinando la pala, aún tenía telarañas. 'Asqueroso' pensaba.

    —Pero, ¿de dónde la conseguiste?—pregunta aún, viendo el lodo seco que tenía impregnada la pala.

    —Mientras tú estabas tardando, yo me dediqué a buscar algo que nos ayudará y había un cobertizo atrás, y así encontré esta cosa.— y levantó un poco la pala.—Si "alguien" llegará a venir por acá y se encuentra con mochilas en los árboles las van a tomar, y para mí, empezar desde cero no es una opción.—

    —Está bien, está bien.—le tranquilizaba el castaño, a decir verdad, no era mala idea. Pero ya no confiaba tanto en Franz con un utensilio, solo esperaba no hacerlo enojar.

Los dos chicos caminaron pocos minutos y llegaron en un punto en donde los árboles abundaban, podían ver a pocos metros la carpa del circo y Franz empezó a cavar, se le dificultaba usar la pala, levantaba poca tierra y se le hacia pesado, pero luego empezó a hallarle el ritmo, decidieron solo hacer un hoyo no tan profundo, sino tardarían en sacar las mochilas.

El Circo del Roble Oscuro [FNaF]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora