El Circo del Roble Oscuro [FNaF]

12

Habían pasado días desde el descubrimiento del ferrocarril, cuatro para ser exactos, Frederick no sabía como los demás no sabían de la existencia de ese tren, pero no tenía demasiado tiempo para averiguarlo. Puppet le advirtió que tenían que ser rápidos o el presentador se enteraría.

Se encontraban Frederick, los gemelos, Bonbon, Shia, Springtrap y Mangle en el baño, lavándose el maquillaje y las flores de pintura de su rostro, ya habían terminado el espectáculo de esa noche que tenían pendiente. Había sido un rotundo éxito y por esa razón el presentador se forraba de dinero.

    Ya casi habían estado un mes en el circo Frederick, Brandon, Camino, Franz y George. Y cambiaban sus perspectivas de ellos, podían divertirse con sus nuevos amigos como nunca antes se habían divertido.

    Mientras Bonbon quitaba con un pañuelo con agua la pintura de los gemelos, todos hablaban de como había salido el espectáculo, menos trabas, nerviosismo, fallos y demás errores. Era un logro, pero no se podían acomodar.

    Frederick ya tenía pensado varias maneras de escapar, podían aprovechar la noche para escapar, pero ser más cuidadosos, tenía también que averiguar como quitar los aparatos o al menos como apagarlos. Un paso en falso y podían terminar como conejo rostizado.

    Al menos ya tenía más o menos el apoyo de todos los muchachos, todos parecían querer escapar y ya calmados podían hablar con más claridad, ahora sin gritos o empujones. Unos aún estaban reclutantes a la idea, no querían terminar heridos pero con las historias que el grupo de novatos contaba en la noche parecían curiosos por ver de nuevo el mundo exterior sin sentir tener una cadena en el cuello.

    —En fin, hoy nos fue bastante bien.—dice satisfecho Toy Freddy, una faceta que los demás muy rara vez veían, pero era una muy bienvenida.

    —¡Puede que hasta el presentador nos de dinero para más comida o juguetes!—exclamó felizmente Grace.

    —¡Puede que sí!—animaba Billy.—O puede que no.—decía haciendo una cara indiferente, haciendo reír a su hermana.

    —Lo que digan, yo estoy demasiado cansada.—decía Mangle, quitándose las medias de franjas rosas y negras de un tirón y aventándolas. Una serie de tos se hizo presente después, alarmando un poco a los demás. Su tos parecía empeorar cada vez más, hace menos de una semana apenas y tosía un poquito, pero ahora necesita tomar una medicina con hierbas que le hacen Shia y Springtrap, pensando que es una simple enfermedad que curará con el tiempo y con cuidado.

    —¿Y cómo va tu tos?—preguntó Springtrap, todos agradecían de tener a alguien con conocimiento médico.

    —¿Cuál tos?—preguntaba la albina, para volver a toser.—Ah, esa.—Springtrap veía el comportamiento y respuestas de la chica y le resultaba más curioso, sabía que olvidaba las cosas como lo que había comido ayer o si había dormido sus horas indicadas y la lana y estambre le ayudaban como una manera de terapia, pero ahora olvidaba hasta su propia condición, algo que pocos notaban.

    —Cuando termines de cambiarte te tomas un vaso de agua y la medicina.—le dice Shia tratando de tranquilizar sus dudas, podía crear escenarios no tan bonitos en tan poco tiempo dependiendo la acción de alguien, por ejemplo, si los gemelos tardaban demasiado en regresar de jugar se preocupaba demasiado, pensando que algo les pasó, ¿cayeron a un río? ¿O a un pozo sin fondo? Cada escenario más oscuro que el otro.

    —No...—decía la albina molesta, sorprendiendo a sus dos cuidadores.—...ya me harté de la medicina, sabe feo y no me cura nada.—

    —Tarda en surtir efecto, una buena medicina cuesta demasiado y el maldito del presentador no nos quiere dar ni un céntimo, además de que ese dinero se va a nuestro alimento.—decía Shia, le preocupaba que no tomará la medicina.