XIX

233 55 18
                                    



Junho corría felizmente por las calles de Adrestia mientras investigaba todo lo que le llamaba la atención. Yohan no podía evitar morir de ternura al verlo tan emocionado por allí, pero le daba lástima que fuese solo una mascota, porque eso era, una mascota.
A fin de cuentas, era un dragón y quería que, cuando volviese a ver a Minkyu, pedirle que deshiciese el hechizo, ya que sentía que tenía a un niño pequeño a su cargo y eso no le gustaba.

Aunque de momento no se amargaría ni se enfadaría con él, simplemente pasaría el tiempo y ya, tampoco es que fuese a echarlo de menos cuando lo único que pueda hacer es soltar gruñidos y no hablar.

Había decidido sacarlo a pasear por ahí por si se perdía, para no volver a verlo, mas aquel dragón, si veía algún sitio raro, regresaba corriendo junto al humano, por si acaso.

No entendía porqué hacía eso, se suponía que los animales eran valientes y no le temían a nada, y menos un dragón, pero se veía que era tonto o algo.

─ ¿Qué es aquel edificio tan grande? ─preguntó Junho a las puertas del recinto del castillo, quedándose enfrente de los guardias que custodiaban la entrada.

─ Es el castillo donde vive el idiota del rey con el idiota de su padre, vámonos ─pero el dragón no le hizo ni caso y comenzó a hablar con los guardias.

─ ¡Hola, me llamo Junho! ¿Puedo entrar? Tengo hambre.

─ Hola, Junho ─respondió uno de los soldados─. Lo sentimos mucho, pero ahora mismo el rey no quiere recibir ninguna visita y no puede pasearse por el castillo. ¿Por qué no vuelve en otro momento?

─ ¡Vale, está bien! ─soltó, sonriente. Y sin más, se dirigió a abrazar a los dos guardias que había, por suerte, ninguno de los dos se opuso, más bien les hizo gracia─ ¡Adiós!

Dio media vuelta y agarró a Yohan de la mano, comenzando a arrastrarlo por las calles.

─ ¿Por qué les has abrazado? ¿Y por qué has agarrado mi mano?

─ Porque me han caído bien y tú también me has caído bien ─Yohan no respondió, no quería hacerlo. En el fondo le daba miedo tomarle cariño al dragón─. ¿Sabes qué? Estoy muy feliz de que me hayas aceptado. Cuando te vi por primera vez supe que eras especial, aunque después de cómo me ignorabas, pensé que no querías nada de mí, ¡pero no ha sido así! Estoy muy feliz, ¿y tú?

─ Yo, no lo sé... ─Y sí lo sabía, también estaba feliz, mas si respondía eso, no habría vuelta atrás, así que decidió no hablar más.

─ ¿Por qué no lo sabes? ¿He hecho algo mal? ¿Ha sido porque he abrazado a los guardias? No lo volveré a hacer si no quieres, te lo prometo.

─ Junho, déjalo. No has hecho nada mal, es solo que... Me duele la cabeza.

El dragón se sorprendió y comenzó a preocuparse, ya que uno de los habitantes de Tyrdda, aquel lugar al que iba tantas veces, había muerto por un dolor de cabeza y temía que a Yohan le sucediese lo mismo, así que empezó a arrastrar al chico más rápidamente para llegar cuanto antes a casa.

Una vez allí, básicamente lanzó empujando a Yohan hacia el sofá y él se fue a la cocina, seguido obviamente por el humano, que se había levantado, ya que no se fiaba de él en aquel lugar.

─ ¿Qué vas a hacer?

─ ¡Sopa de aceite con césped que voy a ir a arrancar, perfecto para el dolor de cabeza!

─ Qué asco, mejor no hagas nada. Me voy a mi habitación, no me molestes.

Junho asintió sonriente y pensó en hacerse esa sopa para sí mismo, de verdad, tenía hambre.
En cuanto a Yohan, el único dolor de cabeza que tenía era ese mismo chico, aquel dragoncito que había puesto patas arriba su vida y sus sentimientos.

⌗ SOMNIA ♡̷̷%՞˖Donde viven las historias. Descúbrelo ahora