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Dongpyo no se atrevía a levantar la cabeza para ver quién había venido. ¿Y si era Jingtian y le regañaba por haberse metido en su habitación y después cotillear un templo que seguramente era privado?

Simplemente, agarró a una de aquellas extrañas criaturas que allí había y la abrazó escondiendo su rostro tras ella.
Pudo notar cómo el recién llegado se agachaba para quedar a su misma altura, ya que seguía sentado en el suelo.

─ ¡Hola!

Aquella voz la había escuchado antes. Dongpyo se atrevió a mirar sin soltar al animalillo raro que tenía entre los brazos, pareciendo un niño pequeño.
Ante él se encontraba un chico al que no había visto nunca, el cual parecía ser bastante más mayor que él, vestido con ropas extrañas, pero elegantes y que esbozaba una sonrisa muy amable.

─ Hola...

─ Disculpa que sea tan directo, pero... ¿Cómo has llegado hasta aquí?

─ Mmh, crucé un bosque y subí por una senda arcoíris.

─ No puede ser... ¿No serás...? ¿Dongpyo?

Finalmente, dejó a la criatura en el suelo y miró al desconocido a los ojos. No podía creer que conocía su nombre.

─ ¿Cómo sabes mi nombre?

─ Fui yo el que te despertó cuando te mataron. No podía dejar que murieras. Ahora, supongo que querrás saber quién soy. Mi nombre es Seungwoo, más conocido como el Creador de Sueños. Y estos seres que ves alrededor de ti, son los sueños creados. Reparten alegría, ilusión y esperanza por el mundo. Por eso, tu tarea como guardián de este lugar es tan importante. Si Somnia no existiese, no habría equilibrio.

─ ¿Pero no debería haber una parte contraria a Somnia para que haya equilibrio?

─ Eres listo, chico. Sí, la hay. Pero prefiero no mencionarla, dicen que da mala suerte.

Pasaron un rato más conversando sobre aquel mundo y el mundo terrenal, cómo se creaban esos seres, el extravagante gusto de Jingtian sobre las lagartijas. En fin, cosas sin importancia. Realmente, se sentían bien en compañía del otro a pesar de haberse conocido hacía relativamente poco. O al menos, Dongpyo había conocido a Seungwoo hacía relativamente poco.

─ ¿Cuánto tiempo llevas fuera?

─ Solo he estado aquí hoy, crucé el portal ayer por la noche.

─ Entonces deberías volver ya.

─ ¿Qué? ¡No! ¡No quiero volver! Odio mi mundo, es aburrido y feo comparado con este. ¿No puedo ser el guardián desde aquí dentro?

─ Dongpyo, este mundo no es tan genial como tú te crees. Es más peligroso que el mundo terrenal, así que vuelve allí, estarás a salvo.

─ ¡¿A salvo?! Intentaron matarme allí, mientras que aquí todo el mundo me trata perfectamente.

─ Aún así, este no es tu lugar.

Dongpyo se levantó del suelo dejando caer a una pequeña gallina de aquellas que sostenía entre sus brazos.

─ Me estás echando, ¿verdad? Bien. Me iré. Pero no pienso proteger más este lugar.

─ No puedes elegir eso. O lo proteges ignorando tu vida y la de los demás, o mueres. Tú decides.

─ No es justo ─Dongpyo dio media vuelta dándole la espalda a Seungwoo, quien también se había puesto en pie siguiendo al chico─. Yo no elegí esto, debería hacer lo que quisiera con mi vida.

─ Yo tampoco elegí esto. Llevo desde la creación de los mundos haciendo este trabajo durante milenios, sin salir de aquí, completamente solo. ¿Crees que eso es vida? Tú al menos puedes viajar y visitar otros lugares, como estás haciendo, pero si yo hago eso... Por la Diosa, no quiero ni imaginarme qué ocurriría.

El chico bufó al oír eso. Estaba claro que Seungwoo se estaba dando aires de grandeza y le intentana hacer sentir mal por haber dicho aquello, o al menos lo percibía de esa forma.
De repente, sintió la mano del mayor sobre su hombro, gesto que le sobresaltó bastante. ¿De dónde había sacado tanta confianza para hacer eso?

─ Escúchame, Dongpyo. Sé que he sonado muy borde y no era mi intención, en absoluto. Solo te estoy aconsejando.

Tras conseguir convencerle de que volviera a su tierra, Adrestia, le acompañó hasta el portal como gesto de cortesía.

─ Si alguna vez vuelvo ─comenzó Dongpyo─, te prometo que te visitaré de nuevo.

Seungwoo asintió felizmente de escuchar aquellas palabras y vio como el joven se alejaba por el portal, pero antes de desaparecer por completo, lo volvió a llamar, ya que se le había olvidado decirle algo.

─ ¡Dongpyo, ten cuidado! ¡Dentro de nada pasará algo horrible!

Pero ya había desaparecido por completo, así que dudó al pensar en si lo había oído o no.



⌗ SOMNIA ♡̷̷%՞˖Donde viven las historias. Descúbrelo ahora